Cuando el periodista y escritor Fausto Masó reconoció públicamente la excelente labor realizada en tan poco tiempo por el General Jorge Luís García Carneiro, Gobernador del estado Vargas, la colega Berenice Gómez abrió los ojos de par en par en señal de sorpresa porque es la primera vez que uno de sus invitados especiales al programa de televisión, “Los Chismes de La Bicha”, es capaz de emitir una opinión favorable a un hombre de la entera confianza del presidente Hugo Chávez Frías.
Lo que pudiera ser interpretado como un comentario común se convierte de repente en un hecho noticioso dado a que Radio Caracas Televisión Internacional ha asumido una línea editorial mucho más enconosa de la que exhiben los partidos de oposición que no reconocen ningún tipo de acierto del Ejecutivo Nacional mucho menos de los gobiernos regionales y locales afectos al chavismo.
Ese pasado día lunes cuando el incisivo columnista del Diario El Nacional le decía a “La Bicha” Berenice Gómez que era un asiduo visitante del Litoral Central, y había visto con sus propios ojos la limpieza y el ornato que lucía el estado Vargas, García Carneiro iba rumbo al Club Marina Grande con el fin de verificar la documentación legal que posee el referido centro recreacional para hacer uso privado de unas playas, que constitucionalmente, son del dominio público.
Es decir, el “piropo” que Fausto Masó le lanzó al Gobernador Carneiro fue antes que el Club Marina Grande pidiera auxilio a los medios de comunicación para que se hicieran eco de las pretensiones “comunistas” del General en Jefe que ha decidido ponerle el corazón a Vargas.
Me imagino las críticas que le han formulado a Fausto Masó por hacer uso de su derecho a opinar sobre las cosas buenas que ocurren en nuestro estigmatizado estado y a su expansión de sinceridad al reconocer no saber por qué razón siempre le había caído mal el general. Lo que si sabe, como buen irreverente, es que la oposición no perdona. Como la intolerancia es el mejor caldo de cultivo para los linchamientos mediáticos debo decirle a Masó que no tiene porque arrepentirse de haber “embichado” a la propia Berenice Gómez, al contrario, se debe sentir orgulloso porque después de sus acertados comentarios, García Carneiro demostró que los representantes del Club Marina Grande se apropiaron ilegalmente de tres playas huérfanas de servicios donde cobraban hasta 50 mil bolívares por adultos y 25 mil bolívares a personas de la Tercera Edad. Imagínate que en ese Club Marina Grande hay socios que sintieron vergüenza de este ejercicio de injusticia social que es un verdadero record nacional. Los operativos de profilaxia que ha iniciado García Carneiro en las marinas, clubes y balnearios de Vargas gozan del respaldo de guaireños y caraqueños sensatos, sobre todo los que están conscientes del derecho que les asiste de hacer uso de los bienes que son del dominio público. Por lo pronto defiéndete con esto, si puedes, que hay más. No comas casquillo de La Bicha.
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