Las manos sedosas de Baduel

Las manos sedosas de Baduel no son aptas para la Seguridad y la Defensa de Venezuela. Títere dislocado, hilos enredados-igual que Marisabel-…¡Bah!


La seguridad y la defensa de la patria venezolana es un asunto que cada día cobra mayor relieve en el quehacer del gobierno del Presidente Hugo Chávez y en la atención del pueblo venezolano, debido al proceso de transformación política y al cambio de estructuras e instituciones del Estado.
La estructura burocrática del sistema político internacional propicia la interdependencia. El tratamiento de los fenómenos transnacionales, en este momento, se vuelve ineludible para todas las sociedades del mundo y esto contribuye para que el tema adquiera suprema relevancia.

El imperialismo norteamericano diseñó un solo patrón para el mundo entero. En ese proyecto imperialista mundial parecen existir, esencialmente, cambios graduales y, cambios bajo la fuerza de los cañones.

Para nosotros los venezolanos y, para Chávez, lo que se perfila para el mundo como un cambio gradual-obviamente por lo de la globalización-para nosotros se presenta como un acentuado cambio que, por diversos aspectos de nuestra propia realidad nacional, nos obligan a prestar extrema atención a los fenómenos políticos propios como a los internacionales y entre los que destacan nuestro carácter productor de petróleo y eso implica una política petrolera internacional, además de nuestras relaciones con el ámbito internacional, tanto con países más subdesarrollados que nosotros como con los poderosos países militaristas chupasangres pero, con políticas definidas.

Desentendernos de amarras es jodido pero, hay que hacerlo. El gobierno y el pueblo debemos dedicar extrema prioridad a los problemas de la seguridad y la defensa.
Todo indica que el problema de seguridad y defensa va a ir en aumento. Y, es que la consolidación de las naciones y su desarrollo hacia un Estado moderno, dependen de la seguridad y la defensa que coexisten en su territorio.

El moderno concepto de seguridad y defensa involucra una estrecha relación entre factores multidimensionales.

En la medida en que podamos poner en las manos del pueblo las diversas claves de lo que el imperialismo pretende enmascarar, podríamos reconfortarnos en cuanto a la defensa y lograr un alto grado de seguridad.

Baduel, tal como Marisabel, son piezas del imperialismo para atacar a la patria. Sólo se trata de elementos que lograron pasar, hicieron su trabajo, cobraron, pero, ya- por fortuna- están fuera de lugar.

Al analizar como han surgido las naciones y cómo se han consolidado después del desmembramiento de los grandes imperios, encontramos el factor guerra presente en cada caso. Todas esas guerras han sido guerras de independencias, de integración, de mantenimiento de las soberanías, guerras de guerrillas, guerras, guerras, guerras, y más guerras, y mil vainas, de tal manera que, al abordar el tema de la seguridad y la defensa de la patria venezolana, hay que abordar una multiplicidad de factores que tocan desde la preservación de la cultura-pasando por el uso de las vías diplomáticas o del enfrentamiento abierto y, hasta bélico, hasta el acatamiento de disposiciones diplomáticas internacionales para alcanzar objetivos específicos de la patria.

Muchas son las injusticias cometidas contra Venezuela por carecer el país de una claridad adecuada en el tratamiento de los asuntos de seguridad y defensa por parte de los negociadores, o por cualesquiera otras razones. Es por lo que hemos sufrido despojos territoriales, interferencias de potencias extranjeras en cuestiones de soberanía, y otras vainas.
Baduel, Marisabel, y otros, sólo son títeres dislocados, enredados en los hilos que los manejan. Hay que abrir los ojos, el enemigo es el imperialismo.
Sólo una vaina, un ejército apoyado en el pueblo, es invencible.

oceanoatlanticoguillermo@gmail.com



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Guillermo Guzmán


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