La Iglesia Católica, ¿Light?

Manuel González Prada, en su Discurso "Italia y el Papado" ("Horas de Lucha"), leído en 1905 en La Stella d`Italia, resume en forma magistral el significado de la Iglesia Católica desde tiempos de San Pedro hasta nuestros días:

"Desde que emperadores y reyes regalaron territorios como se regala muebles y dispusieron de hombres como se dispone de rebaños, los Papas consideraron los Estados Pontificios como una herencia de familia, legalmente pasada de antecesor a sucesor. Ahí ejercitaron el más absoluto de los poderes, tanto que el gobierno papal era en el orden político lo que en el físico son las lagunas pontinas. Ese poder sueñan con reivindicarle para retenerle hasta el fin de los siglos: ellos no admiten prescripción ni medio vedado para reivindicar lo perdido.

"Dándose por emisarios del cielo y sólo responsables ante Dios, los Pontífices no conocen patria ni aceptan deberes cívicos; al verse acosados por sus vecinos o sus súbditos, no vacilan un solo instante en apelar al extranjero. ¿A quién llamó Pío IX el día que los Romanos le hicieron disparar hasta Gaeta? a españoles, austriacos y franceses. Hoy mismo, si la restauración de la Sede temporal dependiera de una cruzada exterior, Pío X acudiría al rey de Inglaterra que es protestante, al Zar que es ortodoxo, a Loubet que es librepensador. No rechazaría ni al Sultán, mahometano, rojo de pies a cabeza con la sangre de armenios y macedonios. Las manos enrojecidas con sangre cristiana no asustan a un Papa, cuando traen un óbolo para acrecentar el dinero de San Pedro o llevan un arma para herir en el corazón a los enemigos de la Iglesia.

"En el cerebro de los infalibles, todo error es una cristalización eterna, ¡Non possumus! gritaba Pío IX. ¡Non possumus! balbuceaba León XIII y ¡Non possumus! repetirán sus irreducibles sucesores como lo repite ya Pío X. Y no usarán la mansedumbre evangélica, al sentirse potentes para fulminar el rayo. Burla merecería, si no infundiera lástima, esa irritación morbosa de los Sumos Pontífices al verse privados de su soi-disant derecho divino. Más se les comprende y hasta se les disculpa, cuando se medita en la tradicional atmósfera del Vaticano y en el proceso mental de sus moradores. No solamente Roma; Italia, Europa, el mundo entero pertenece moral y políticamente al heredero legítimo de San Pedro. Los papas consideraron siempre la Tierra como un feudo legado por Dios, no miraron en todos los hombres más que un hacinamiento de seres inconscientes o menores de edad, obligados, por la razón o la fuerza, a vivir y morir bajo la tutela de la Curia Romana. El ideal del Catolicismo se resume así: el trono en Roma, el Sumo Pontífice en el trono, el Universo a los pies del Sumo Pontífice".

¿No es así, Cardenal Urosa Sabino? Sucede que nuestro Cardenal tiene que ser más "light" que Teodoro. Los representantes de El Vaticano que lo antecedieron en nuestro país y que intervinieron descaradamente en el Golpe de Estado; se regodearon en Miraflores, estrecharon manos golpistas, libaron el licor del momentáneo triunfo, y luego continuaron vociferando canalladas por intermedio de Rosalio Castillo Lara, están siendo purgados por el diplomático Urosa Sabino, a quien Chávez recibió con honores de Jefe de Estado al ser ordenado Cardenal por el Papa. Un emisario con bandera blanca que trata de renovar las relaciones con el Estado venezolano con modales y lenguaje taimado; por eso "respeta" la decisión de no renovar la concesión a RCTV, pero "exige" su reconsideración. ¿Qué clase de respeto es ese? Resulta que el "caso RCTV" le está bajando las medias a muchos gremios que ven la posible "avalancha" del efecto dominó. Ni siquiera lo hacen en defensa y resguardo de la planta televisora, sino por el temor que les provoca la inminencia de decisiones similares que recaigan sobre otros medios, y por supuesto, sobre dalmáticas, casullas y otras vestiduras.

Si el rojo cardenalicio hubiese intervenido con tanta diplomacia eclesiástica durante el Paro patronal del 2002 llamando a sus fieles a la cordura, los venezolanos no hubiésemos atravesado momentos tan dañinos para la población y para el país. El llamado fue muy distinto. ¿Es comparable el crimen de lesa humanidad que significo el Paro Patronal ilegal y asesino a la revocatoria de la concesión a una planta de televisión? Por esa razón es que es ¡tan absurda! la solicitud de Su Eminencia! Pero de hechos dudosos se ha construido la Iglesia de San Pedro alrededor del mundo. La Obra de Dios (Opus Dei) se ha apartado del espíritu que inspiró su original creación por allá por principios del Siglo XX, y se ha convertido en la CIA de la Iglesia, conspirando en un oscurantismo típico de la Cofradía de la Amargura.

¿Pero qué tiene que ver la santidad y la beatificación con la televisión? Patria, Familia y Propiedad. ¿Patria? ¡Pero cómo han contribuido a destruirla! ¿Familia? Hay muchas sufriendo de demencia precisamente por la "Obra" de los medios de comunicación. ¿Propiedad? Esa sí que es Santa. Recuérdese que es un feudo legado por Dios. Si la única que transmite la Santa Misa es, Venezolana de Televisión, VTV

Venezuela es una patria conformada por un pueblo católico y de mucha fe; pueblo que ha respaldado la decisión del Presidente. La devoción puede perderse si se relacionan íntimamente los intereses de la oligarquía con los de la Iglesia, aunque siempre han estado estrechamente ligados. De hecho, la dalmática era una vestidura de lujo de los nobles que después fue adoptada por la Iglesia para vestir al sacerdocio. Es obvio que la Iglesia y su rito requieren de ornamentos arquitectónicos y de imágenes sobrecogedoras, imponentes, pues el escenario es indispensable para lograr el respeto y la obediencia ciega de los fieles al Ser sobrenatural. Forma parte del aparato de propaganda e imperialista de la Dictadura absolutista de El Vaticano. El Temor a Dios.

Pero seguros estamos que la decisión del Presidente no lo conducirá al Infierno, así que no tenemos que rogar a Dios por su alma. Preguntemos a Dios qué ha sucedido con sus representantes terrícolas, que cada día se alejan más del espíritu y se sumergen en la podrida materia. ¿Será que desaparecidos los medios, los nuevos partidos políticos serán el Jesuita y el Franciscano? ¿Sustituirá el púlpito a la pantalla de televisión? Ora Pro Nobis.


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Polo Sánchez y Manuel Ernesto de Brabandere


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