La crisis externa de Venezuela, la guerra económica y la violencia, son parte de una escalada intervencionista, solo en el ataque a Cuba y la expulsión de la Organización de Estados Americanos (OEA), marco la crisis en 1961, la invasiones de EEUU, en la década del 60 del Siglo XX, los planes del canciller de la muerte Henry Kissinger, con su plan cóndor marcaron a sangre y fuego, con las dictaduras en Chile, Uruguay, Argentina, Brasil, Bolivia y la presión sobre Perú, son los ejemplos patéticos, de una modelo imperialista.
Esta realidad hoy se amplia, con la presencia de la Unión Europea ha desarrollado un sistema jurídico y político, el comunitario europeo, único en el mundo, que se rige por mecanismos y procedimientos de funcionamiento interno complejos, que se han extendido y evolucionado a lo largo de su historia hasta conformar, en la actualidad, un sistema híbrido de gobierno transnacional difícilmente homologable.
Que ahora se ha transformados a través de su brazo armado la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene sus orígenes en la firma del Tratado de Washington de 1949, mediante el cual diez países de ambos lados del Atlántico (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido) se comprometieron a defenderse mutuamente en caso de agresión armada contra cualquiera de ellos.
Hoy esta estructura militar global, ha incurrido en intervenciones armadas e Libia, en Afganistán, en Iraq, en África, en Ucrania, en la ex Yugoslavia y su balcanización en varios países, en las revoluciones naranja, para convertirse en un brazo armado de EEUU y sus gobiernos de turno. La misma solicitud del presidente Santos, de la participación de la OTAN en Colombia, uniendo su poderío a la 7 bases militares de EEUU en su territorio, ha creado un peligroso enclave en el corazón de América Latina y el Caribe.
EEUU, CEE y la OEA contra Venezuela
Luego de considerar los mecanismo de penetración geopolítica, de EEUU, la OTAN y la OEA como brazo lacayo, con gobiernos títeres de derecha, el uso de países indignos, con presidentes corruptos y asesinos, como México con miles de muertos, con Colombia, con crímenes y fosas gigantescas, con la corrupción y el gobierno de facto de Temer en Brasil, con la Argentina de Macri, ahogando a los argentinos con una crisis global de 100 años de deudas con EEUU.
Estos hechos además apoyan al objetivo central de su intervencionismo, el petróleo y los minerales de Venezuela, la guerra asimétrica de cuarta generación, ha marcado las acciones de violencia, contra la revolución bolivariana y el presidente constitucional Nicolás Maduro, como las amenazas y sanciones de EEUU, en la época de Barak Obama y ahora con el bipolar Donald Trump, que amenaza con una intervención, como lo hicieron en Panamá, para secuestrar al agente de la CIA, y presidente de facto Manuel Noriega, hoy fallecido, pero este hecho dejo un costo de miles de panameños asesinados en el barrio chorrillos, ampliando los crímenes del imperialismo estadounidense.
La MUD y sus terroristas contra la constituyente
Luego de más de 90 días de violencia terrorista, de una derecha de la denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se pudo constatar los brazos intervencionistas del Departamento de Estado y la criminal Central de Inteligencia Americana (CIA), han creado una guerra asimétrica, similar a la de las naciones de la extinta URSS, como la guerra de Ucrania, donde grupos de asesinos y descerebrados fascistas, crearon un caos a la sociedad y los diferentes pueblos que conforman esta confederación, de pueblos eslavos.
Hoy esa experiencia se aplica sistemáticamente, perdiendo los valores de la MUD, de la patria, de la constitución venezolana, que ha repudiado y que ahora dicen defender, pero usan la bandera patria dada vuelta, como un símbolo fascista, con la quema de ciudadanos, por el solo hecho de inferir que son chavistas, o la directiva de la de los partidos Voluntad Popular (VP) y Primero de Justicia (PJ), que pagan a delincuentes, a jefes de bandas criminales, que se pasean con la MUD en imágenes o la Curia bendiciendo a asesinos con "agua" bendita, esta es la realidad de un sector de la sociedad disociada y que ahora intenta frenara la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Ante esta realidad la ANC se transforma en el mecanismo democrático y popular, para enfrentar la guerra asimétrica, de poder crear una salida a la paz y al diálogo, de retomar la vigencia de la Constitución Bolivariana de Venezuela, del valor patrio del libertador Simón Bolívar y las propuestas del Comandante y presidente Hugo Chávez, en construir una alternativa revolucionaria, en la construcción de una Democracia Popular y Protagónica, para desarrollar una sociedad de avances ela igualdad y la soberanía del pueblo.
Estos hechos son violentados por una derecha que en 18 años, ha recurrido a la violencia, que desde el 2013, amplio su guerra de violencia, de guerra económica, de violencia terrorista, de echar a la basura su mayoría en la Asamblea Nacional (AN), para asumir un plan macabro de salida extemporánea y anti constitucional del presidente de la República.
Ante esta realidad de violencia y muerte, la Constituyente propuesta por el presidente Maduro, surge como el mecanismo constitucional, de lograr una salida de Paz y de diálogo, entre los bolivarianos y sectores de la derecha, no significa una nueva constitución, es la ampliación del muevo proceso constituyente, en la creación de leyes que controlen el terrorismo, que protejan a los ciudadanos y que se imparta justicia. Que se logre desarrollar una salida económica, que garantice precios justos, ante una inflación manipulada por la oposición y la especulación del dólar a precios estratosféricos y sin asidero real.
Serian muchos los objetivos de esta Constituyente, pero se hace necesaria una administración pública saneada de corrupción y burocratismo, para poder crear una sociedad de iguales, como los manifestaba la revolución francesa, avanzar en la activación de los hospitales, con las farmacias con medicamentos, para lograr un salto de calidad en la nueva propuesta de la ANC, con el pueblo como garante de la sociedad bolivariana, ante una oposición que solo busca la violencia y el terror, como la penetración de EEUU en los recursos de Venezuela.