Carta abierta para María Corina

María Corina, lamento obligarte a perder su tiempo leyendo estas reflexiones, minutos que podrías utilizar para elucubrar más mentiras y calumnias para atormentar a los venezolanos, a las que nos tienes acostumbrado. En todo caso, te invito a revisar parte de lo expongo ya que podrías entender la forma de pensar y de actuar de una buena parte de los muchos de los que hemos sufrido por tus viles acciones y arrebatos. En verdad, no creas que yo no te comprendo, aprendí a través de mis lecturas y experiencia sobre el accionar de las herederas de tu estirpe, quienes todavía se niegan a entender que ya el tiempo de los explotadores se acabó en Venezuela.

De comienzo siento compadecerte por la decisión del TSJ relativo al triunfo de Maduro en las elecciones del 28 J. En verdad, tal arbitraje no me sorprendió era algo que se podía adivinar desde lejos, es decir no es nada nuevo que te anotes un nuevo fracaso en tu paso por la "vida política". Coloco estas dos palabras entre comillas, porque sinceramente, eso que tú haces no se puede llamar política, es más parecido a una actuación para delinquir. Es por eso que durante estos últimos veinte años o más, tu existencia azarosa ha transcurridos entre mentiras, de fracaso en fracaso y de derrota en derrota. Espero que tal afirmación no la tomes de manera personal, puesto que no me mueve ningún tipo de aborrecimiento hacia tu persona, aunque en oportunidades experimento algunas dudas.

Es cierto que es imposible negar que la estirpe de la cual tú desciendes han obtenido grandes logros en materia económica. Ya desde la época de la Colonia, los llamados godos o mantuanos hicieron dinero como prestamistas avaros y como esclavistas, eran "burgueses" improductivos, siempre ligados al poder, o bien cercano a los peninsulares primero y luego, a los criollos que ocupaban las curules del Cabildo de Caracas. Una vez que el país logró la independencia, aquellos mantuanos infecundos lisonjeaban a los jefes de gobierno, no importaba si fuera dictador, tirano o "demócrata". Siempre obtenían alguna concesión petrolera, un jugoso contrato o un misterio que le permitiera obtener buenas ganancias. Sin embargo, María Corina, una cosa son los logros económicos de tus ancestros y otros son los lucros políticos que para ti son imposibles. No creo exagerar, no conozco en tu biografía ningún provecho, ni como empresaria, ni tampoco como dirigente política dado que eres una indocta en esta asignatura. No basta el ego, ni el apellido, tampoco las ambiciones de poder y mucho menos los contactos con potencias extranjeras que te facilitan dinero para saciar tu codicia. En política hace falta una empatía entre el pueblo y el líder y eso tú no la tienes. No has entendido que una buena parte del pueblo venezolano te rechaza por el daño y las desdichas que les han causado al país.

María Corina te recomiendo que hagas un ejercicio de recordar tus actuaciones en los desempeños en los que podía llamarse "actividades políticas", te darás cuenta que tus reiterados fiascos te han conducido a evidentes frustraciones y amarguras. Te invito a evocar aquella oportunidad, cuando Hugo en una plenaria del congreso, ante una malévola observación tuya, el comandante le reiteró que "águila no caza mosca". Este fue tu bautismo, no llegaste ni siquiera a un aguilucho y te quedaste para siempre como una mosca, merodeando en el basural de la historia. No aprendiste la lección y tu arrogancia e ineptitud te convirtió en una mujer fracasada y amargada.

De allí en adelante viajaste en el tren de la derrota y el fracaso quedó presente en todo tu prontuario, ya que en tu caso no puedo esgrimir un dossier, ya que tus actuaciones están plagadas de delitos reiterados. Recuerdas cuando cometiste la estupidez de presentarte muy ufana en una reunión de la OEA como embajadora de Panamá, siendo diputada en la AN de Venezuela. Tal desaguisado te valió la cesantía del trabajo y tuviste que abandonar por despido, de manera deshonrosa, la curul. No se cómo haces María Corina para cosechar tantos fracasos, pero nunca pierdes lo que siembras y por eso refrendaste el apoyo del gobierno de facto de Carmona el breve, todo bajo la vil mentira que solo fue una firma de asistencia a una reunión. María Corina nunca advertiste que no tienes experiencia en la política, la UCAB no te enseñó y si lo hizo no aprendiste nada. No creo que fuiste ni siquiera una delegada de curso y mucho menos, en tu época de mozuela, te enfrentaste a la policía en defensa del cupo o el pasaje estudiantil.

María te lo advertí en una oportunidad, que no buscaras aliados en los bajos fondos, al lado de esos bichos lo que vas a encontrar son problemas. Sin embargo, "a perro huevero ni que le quemen la trompa" y te empeñaste en buscar compinches en la sentina social y en la alcantarilla política. Te mezclaste con Guaidó, Leopoldo López, Carlos Vecchio, Capriles, Velázquez, Borges…y al lado de ellos caminaste por singladuras tortuosas que ya habías desandado y se cumplió en aforismo "quien mal anda mal acaba".

Lamentablemente soy hijo de la violencia política y estoy al tanto de la pérdida de un padre por la acción de un joven quien tuvo que pagar diecinueve años de prisión por este delito. En ese tiempo el asesino tenía dieciocho años y permaneció recluido por asesinar a una persona desconocida, sin estar al tanto que era un padre con cinco hijos con una esposa. Yo te aseguro María Corina que tú nunca has experimentado tal sentimiento, tal congoja, ni como viuda ni como madre de un grupo de huérfanos. Sin embargo, tú, junto con esa cáfila de vagabundos con las que te coaligaste llamas constantemente a la violencia, financias a mercenarios criminales, promueves el terrorismo, la desestabilización, el crimen, sin importar las consecuencias que tales trastornos causan a las familias. Si me hubieses consultado te hubiese referido los sufrimientos de mi madre y mis hermanos.

María Corina, se que eres madre de tres hijos, pero no eres como las mamás que conozco en Margarita y en Cumaná, quienes se levantan a las cuatro de la mañana para preparar la masa para vender empanadas en la playa, o las madres que están a las cuatro de mañana en las colas de las camionetas de Petare para ir a trabajar para ganar el sustento de los hijos. Tus herederos estudiaron y estudian en EEUU y no vivieron y tampoco viven los momentos aciagos de las madres, padres, niños y jóvenes venezolanos quienes por culpa de las medidas coercitivas que tú solicitaste a los gobernantes de USA, solo para castigar a tus compatriotas. Muchos de ellos niños inocentes quienes murieron por no conseguir las medicinas, bien por lo costosa o bien porque el gobierno no las podía importar por las sanciones. María Corina, cuando pariste a tus hijos no te dieron un carnet de buena persona, y no lo eres, tan solo una asesina es capaz de pedir una invasión militar extranjera con las consecuencias que esto conlleva, esto lo demuestra lo sucedido en Panamá, Afganistán, Siria, Libia y otros países víctimas de las acciones de estas máquinas letales.

María Corina, tu intención es negociar las riquezas del país con las grandes corporaciones industriales energéticas y mineras del norte y la UE, a cambio de que te faciliten tu llegada al poder. Por fortuna esto no sucederá. Es por eso que no escondes tu relación con tus amos, por ejemplo, la foto al lado de Bush en la Casa Blanca, tus vínculos con los aliados de Donald Trump y ahora con Elon Musk. Tú arrogancia no te permite disimular tus compromisos que estos explotadores cuyo único interés, no eres tú, no seas presumida, les conciernen las riquezas que esconden nuestro suelo patrio. Tú eres un instrumento del imperio, pero por suerte nunca llegarás al poder, simplemente porque eres una goda cuyo ego está por encima de los provechos del pueblo venezolano. Y el pueblo lo sabe.

María Corina ya el TSJ ratificó a Maduro como ganador de las elecciones del 28 J, sin embargo tú no reconoces ni las decisiones del Poder Electoral ni tampoco la del máximo tribunal de justicia, entonces, para qué competiste en una gesta en la cual no estás conforme con el árbitro y mucho menos con la sentencia del TSJ. Si tú crees en la democracia debes respetar las instituciones sobre la cual se sustenta este modelo. Mentiste en las primarias de la oposición y embarcaste a Edmundo en un viaje que no tenía destino y lo que le espera al pobre es la prisión por desacato. Tus compromisos con el golpe de Carmona, tus apoyos a los intentos de golpes de estado, tu complicidad con los actos desestabilizadores, tus vínculos con el terrorismo, tu apoyo a las sanciones, tus últimas actuaciones en la actos de destrucción y quema de los hospitales, colegios, centros de abastecimientos, golpes cibernéticos, el apoyo de agentes extranjeros denunciado fraude sin pruebas cometidos por el CNE…es una demostración de que tú no crees en la democracia, que eres una golpista, una terrorista y que te importa un carajo Venezuela y los venezolanos. María Corina el gran regalo que le puedes hacer a la tierra de Bolívar es retirarte de la política, ya basta de tantas mentiras y tanta maldad. Creo que el escritor francés Víctor Hugo tuvo razón cuando expresó: "Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien". Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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