Venezuela es hoy un increíble laboratorio vivencial en todos los campos del saber humanístico, especialmente en lo que a la política y lo social se refiere. En cada rincón del país se discuten cualquier cantidad de tesis, teorías, propuestas que van desde el Socialismo del Siglo XXI (insisto en el termino porque se trata de la construcción de un modelo que se deslastra de los vicios del socialismo del Siglo XX y asume de este lo que le engrandece), pasando por el análisis del partido que queremos, la construcción del Poder Popular, la guerra de cuarta generación, las relaciones Sur-Sur, el rol de la mujer, la construcción del hombre y la mujer nuevos, el estado docente, la construcción de La Ética Socialista Para la liberación, el papel de los intelectuales en la revolución, el partido de masas y el partido de cuadros, la edificación de la vanguardia obrera, y mas, mucho mas, todo dentro del campo de las fuerzas progresistas revolucionarias (promotoras del cambio sistémico).
En el bando opuesto, el de los opositores al cambio, los “conservadores” (empeñados en conservar el muerto pasado), la cosa es totalmente diferente. El proceso de estancamiento intelectual es notable, pareciera que el “shock” que les produjo la perdida de privilegios, la vertiginosa velocidad de los cambios y el impacto de una realidad sistemáticamente negada por la propaganda y la manipulación mediática les ha acusado un efecto neuronal parecido al que la “súper marihuana” de los laboratorios imperiales produce en los desprevenidos incautos que la consumen.
Este estado de imbecilidad colectiva de quienes adversan a la revolución parece obedecer a varios factores o fenómenos:
1) La injerencia yanqui. Cuyo cometido es el de perpetuar el periodo de “penumbra” que acompañada los estados iniciales del proceso de cambio sistémico y que es “naturalmente” superado en un corto periodo de tiempo. Pues, la injerencia ha mantenido de manera sistemática a la posición venezolana en un estado de “penumbra permanente” y de zozobra continuada utilizando a los “medios lacayos” como verdaderas “lavadoras de cerebro”.
2) Los movimientos políticos emergentes de la oposición, han ido de fracaso en fracaso, sembrando más desesperanza y más confusión a una oposición que no encuentra en que “palo ahorcarse”. Primero por que estos partidos o movimientos emergentes de la oposición sellaron su suerte a la de los cadáveres insepultos de Acción Democrática y COPEY y se hundieron con ellos en la caída histórica más estrepitosa que se conozca en Venezuela.
3) Lejos de rectificar (es de sabios y eso es lo que no tienen) y ante la debacle adeco-copeyana, no asumieron personalidad propia y cayeron en el chantaje de Globovisión y Radio Caracas, lo que expone el triste espectáculo de los dirigentes de Primero Justicia y Proyecto Venezuela bailando como monos bufones al son que les toquen los organilleros Ravell y Granier.
4) Mención aparte merece un “bodrio” llamado “Un Nuevo Tiempo” al que la “Embajada Americana” le impuso a los partidos de la oposición como “líder maestro”, convirtiéndose por obra y gracia de la degradación moral de su fundador en el peor negocio de la oposición.
5) El síndrome del avestruz
Que consiste en la negación sistemática de la realidad. Es así como no aceptan la Constitución Bolivariana aprobada por más del 80 % de los venezolanos.
Niegan todas las obras del gobierno
Niegan la intervención de la narco-política colombiana en Venezuela
Niegan el golpe de estado
Niegan la culpabilidad de los asesinos de Abril del 2.002 a pesar de las pruebas contundentes.
Se oponen irracionalmente a la Ley de Educación y no exponen argumentos validos
Apoyan incondicionalmente a cualquier delincuente con tal que este sea contrario a Chávez
Acogen sin reservas a cuanto corrupto salga de las filas del gobierno y lo convierten en héroe.
Atrapada en su propia tramoya, la oposición venezolana se dio a la tarea de defender automáticamente a su LIDER Manuel Rosales y ahora tiene que cargar con el fardo de los delitos de un tahúr aventurero, inescrupuloso, socio de los paramilitares, socio de los narcotraficantes y socios de los enemigos jurados de Venezuela Álvaro Uribe “El narcotraficante 82”, Juan Manuel Santos y la godarria colombiana.
Termino con unas líneas que me envió mi camarada Omar Muñoz" a cerca de “La inteligencia Fracasada. Teoría y Practica De La Estupidez” cuando afirma:
“La inteligencia fracasa cuando es incapaz de ajustarse a la realidad, de comprender lo que pasa o lo que nos pasa, de solucionar los problemas afectivos o sociales o políticos; cuando se equivoca sistemáticamente emprenden metas disparatadas, o se empeña en usar medios ineficaces; cuando desaprovecha las ocasiones, cuando decide amargarse la vida; cuando se despeña por la crueldad o la violencia”.
“Algo serio le pasa a la oposición venezolana, con el manejo de su inteligencia fracasada, que en manos del pueblo venezolano es algo así como que: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”.
rafaelurdanet@gmail.com