Una pregunta bulle en mi mente: ¿Qué tiene Leopoldo que lo coloca por encima de la ley, de la Constitución y de las decisiones del gobierno y la justicia?
Definitivamente el caso de este terrorista avergonzaría a cualquier gobierno (excepto al nuestro).
El tipo consiguió de manera fraudulenta robarse una millonazón de PDVSA y nunca fue acusado, jamás fue procesado y mucho menos encarcelado.
Más tarde fue protagonista (reconocido por él publicamente) de un intento de golpe de Estado que costo la vida de decenas de inocentes; se llevó preso a un ministro en funciones y permitió que lo agredieran... Ni un día estuvo preso por tanta muerte y dolor.
Eso no le fue suficiente. Organizó unas guarimbas donde murió demasiada gente y se generaron pérdidas millonarias al Estado y particulares. Sus subordinados llegaron al extremo de quemar vivo a un ciudadano.
En esa oportunidad lo detuvieron brevemente, en condiciones superprivlegiadas, para luego enviarlo a su mansión a cenar con vino, tomar baños calientes en jacuzzi y a recibir visitas de la alta oligarquía y la casta política de la derecha.
Y no paró. Elaboró, junto a otros, un plan de magnicidio que de haber tenido éxito, habria cobrado la vida de cientos de muchachos, del alto mando militar y de embajadores y funcionarios de otras naciones... y el gobierno, nada.
Él tipo no sacía su sed de sangre y acaba de intentar otro golpe de Estado en el cual murieron dos funcionarios públicos, pero pudo convertirse en una masacre.
Él no para, pero el gobierno tampoco cambia su postura. Eso nos obliga a preguntarnos:
¿Qué tiene este tipo? ¿Tiene un angelito? ¿una protección que no conocemos? ¿capacidad de generar miedo en el gobierno?
Que cada quien se de su respuesta. Yo mientras tanto comienzo a hacerme otra pregunta: ¿Será que con Guaidó la vaina será más descarada?