"Una cosa es tener una segunda oportunidad, otra es saber qué hacer con ella."
PROVERBIO
"Y entonces, camarita… ¿Qué opina de que el CNE le brinde asistencia técnica a la realización de la esperada «primaria» opositora?", fue el recibimiento de mi amigo Anacleto, que sin esperar respuesta, como de costumbre, continuó: "¿No cree usted que pueda ser una concha’e mango para atribuirle a Nico y su gobierno el fracaso de ésta? Se sabe que dicha solicitud fue hecha hace meses atrás y hasta ha generado un curioso debate en la opudrición cipaya, y entre genuinos opositores que consideran que es una medida necesaria para garantizar la transparencia del proceso y su imparcialidad, dada la dura pelea a hacha, cuchillo y machete entre las y los aspirantes. Sin embargo, otros creen que el CNE está al servicio del régimen y que su participación podría ser perjudicial. Lo cierto es que ni siquiera han definido si el voto será manual o automatizado, ni cómo se llevará a cabo la participación de los que están en el exterior, que, según ellos, suman unos siete millones." Aquí Anacleto frunció el ceño, como queriendo decir – ni en sus sueños – y continuó: "Además, se desconoce si el CNE pondrá a disposición todos los centros de votación habituales. Es de notar, camarita, que, a pesar de que la «primaria» de la oposición es un proceso electoral que busca elegir un candidato único para enfrentar a Nico en las elecciones presidenciales de 2024, enfrenta graves desafíos y controversias, tanto internas como externas, que podrían afectar su realización y su resultado. Ya eso es público y notorio. También existe la posibilidad de que surja un candidato sorpresa que capte el apoyo popular y le gane a todos esos «y que» líderes tradicionales de la oposición. El meollo de todo es la definición y cohesión del que elijan, porque dependiendo de quien sea, podrían generar una mayor debilidad o fragmentación en el desnutrido apoyo del que gozan. Camarita, con la actual guerra de comunicados de los comandos de campaña de los que aspiran, el fraude, el descrédito personal, la violencia y la división, se está generando un clima de frustración y desencanto en el electorado opositor. Acusaciones van y vienen; ah, y aspiran a ir en unidad, pero nadie se compromete a apoyar a quien resulte ganador. Creo que estaban preparando una concha’e mango con eso que el CNE proporcione un servicio técnico integral, legal y constitucional, que garantice el correcto desarrollo del proceso, ya que sería la Comisión Nacional de Primaria, sin embargo, la que lo dirigiría y decidiría si aceptar la inscripción de las/los «inhabilitados», para luego alegar la «constitucionalidad» del ganador, inhabilitado o no, por haber contado con la participación y manejo del órgano rector. Y mire, camarita, nunca faltan los que alegan que la participación del CNE podría comprometer la confidencialidad de los participantes, sacando a relucir la lista Súmate, mal llamada «Lista Gascón». Recuerde, Súmate vendió esa lista y Gascón la compró; todos sabemos lo que pasó después. Pero además, camarita, si ellos gozan del 90% del apoyo popular y están seguros que ganarán, ¿qué importaría ese secreto en su gobierno? La cercanía de la fecha propuesta para la elección los ha llevado a tratar de organizar los comicios de forma autogestionada. Pero la renuncia permanente de quienes fueron acreditados regionalmente para organizarlas han demostrado lo que ellos mismos dicen: son un desastre, desastre en el que votarían no más de unas 900 mil personas, es decir, son excluyentes. ¿Cómo quedarían los «7millones» en EEUU? Bueno, ni uno de esos podrá participar; al no haber embajada ni consulados, ¿dónde ejercerían creíblemente su derecho al voto? María Machado, Henrique Capriles y Freddy Superlano, han sido sancionados por la CGR y no pueden inscribirse para optar por cargos de elección popular. Hagan lo que hagan, no van pa´l baile, con o sin CNE. Una cosa es tener una segunda oportunidad, otra es saber qué hacer con ella."
Es innegable que la postura de los partidos políticos opositores sobre la primaria varía según su grado de participación y compromiso con ésta. Las fuentes consultadas, identifican las siguientes tendencias: 1.- Los partidos mayoritarios del G-4: Son los que impulsan la primaria como forma de buscar la unidad y la renovación de la oposición. Está conformado por Primero Justicia, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática, cada uno de ellos con posibles candidatos que han mencionado o expresado su interés en participar. Sin embargo, también tienen diferencias internas y externas sobre la estrategia a seguir y sobre a quién apoyar. Siguen de fracaso en fracaso. 2.- Los partidos minoritarios de la Plataforma Unitaria: Son los que se han sumado a las primarias como una forma de ampliar la representación y la diversidad de la oposición. Lo forman partidos como El Lápiz, Fuerza Vecinal, Vente Venezuela, Avanzada Progresista, Movimiento Democracia e Inclusión, Encuentro Ciudadano, Movimiento Popular Alternativo, entre otros. Algunos ni siquiera están reconocidos.
Ojo, algunos de ellos también tienen candidatos propios que se han postulado o que podrían hacerlo. Otros apoyan a candidatos de otros partidos o buscan consensos. Van de error en error. 3.- Los partidos disidentes o críticos: Son los que se distancian o cuestionan la primaria por considerarla prematura, excluyente e ineficaz. Están conformados por partidos como La Causa R, Proyecto Venezuela, Bandera Roja y el Movimiento al Socialismo, entre otros. Algunos de ellos han planteado otras formas de escoger al candidato, como una consulta popular o una convención nacional. Otros proponen otras prioridades, como la negociación con el oficialismo o la movilización social. Son partidos que alguna vez tuvieron más militantes. Van en picada cerrada. A estos tres grupos los une la idea de que sólo logrando convocar y movilizar a mayor cantidad de venezolanos es como pueden darle legitimidad a la primaria, algo muy cuesta arriba porque son los mismos de siempre con años de infamias a cuestas.
Ahora "La Loca" o "María con Ira", como prefieran llamarla, que en verdad cree que goza de la aceptación del venezolano de a pie, "SI" está interesada en la primaria. Es que puntea en las redes sociales y en el exterior. Pero los procesos no se ganan en las redes sino en las urnas y en ellas la maquinaria chavista se ha visto difícil de vencer. No es lo mismo tener unos miles de bots asalariados, trabajando únicamente en las redes para atacar al gobierno y a Nico, que tener la mejor maquinaria electoral latinoamericana bien aceitada. Y es que el chavismo sigue siendo la primera fuera política del país, duélale a quien le duela, a pesar de estar pasando por circunstancias difíciles. Los escándalos de corrupción no se pueden tapar con un dedo, así hasta el mismo Nico esté vigilando que se cumpla la ley y que se enjuicie a quienes la avaricia ha corrompido, para que paguen sus delitos. Paz sin justicia no es paz. El Gigante decía que para ser chavista se tenía que ser honrado, honesto y decente, como forma de vida, además de humilde y solidario. Los ladrones son ladrones y nada más.
La loca está obsesionada en participar, así mienta al decir que no, porque se ve con ventaja frente a otro inhabilitado y a un penelopero. Piensa que si les gana puede salir a la calle con su "hasta el final" a crear zozobra, "el pueblo me dio un mandato que tengo que cumplir" y, si la primaria ha gozado de la asistencia técnica del CNE, "y el órgano rector es testigo de ello porque manejaron el proceso. Vamos a la calle a pelear por nuestros derechos". Espera que tú envíes a tus hijos como carne de cañón mientras los de ella los envió al exterior. ¡Ah, los de ella valen más que los tuyos! Dijo María C. Uzcátegui, ex-vicepresidenta de la CNP (sic): "Este proceso de primaria no llena las expectativas que el país requiere. Yo lo que creo es que eso no va… es que eso está hecho un desastre. 38% de los centros de votación están ubicados en casas de familias y locales... podría exponer a los responsables de estos espacios a represalias en el futuro". A pesar de los pesares, existe la posibilidad que sea el CNE el que los rescate de un nuevo fracaso y les brinde la asistencia solicitada. O sea.