Apreciado Barack Obama: How are you? How's your family? Excuse me, please. Obama no queremos incomodarte, pero consideramos que hiciste lo que te faltaba. Ahora resulta que saltaste la talanquera. Obama nos traicionaste, te delataste. Te pasaste para el lado chavista al proponer una reunión con el presidente de Venezuela.
Sin ningún género de dudas, más destapado no puedes haber quedado. You acted very wrongly, o sea estuviste mal. Obama, te lo vamos a decir de frente: Hasta aquí te acompañamos. Nosotros, que te quisimos tanto, debemos separarnos, no me preguntes más. Obama, no es falta de cariño, te queremos con el alma, pero en nombre de este amor y por tu bien, te decimos adiós. Esta querencia llegó hasta donde dobla el viento y se cruzan los atajos.
No te lo esperabas, ¿verdad? Nosotros, en la oposición, teníamos buenos planes para ti en caso de llegar a la Presidencia de EEUU: Te regalaríamos a Pdvsa y de ñapa te daríamos la faja Petrolífera del Orinoco. Además a la oferta electoral de la Tarjeta Mi Negra la llamaríamos Tarjeta Mi Negro. ¿Qué más querías? ¡Pero tú te lo perdiste todo, de cabo a rabo!
¿Se te olvidó que en tu campaña como precandidato del partido Demócrata, al ser preguntado por los periodistas sobre Chávez respondiste: "Creo que es una amenaza, pero una amenaza manejable"? Lo que no jamás esperábamos de ti, al considerar a Chávez como una “amenaza manejable”, es que luego plantearías la necesidad de sostener una tertulia amigable con el mandatario venezolano.
Obama, no sólo has perdido la memoria y el talento, sino también la vergüenza. Obama, creemos que eres un ingenuo charlatán que fuiste paloma por querer ser gavilán.
Disculpa que seamos brutalmente honestos, pero ya te montamos en la nave del olvido y condenamos al naufragio lo vivido. Goodbye, Obama, porque tus errores nos tienen cansados, porque en nuestras vidas ya todo ha pasado. No, aunque nos juraras que mucho has cambiado, para el oposicionismo lo nuestro ya está terminado.
Con tu nueva actitud política ante Chávez, nos preguntamos: ¿Para dónde te lleva la vida? Te exigimos que te eches a un lado del oposicionismo venezolano. Bórranos de tu memoria. No vengas luego a decir: “Esperen un poco, un poquito más”. Obama estamos decidido a dejarte íngrimo y sólo con Chávez, porque en esta historia no hay el final feliz del colorín colorado de los cuentos de hadas.
Hasta te has convertido en un político desconcertante: Encargamos al Filósofo del Zulia para que hablara contigo en la Convención Demócrata efectuada en Denver, pero no lo recibiste.
Ni siquiera lo miraste con el rabillo del ojo. El susodicho tuvo que decirnos resignado y cabizbajo: “No fue posible mantener una reunión oficial con Barack Obama. El encuentro será posteriormente, dependiendo de la actividad electoral del candidato demócrata”.
Obama, ¿en qué te afectaba haberle dicho al Filósofo del Zulia aunque fuese un displicente, un apático, un frío: What's your name? ¡Qué pena con el Filósofo del Zulia! ¡Obama, eso no se hace!
Obama, te confesamos que se nos paran los pelos cuando recordamos que tu asesor Restrepo tuvo la ocurrencia de revelar que hablarás directamente “con Chávez en el momento adecuado y en un lugar que tú elijas”.
Esperamos
que el “momento adecuado” de tu reunión con Chávez no se produzca
la noche del próximo 23 de noviembre, ni que “el lugar escogido”
para el encuentro sea el Balcón del Pueblo, porque nos matarías y
nos moriríamos del bochorno y de la pena.
vchavezlopez@hotmail.com