En sus maravillosos cuentos, el gran escritor estadounidense Edgar Allan Poe –maestro del misterio– dice que el asesino vuelve siempre al escenario donde cometió su crimen… Es inevitable entonces que todo delincuente regrese a revisar el entorno de sus fechorías, con la malsana intención de quitar todo lo que pueda implicarlo, acusarlo o imputarlo (con sutileza de bandido borra las huellas, desaparece los indicios y deja la escena libre de sospecha).
Pero, como la verdad tarde o temprano se impone, cronológicamente hay delitos que no se pueden eliminar tan fácilmente, sobre todo los prontuarios que ya fueron registrados por la prensa escrita, radial y televisiva del siglo XX. Porque además, en este caso, no hubo oficina de prensa o secretaría de redacción de diarios, emisoras y televisoras (incluso en revistas de toda índole temática) donde no quedaran registrados comentarios o referencias a tan abominables crímenes… Así que quien desee enterarse de los aberrantes delitos cometidos en la cuarta república sólo tiene que acudir a las hemerotecas públicas y oficiales (en algunos museos de cera se exhiben las réplicas tamaño natural de los gánsters más célebres.
Cada vez que ocurría un escándalo político, los periodistas éticos venezolanos –con la misma precisión y sagacidad mostrada por Allan Poe– se dedicaban a la pesquisa (exploración, seguimiento e investigación detallada del acontecimiento en ciernes). Queda sobreentendido que en Venezuela los poetas, cuentistas, novelistas, ensayistas, músicos, cineastas y dramaturgos, etc., también registraron literariamente todos los sucesos acaecidos durante la nefasta cuarta república…
Y es que valiéndose de las mismas tretas, trampas y artimañas propias de los maleantes y forajidos descritos por Allan Poe, los que aquí cometieron crímenes inauditos y delitos de lesa humanidad durante la cuarta república, hoy han regresado a su antiguo cubil… Sólo faltan los caudillos o capos mayores y sus más cercanos lacayos y adláteres, junto a David y las doce tribus…
Sí, sí… A La ANC acaba de entrar el rebaño fósil que venera al dios pentágono… Lo curioso de este rebaño de dinosaurios es que demuestra una evidente misoginia, y además de excluir a las mujeres también manifiestas una disimulada rabia envidiosa a los más jóvenes...
De modo que, por las apariencias insoslayables y los sospechosos indicios , da la impresión de que la Asamblea Nacional será de ahora en adelante una caricatura del antiguo Congreso Nazional. Por lo menos, hasta que la guanábana adecopéyica se pudra, la ANC será la sede del MUDseo proyanqui… Porque si ya han quitado los retratos de Simón Bolívar y Hugo Chávez, ¿qué otra aberración iconoclasta puede asombrarnos ya?
A ningún venezolano decente y patriota le debe extrañar que un día de éstos aparezca en balcones y pasillos del hemiciclo una fototeca (galería iconosea de calaveras) puntofijista.
Ya imagino en rica marquetería medieval la colección caldero-betancúrea-jovitósea, retratería antropoide que reúne a caudillos, cabecillas, capos y socios del concubinato bipartidista que azotó a Venezuela durante el siglo xx, incluso los del carmonato.
Anótenlo: En la ANC será inaugurado el MUDOSEO Nazional y su recinto será tapizado con fotos de grandes guarimberos (Franco, Pinocheth, Aznar, Nethaniahu, Felipillo, Rajoy, Uribe paraco), además de los degolladores descuartizadores asesinos, conocidos como la banda “presos políticos”).
Claro, nunca veremos en dicho MUDSEO los mapas y afiches reclamando el territorio patrio que cobardemente entregaron los gobernantes de la cuarta república. De hecho, como a Ramos Alud le gusta lo “clásico” pronto ordenará que pinten un mural manierista donde aparezca un águila imperial disfrazada de cóndor y la cara de Bush mezclada con la Hitler o Mussolini. La que no faltará será una careta demacrada de Macri adornada con mueca típica de los traidores a la patria…
