Yo no soy abogado y tampoco culpable de que alguien lo sea. Sin embargo, ello no me impide asegurar que resulta muy difícil que exista en este país, o en cualquier otro, una persona que haya cometido tantos delitos como Juan Guaidó. Si a la afirmación le agregamos que el delincuente se encuentre libre; entonces la cosa se torna casi imposible.
Las razones por las que no está encarcelado el sujeto de marras son varias y de diverso calibre, pero todas colocan el interés o conveniencia política por encima de la justicia.
No es posible ni creíble que el Ministerio Público no haya culminado, a la fecha, una sola investigación que permita solicitar a un juez una orden de captura contra semejante delincuente.
¿O es que firmar documentos y decretos como presidente de la república, sin serlo, no es un delito como para ir a parar con todos sus huesos a la cárcel?
Pero bueno, no es mi intención, con esta nota, exponer argumentos que justifiquen el encarcelamiento del pitiyanqui. Lo que en realidad intentaremos es hacer una lista de los delitos cometidos por Guaidó y que a nuestro entender lo convierten el delincuente más versátil de la actualidad mundial.
Comencemos pues, el primer delito ya lo mencionamos: usurpación de cargo público. A este le siguen: traición a la patria, desacato a orden del TSJ, apropiación de fondos públicos, asociación para delinquir, uso de paramilitares y narcotraficantes como custodios, atentado contra la salud del país (genocidio) al imposibilitar la compra de vacunas, calumnias contra funcionarios, malversación de fondos de la Asamblea Nacional, apropiación de activos de la nación (Citgo, Monómeros, oro), contratación de mercenarios para invadir el país, intento de magnicidio, intento de invasión del país simulando entrega de ayuda humanitaria, intento de ingreso de explosivos al país.
Dígame usted, amigo lector, sí sabe de un delincuente con semejante prontuario.