"Malos legisladores nos conducen a la anarquía, después a la tiranía y siempre a la ruina".
Jamás un congreso ha salvado a una república, son muchas las dificultades que hay para componer un buen Congreso. Los hombres con méritos no llegan a él, pues los caminos son horribles y las distancias inmensas. Únicamente los majaderos e intrigantes se encargan de las representaciones populares.
"Para formar un legislador se necesita educación en una escuela de moral, de justicia y de leyes" Simón Bolívar.
Hoy la República Bolivariana de Venezuela tiene una asamblea legislativa conformada por una mayoría de la extrema derecha de los partidos políticos de la tal llamada MUD; (toda la calaña junta) da la impresión que algunos sean drogadictos, otros alcohólicos, estafadores del estado venezolano y criminales con prontuario por homicidio, incluso que no han cumplido con su condena y se encuentran tras las rejas por sus crímenes atroces.
Son ellos por lo que dirigentes y funcionarios extranjeros en España, Suramericanos, el secretario de la OEA. Y presidente de los EE.UU piden libertad y acusan al presidente Nicolás Maduro de violar los derechos humanos, intentando aplicar la carta de intención democrática a nuestro país; pero no han podido ni podrán, en este país lo que hay es democracia y libertad hasta para mentir y nada les pasa a estos apátridas, muchos de ellos se encuentran disfrutando del dinero robado en Venezuela, y viven en el país violador de los derechos humanos como es EE.UU, que continua aplicando la pena de muerte, presos sin juicios en la cárcel de la base de Guantánamo en Cuba, por más de quince años incomunicados. El líder puertorriqueño Oscar López Rivero encarcelado por más de treinta y cinco años sin haber asesinado a nadie, su único delito luchar por la independencia de su patria.
Ahora ellos reclaman al presidente Nicolás Maduro, la libertad de terrorista y asesino que se encuentran tras las rejas por sus crímenes contra seres indefensos del pueblo venezolano; si estos criminales llegaran a cometer estos delitos en Norte América, ya estarían condenados a la silla eléctrica. Pero estos delitos los cometieron en la República Bolivariana de Venezuela y aquí se respetan los derechos humanos, por lo tanto, no existe la pena de muerte.
