Lo de Juan Pablo Guanipa es algo muy pocas veces visto en la política venezolana... un mercader de la política de ese calibre es un espécimen bien raro aquí y en cualquier lugar del mundo.
En el Zulia siempre se ha dicho que el individuo lanzaba su candidatura a cualquier cargo, para luego negociar su retirada a cambio de una buena cifra. Eso, según dicen propios y extraños, lo convirtió en una versión moderna de Ramos Allup, quien nunca quiso ser gobernador, embajador, alcalde ni ministro porque eso era mucho trabajo y el dinero se podía obtener por vías menos exigentes. De hecho, se hizo multimillonario con su "sueldo" de senador y/o diputado.
Guanipa, sin embargo, parecía dispuesto a dar al traste con esa conseja. No se retiró en su batalla contra Eveling (¿o la oferta no cubrió las expectativas?) y peleó hasta el final con Arias Cardenas, logrando vencerlo.
Ahora sólo restaba que el hombre dejará de tirar piedras y organizar guarimbas, para asumir por primera vez la responsabilidad de trabajar y ganarse un salario.
Pero que vaina, el hombre se echó pa trás y con un argumento pendejo, renunció a ser gobernador. Esto, como si no supiera desde que lanzó su candidatura que tenía que juramentarse ante la ANC y las consecuencias de no hacerlo.
Hace menos de una semana que tequeño crudo renunció a ser gobernador y ya nadie habla del tema (con la excepción de quien escribe) lo que deja en claro que no eran las grandes manifestaciones de protestas para revivir sus amadas guarimbas el objetivo de su estrategia.
Hacerle daño al gobierno nacional en el terreno internacional, no pareciera tampoco que fuese el objetivo, sobre todo si toma en cuenta que la juramentacion de los otros cuatro gobernadores de oposición, lo dejó como un caso aislado y sin respaldo.
¿Qué ganó el pequeñín de Primero Justicia? ¿Por qué habiendo perdido Miranda él y sus socios renunciaron a esta nueva "fuente de financiamiento"? ¿Un ataque de prepotencia y orgullo? ¿Inmadurez política?
Nuestra opinión es que los lechuginos petimetres volvieron a subestimar al gobierno. Alardearon hasta el cansancio diciendo que no se doblegarían y ya después no podían retroceder.
Claro a esto se suma el que al tipo le gusta la politica y lo que de ella puede obtener, pero no el trabajo... un nuevo Ramos Allup