¡Bienvenido, compañero!

Ledezma, Caracas te recibe con cariño

Compañero Antonio Ledezma

Jefe de campaña de Alfaro Ucero.

Presente.

En hora buena, compañero. Estamos inmensamente felices con tu triunfo, no puede ser de otra manera. Aún está rodando en nuestra memoria la película aquella donde nos echaste plomo parejo. Una veintena de nosotros pagaron con su vida aquel gobierno adeco tuyo cuando tuvimos la osadía de perturbar tu magna obra: mira cuánto te debemos, compañero. Fuiste fiel al mandato romulero de disparar primero y averiguar después, aunque sinceramente nunca nadie averiguó nada. Si, fuiste fiel a Rómulo: el pueblo fue para ti una entelequia. Y como sabemos que el hombre suele ser un animal de costumbres no esperamos nada menos de ti… Aún recordamos aquella bella tarde caraqueña cuando enviaste las ballenas de la P M., cargadas con las aguas del río Guaire, para que nos diera una ducha de mierda digna de nuestra condición de pueblo pobre y abandonado a la buena de Dios. Ese día la Conferencia Episcopal , ésa que tanto sufre por la sociedad civil escuálida, parece que estaba de votos de silencio: aún retumba en nuestros oídos su ensordecedora mudez. Ese mismo día las cámaras de TV también fueron testigos mudos de aquel innoble acto en contra de la adecocracia romulera. Esa arremetida de  "actos vándalicos contra la democracia”, ahora lo mientan manifestación pacífica, rctv no tenía autorización  transmitirla. Para qué peturbar la santa paz de los hogares venezolanos con otra cosa que no fueran las telenovelas de don Marcel Granier y don Eladio Lares. El rating,  todopoderoso señor del gran capital mediático,  no podía ser  desequilibrado por unos violentos "malagradecidos" incapaces de aceptar un “no hay salarial aumento este año tampoco”, bien lo sabemos ahora. Te prometemos, compañero, que esta vez no caeremos en la tentación de ser los “bandoleros sin oficio” que tanta lata te dieron, no. Y no lo haremos porque ese zambo de Sabaneta ha tenido el descaro de ponernos el salario más alto de América Latina, incluso si llegamos a quedar jubilados. ¡Que vainas se le ocurrieron a ese loco cuando decidió enterrar la “moribunda”! Aunque pensándolo bien esa “moribunda” siempre estuvo bien muerta. Así que si llegamos a salir en cambote será para sacarte en hombros de la Alcaldía: aunque creemos que ese deseo ya lo pidió otro adeco antes que tú, compañero. No importa lo que diga el zambo de Sabaneta: con los adecos se vive mejol…

Saludos compañero,

La entelequia.

henryboscn@yahoo.es



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Henry M. Boscán B.


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