Desde las primeras hierofanías dionisíacas, desde las más viejas comparsas y mascaradas grecolatinas, los caducos monarcas y sus actuales vasallos neomantuanos, han vivido en una especie de limbo o farsa teatral. De hecho, su risible comportamiento siempre ha entusiasmado a humoristas, comediantes y grandes dramaturgos, que -desde la antigua Grecia- analizaron el ridículo comportamiento de la tristemente célebre Alta Clase o aristocracia cortesana... Por cierto que de sus muecas, mimos, vestuarios y carantoñas creó Menandro una característica tipología humana que durante siglos ha recreado grandes obras (tragedias, comedias, melodramas, tragicomedias, zarzuelas –aunque hoy la gente de pedigrí confunde linaje con entremés y sainete y Disneyword con fiesta de Halloweed (?).
Con los años, la literatura culta y de postín produjo poemas narrativos, crónicas noveladas y relatos periodísticos, cuyos protagonistas han sido casi siempre extraños individuos de precaria moral o fanfarrones de arrogancia petulante. El arte escénico mostró a su vez, en cine, video y TV, a fantoches de encrespada alcurnia pues esa gentuza de prosapia y pedigrí –por su propensión al ridículo– despierta una inevitable burla (verbigracia Rajoy, Felipillo, Nethanyahu, Calderón azteca, Alán Garcita, Narco-Uribe 82, Bush LSD, etc).
La clase alta –cuya inmoralidad raya en la bajeza– siempre ha necesitado vivir en parafernalias palaciegas, escenario cuchi o espacio chic, propicio para que cualquier personajillo de sangre azul haga el papel de bufón descarriado. Porque para la alta sociedad el bufón risible es un manjar imprescindible, una especie de monigote viviente que les sirve para drenar las arrecheras cortesanas (verbigracia los leopolderos y caprilarios)...
Es bueno aclarar que la sangre azul de la aristocracia se debe a que ha sido muy picada por zancudos... Y es que para la gran sociedad el monigote resulta alucinante –incluso si el bufón se convierte en Hitlerito y convoca al crimen y aniquilamiento de personas víctimas de guarimbas con guaya degolladora, o descuartizamientos con sierra eléctrica, o falsos positivos, o sicariato disfrazado de delincuencia-inseguridad, etc…
Para existir, esta aristocracia de pedigri requiere y adquiere una costosa y recargada escenografía -con maquillaje made in usa-, acorde con su “categoría” (la mayoría sufre el síndrome del vacío interior, pues en el fondo padecen un genético complejo de inferioridad que por ADN le atribuyen a su condición minoritaria); pero se creen reyes, príncipes, duques, condes, califas, faraones, infantos e infantas, etc. Por eso, para drenar esta complejidad psíquica, a veces recurren al vestuario manierista y al decorado rococó (el decoro no encaja en la ética de estas estéticas) y las páginas sociales l@s muestran como l@s más elegantes malvestid@s… Este resabio farandulero explica que buena parte de la aristocracia oligarca mudócrata (disculpen la sinonimia) monte su sainete en ostentosas escenografías, pues así se les facilita desdoblarse y, de acuerdo a su categoría mudócrata, cada hereder@ al trono diseña su rostro y su máscara...
T
al es entonces la comedia preferida de Leoporros caprichosos y Makrorinas y Cachúos, etc. Se trata del coctel de los antifaces o festín del Halloweed, donde los títeres ceden el teatrino para que se luzcan las marionetas. Todo un entretenido espectáculo detrás de sedas y telones…
Lo más raro y extravagante de tan burdo acertijo es que detrás de este montaje (disfrazado de bachaqueo y narcocontrabando) está el director de la farsa, el ventrílocuo fronterizo que mueve los hilos titerescos a control remoto. ¿Adivinan de qué fantoche hablo? Pues sí, aunque no lo crean, hace rato les di las coordenadas… Porque el verdadero ídolo de la oposición aristocrática venezolana es otro narco monigote (en los archivos de la tragedia mundial le han asignado el número 82) pero ostenta el apodo de expresidente falsopositivo… (no queríamos desenmascarlo tan rápido para mantener el suspenso de la trama sicotrópica).
Pero, aunque nadie lo crea, como lo evidente no se adivina, informemos de una vez que el susodicho Falsopositivo 82 tampoco es el autor del libreto que aquí repiten los títeres de Washington… Lo cierto del sainete es que -la parlanchina cúpula MUDócrata (Minoría Uribesca Dolarizada) imita a su ídolo NarcoUribeparaco 82, y le remeda el vestuario, el peinado, la hipocresía y hasta la risible perorata de seminarista perverso...
Por eso, a la plebe opositora le disgusta mucho ver que sus MUDócratas dirigentes hayan pedido apoyo a míster Uribe narcoparaco 82 (primo de Pablo Escobar Gaviria y de Julito Vélez -quien pagó a los sicarios que asesinaron a Robert Serra).
La militancia opositora aún se pregunta por qué -en los últimos años- los dirigentes de la MUDarquía venezolana han ido tantas veces a Colombia. Osea: ¿Por qué ahora sobran videos, fotografías, twitters, telefonazos y otros testimonios que prueban que Narco Uribe 82 era muy "solicitado" por MUDócratas en su trono personal?
Tampoco olvidemos que este reyezuelo santurrón sigue alucinando a sus vasallos en el laboratorio narcoparaco que los yanquis instalaron en el palacio de Narquiño… Allí acuden los representantes de la rancia ultraderecha mundial... Y Narco Uribe 82 se muestra fotográficamente complacido de abrazar y estrechar la mano a Leoporros, Caprichines, Macrorinas, Ledezmanes y afines (o del franquista Felipillo, muy curruña de Pablo Escobar Gaviria; pana de como Rajoy, Aznar, Zapatero, Bush, Fox y Nethaniazgu). La militancia opositora ya sabe también que Pablo Escobar Gaviria llegó a ser el cocainómano más buscado en el mundo y quien nombró a Narco Uribe 82 -ídolo de la MUD- como gerente internacional de la cocaína, negocio que hoy administra el sionismo yanqui para financiar la contrarrevolución en América Latina.
Pero, como la verdad no admite farsas ni malas imitaciones, es necesario repetir que el melodrama de la MUD no lo escribió Uribe 82. Lo cierto es que el bufón de la casa blanca, el ventrílocuo del rey Pentágono sólo le dictó el libreto a los guarimberos leoporreros y caprinos (monigotes personales de Uribe 82).
La obra en ciernes se denomina "Neroncito quema a Roma antes del 6D". La utilería y la tramoya está a cargo del sicariato narcoguarimbero entrenado por el dúo CIA-MOSSAD. En cambio, el gran público chavista mantiene repleto el auditorio de los acontecimientos que se avecinan. El chavismo está alerta: El pueblo-país revolucionario enfrentará cualquier mala actuación guarimbera. El Pueblo-país evitará que a los leopolderos caprilarios se les ocurra dramatizar otra vez su berrinche histérico con la intención de volver a drenar arrecheras.
SI LA CONCIENCIA ACTÚA, EVITAREMOS OTRO DRAMA EN LA ESCENA PATRIA... (Aplaudan con euforia pero OJO pelao con la histeria enemiga).
* Escritor surmerideño.