Pero que desparpajo de esa “Iglesia”, mejor dicho de esa cúpula eclesiástica, La conferencia Episcopal de Venezuela (CIV), de pedir lo que sale en grandes titulares en todos los periódicos nacionales y por consiguiente, siguiendo los patrones del Establishment, en los medios de comunicación internacionales.

Con toda la mala intención, la CIV lanza esa insolente afirmación.

La más antidemocrática de las organizaciones del Estado Vaticano, es la CIV, se atreve a cuestionar la democracia, yo no voté por esa CIV, ¿Y usted?

Al enviar este mensaje inoportuno, interesado, parcializado, en lugar de aclarar las aguas, de limpiar el aire; lo enturbia, lo enrarece, se supone que estos altos jerarcas están dotados de los más profundos conocimiento sobre el ser humano, si ese es el caso uno no sólo le queda pensar que no fue error, sino que ya empiezan a desestabilizar al país nuevamente.

La realidad del país antes y después que el presidente Chávez asumiera es transparente como agua de manantial, no se hagan los inocentes para no usar otra palabra.

En lugar de enviar un mensaje de llamado a la cordura a las minorías “modernas”, a todo ese montón de presumidos(as), prepotentes, adinerados que cuando lo deseen toman un avión y huyen del país cobardemente, que bien le hubieran hecho al país un mensaje conciliador a esos provocadores de oficio, y después dicen que el agitador es el Presidente, que desfachatez, no me canso de repetirlo.

¿Por qué no la cúpula eclesiástica en su ecuanimidad, bañados de la objetividad que requiere el ejercicio de sus votos entre ellos de humildad, no se ajustan a la verdad, para emitir un mensaje que diga mas o menos así?:

La CIV pide a las minorías que de una vez por todas respeten a las mayorías y en especial al presidente Chávez y el proyecto de país social que el pueblo se dio.

Sabían que estaban derrotados y que fueron superados por amplia mayoría, pero que aún siguen con ínfulas que no merecen no por minorías, sino por golpistas, por el daño que le hicieron durante años al país y le siguen haciendo y en fechas muy recientes.

¿Se ha enterado la CIV que cada DOS de TRES venezolanas y venezolanos votaron por el presidente Chávez y todo el proyecto que el encarna y la amplia mayoría de los venezolanos (as) desean que llegue a concretarse para la felicidad de aún mas venezolanos (as)?

¿Presos políticos? ¿Van a seguir con eso? Desconocen el daño que le hicieron al país desde finales del 2001 hasta mediados del 2003, en contra de un gobierno más democrático imposible, es que ustedes son cómplices? Los delitos aún no han sido juzgados, por lo que casi todos andan sueltos, empezando por un miembro de esa CIV, o es que no lo vimos con esa sonrisa de oreja a oreja el día 12 de abril de 2002, en la televisión, después de la masacre que se produjo, para no insinuar que pudieran ser sabedores.

Ustedes (la CIV) no son la iglesia, no la representan gracias a Dios y al señor Jesucristo a quien he empezado a respetar profundamente. Es bien sabido la posición que dignos sacerdotes tienen, una posición totalmente opuesta a la suya, una posición de lucha por la justicia social al contrario de la suya, cómoda, apoltronada, de codearse con las altas esferas, no tienen que rebatirlo, se les vio en la televisión, y se les sigue viendo ¿o se atreven a negarlo?

Previo al 11 de abril recuerdo en particular al cura jesuita Michael de Viana dando declaraciones destempladas con la también vulgar periodista de uno de los canales públicos mercantilistas. Entrevistas como esas hubo varias previas al 11 de abril de otros tanto curas que se lanzaron a calumniar al presidente y por ende a la amplia mayoría de los que lo acompañan, con la complicidad insolente de los medios de comunicación insisto, públicos mercantilistas.

Pero ahora mismo, previo a las elecciones presidenciales, igualmente un cardenal no se si retirado o expulsado, le dan todo un espacio en su finca para dar un programa aberrante digno de los dos personajes de la entrevista.

Días previos a la elección presidencial del 3 diciembre de 2006, ante la pregunta del periodista Ernesto Villegas al Cardenal Urosa Sabino sobre esas declaraciones groseras que emitiera el cardenal Rosalio Castillo Lara en esa entrevista, se limitó a decir: ¡Yo respeto mucho al cardenal Castillo Lara! Ay carajo, ahí lo dijo todo. Yo pensé que se presentaba en el programa La Entrevista a dar una nota de concordia, pero que iluso yo.

Cura soberbio ese cardenal Rosalio Castillo Lara, cura que ya fuera abucheado, cuando se lanzaba tremendo discurso político en una misa y éste, el cardenal, en una actitud déspota, al grito de la mayoría de los feligreses que desistiera, dijo, con la ira de los parlantes: “que se retiren”. Así sería la indignación de buena parte de los presentes en esa misa en Barquisimeto para que llegasen a ese extremo. ¿No son esos pecados capitales?

¿No recuerdan señores de la CIV? Está grabado gracias a Dios para la historia.

¡Ustedes miembros de la CIV, si pueden irrespetar a las amplias mayorías!

Empiecen a respetar ustedes de una vez por todas, a todos los venezolanos (as), aún no he visto u oído pedir perdón por la aberrante actitud del Cardenal Ignacio Velazco. ¡Firmar un acta de complicidad con un Golpe de Estado al grado máximo, donde se derogaban a todos los poderes! ¿Pero se fijaron? No tocaban a los poderes de la Iglesias!!! Que conveniente!!!

Recapaciten de una vez por todas, ya la mayoría del pueblo no los acompaña, no acompaña a esa CIV elitesca, vuelvan a sus patrones de conductas de verdaderos sacerdotes, de humildad, de trabajo y amor al prójimo, al desposeído, a ver si rescatan un poco la gran mayoría de feligreses que huyen en desbandada.
Yo nací en un hogar católico romano, pero debo admitir que ustedes (la CIV) me avergüenzan y si la iglesia toda no se decide valientemente como lo hiciera el verdadero Monseñor Oscar Arnulfo Romero Galdámez, quien fuera asesinado en plena misa por defender a los desposeidos, a tomar rumbos hacia los principios a los que hicieron votos, tengo serias dudas sobre el destino de esa Institución.