La cúpula de la Iglesia catòlica venezolana retoma su protagonismo político, luego de permanecer un largo período intentando mantenerse a raya en la confrontación entre opositores y partidarios del gobierno. Dos episodios marcan esta reaparición. Uno,,el pronunciamiento adelantado sobre una reforma constitucional que todavía permanece en suspenso, y el otro, el discurso tumba gobierno de monseñor Baltasar Porras en medio de las deliberaciones del Consejo Episcopal Latinoamericano, realizadas en La Habana.
Esta reactivación de las sotanas como instrumento de lucha revela, de plano, la inexistencia de un liderazgo opositor capaz de articularse en torno a un proyecto de país La posición de la cúpula eclesiástica, en particular la de Porras , Castillo Lara y otros obispos ultra antichavistas, pone en peligro una vez más la unidad no sólo de la Conferencia Episcopal Venezolana, donde ciertamente no hay sectores proclives a apoyar la revolución bolivariana, sino de toda la institución religiosa. Porque es innegable que hay voces disidentes dentro de la Iglesia, vìctimas, por cierto de serias restricciones a la libertad de expresión que los obispos tanto dicen defender.
Pero más allá de la unidad interna de la Iglesia, lo que se observa es que el discurso discreto, reflexivo, crítico y a la vez responsable de monseñor Urosa Sabino parece estar cediendo espacio a la derecha ensotanada representada por Baltasar Porras y compañía.
En otros momentos políticos que vivió el país, Porras llevó la voz cantante junto a otros obispos y promovieron, sin disimulo alguno, líneas que iban más allá de una homilía y se emparentaban de plano con un proceso de recalentamiento político, con fines a nuestro juicio nada democráticos. La gran interrogante derivada de esta puesta en escena de monseñor Porras en la reunión recién finalizada en Cuba es si, de nuevo, predomina en el episcopado venezolano la idea de tomar partido a favor de las f.uerzas que se oponen a cualquier iniciativa gubernamental, llámese reforma constitucional, lucha contra la especulación o no renovación de la concesión a RCTV, canal que por cierto vuelve a transmitir, vía cable, cosa insólita en un régimen dictatorial como el que existe en Venezuela, a decir del monseñor devenido en líder opositor.
Copa América. Con el triunfo de Brasil sobre Argentina culmina este evento que le permitió al fútbol venezolano mostrar avances sin precedentes La selección vinotinto, encabezada por Richard Páez, merece el reconocimiento nacional. Salvo el episodio de las entradas, todo salió a pedir de boca. El Ministerio del Deporte, y todos los organismos involucrados, también cumplieron. El país todo ha salido victorioso. No importa el empeño de algunos por destacar sólo lo negativo. De paso, quedamos con estadios de primera, que deberán estar al servicio del desarrollo deportivo a todos los niveles. Y en cuanto a lo ocurrido con la detención de cuatro estudiantes que protestaban durante el juego entre México y Uruguay, me parece, amén de exagerada, una pendejada, que sólo sirve para alimentar a las ya menguadas acciones de calle contra la no renovación de la concesión a RCTV. Así lo veo.
Angel Rodríguez. Mis condolencias al amigo Angel Rodríguez, diputado a la Asamblea Nacional, por el fallecimiento de su señora madre, Delia Gamboa de Rodríguez.
