Caracas, diciembre 5 - Los servidores de datos de respaldo del Consorcio Credicard son administrados por la compañía Dayco Host, propiedad del grupo empresarial D’Agostino, relacionado familiarmente con el actual presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, a través de su esposa, Diana D’Agostino, según las primeras pesquisas adelantadas por los cuerpos de inteligencia.
Credicard, la principal operadora de medios de pagos electrónicos de Venezuela, experimentó el pasado viernes una prolongada falla en sus bases de datos que provocó la supensión casi total de las transacciones de compra con tarjetas de crédito y débito de una veintena de bancos que respresentan al menos dos tercios de los usuarios del sistema bancario del país.
Todo indica que la dependencia operativa de este proveedor de servidores y alojamiento de datos es tal, que las actividades de recuperación y regeneración de la data (que fue afectada en proceso de falla) se debió hacer en la sede de Dayco ubicada en la urbanización Las Mercedes de Caracas.
Asimismo ha llamado la atención que aunque Credicard cuenta con al menos tres centros alternos de operación (todos a cargo de Dayco, incluido uno en Miami, Florida, en EEUU) no fue activado ninguno oportunamente para superar exitosamente los perjuicios derivados de la falla.
La investigación criminal, que está a cargo del Sebin (inteligencia de Estado), ha conducido inicialmente a la aprehensión de los más altos cargos gerenciales de la organización, incluyendo al presidente ejecutivo, Víctor Gago Couty, de 46 años.
Hasta ahora hay al menos cuatro ejecutivos detenidos desde la noche del viernes, mientras que un quinto estaba siendo buscado este sábado.
Además de Gago, se ha confirmado la captura de la vicepresidenta de Operaciones, Geraldine Abreu y posiblemente del vicepresidente de Sistemas, Laurentzi Bilbao Rangel.
Entre los hallazgo de la pesquisa se encuentra el hecho de que no se activó oportunamente el protocolo de levantamiento de la plataforma, que establece un plazo de un hora para hacerlo, especialmente si se trata de una avería de alto impacto, es decir, que afecte a más de 200 clientes.
