14-12-18.-La minería ilegal ha afectado al territorio venezolano fuertemente. Las denuncias al respecto continúan haciéndose públicas, llamando la atención sobre tan peligrosa actividad para el hombre y el medio ambiente.
Gustavo Carrasquel, ambientalista y presidente de la fundación Azul Ambientalistas, manifestó que a causa de esta práctica se ha deforestado alrededor de 2.800 kilómetros cuadrados, lo que representa un 53% de esas áreas.
“Desde el 2010, se ha perdido alrededor de 2.800 kilómetros cuadrados de Amazonía venezolana, eso cuantifica el 53% de la superficie”, detalló.
El portal SciDev reseñó que entre el 2000 y 2015 fueron “arrasados” 5.266 kilómetros cuadrados de vegetación, acelerados por la minería ilegal. Los resultados de esta investigación realizada por la organización Provita fueron presentados en julio de este año en el Congreso Latinoamericano y del Caribe de la Conservación Biológica.
En este trabajo, señalaron que la deforestación de ese 53% ocurrió entre el 2011 y 2015.
“Hay mucho territorio que queda arruinado, pues la erosión y contaminación mercurial es tan alta que mucho de ese 53%, no menos de la mitad, es casi irrecuperable”, recalcó Carrasquel.
Las consecuencias son diversas: deforestación, sedimentación de ríos y contaminación por mercurio son algunas de los principales daños al ecosistema.
“La deforestación no es la única consecuencia, también la sedimentación de los ríos, la contaminación por mercurio, son las principales consecuencia de este atentado contra la vida en Venezuela”, aseveró. Esta actividad, además, provoca la pérdida de biodiversidad, flora, fauna y hasta etnias.
Según este ambientalista, la minería ilegal inició en la década de los 90 con la llegada de los garimpeiros brasileños. Para estos años, ya se tenían imágenes satelitales de lo que se llamaba “cordón garimpeiro” que iniciaba en Venezuela y terminaba en Brasil que es “toda una zona roja con alta contaminación mercurial producto de la extracción de oro”.
Agregó que “los puntos alrededor del río Caroní son unas de las zonas más afectadas por la deforestación que ha causado la minería”.
“La velocidad con que esta minería ilegal ha acabado con la capa vegetal ha sido muy rápida, en comparación con otras causas tradicionales de la zona”, expresó.
Los pueblos indígenas que hacen vida en estos sectores se han visto afectados, al igual que más 850 especies de aves estudiadas, más de 250 mamíferos y más de 200 tipos de reptiles diferentes que “corren un riesgo de alta vulnerabilidad y extinción masiva”.
Carrasquel precisó que hasta hace poco los indígenas de la zona vivían del ecoturismo que ha sido desplazado, por lo que mucho de estos han incursionado en la minería ilegal.
“Veo con preocupación que el daño patrimonial es inconmensurable y va a ser muy difícil la recuperación de estos territorios en el futuro inmediato, porque además provocó un problema social”, declaró.
Cree que, además de todo esto, a las consecuencias se le sumará una alteración en el sistema climatológico venezolano.
“El patrón lluvias está alterado y se va a enfrentar al fenómeno de El Niño, el próximo año, a condiciones más extremas producto de esa deforestación. Allí es donde está el principal reservorio hidrológico de Venezuela, el principal reservorio hidroeléctrico porque está la represa de El Guri y es alarmante”, reveló.
“Los hechos están demostrando que lo que hay es un desbordamiento de minería ilegal y que esta es mayor que la controlada”, dijo. Estima que se tomen décadas para que se puedan recuperar estas zonas.
Contaminación por mercurio
El ambientalista explicó que luego de sedimentar el oro para su extracción hacen un lavatorio con mercurio. Los desechos del mercurio, como lo hacen en la misma corriente hídrica, va a parar a los cuerpos hídricos.
El mercurio, ilustró, tiene una particularidad y es que se vaporiza y se mezcla con el oxígeno e impregna todo. Su permanencia puede ser de años y genera enfermedades, contamina el aire y erosiona suelos. “La contaminación mercurial es una de las más agresivas que hay a nivel mundial”, señaló.
También destacó que “Venezuela es uno de los países con más altos niveles de contaminación mercurial” y una de las razones es por la explotación minera.
Indicó que en la minería controlada las empresas intentan contener el mercurio, pero que igualmente pueden ocurrir accidentes que permitan la contaminación con este metal.
“En el caso del mercurio, ellos tratan de contener, más no frenar, la contaminación del mercurio en el agua a través de tanques o piscinas”, aseguró.
“Si estas piscinas o tanques se desbordan o si ocurre algún desperfecto, todo se contamina. En la minería ilegal es mucho peor. Hacen en lavatorio con mercurio en el mismo río y el Orinoco es uno de los afluentes hídricos de América con más alto nivel mercurial según varias organizaciones”, aseveró.
Expuso que la actividad minera en sí misma, hasta la fecha, es altamente erosiva y contaminante, pues “se comienza vaporizando con cianuro la zona. Cuando ya se va a extraer el oro, viene el lavado mercurial. Es decir, por donde sea, hay contaminación”, sostuvo.
Y no solo la extracción de oro, “la actividad minera de extracción bauxita, coltán o carbón también son altamente erosivas y desencadenan daños colaterales”.