Un estudio conjunto de científicos chinos y australianos prevé un desastre en 50 años. Es terrible – y no sólo para los insectos.
Entre los múltiples aspectos de la devastación del planeta, poca es la atención que recibe el inminente colapso de las poblaciones de insectos.
Un trabajo reciente, de científicos de las universidades australianas de Sydney y Queensland, y de la Academia China de Ciencias Agrícolas, muestra que debería haber más preocupación sobre el tema. Los resultados fueron reportados por el sitio estadounidense Truthout.
Las conclusiones principales
a) el 40% de las especies de insectos existentes están amenazadas;
b) cada año, el planeta pierde el 2,5% de toda la biomasa de este enorme grupo de invertebrados. Las causas son la devastación de ecosistemas, el uso masivo de venenos agrícolas y el calentamiento global.
Las consecuencias, poco conocidas, son dramáticas. Si el ritmo actual se mantiene, dice la investigación chino-australiana, la mitad de la actual biomasa de insectos podría perderse en 50 años.
Los animales, a menudo despreciados por su tamaño, componen, junto con los arácnidos y los crustáceos, el 50% de toda la biomasa animal del planeta. Y están en la base de casi todos los ecosistemas.
Por ejemplo: el 60% de las especies de pájaros dependen totalmente de ellos para su alimentación. Además, el 80% al 90% de las plantas dependen de los insectos para la polinización.
Un colapso de la población insetívora podría tener, por lo tanto, consecuencias catastróficas en toda la vida del planeta.
No hay salida, dice Truthout, pero se requerirá un cambio sorprendente de los patrones actuales de producción y consumo. Es necesario, en especial, repensar la agricultura y la ganadería productivistas.
Actualmente, un área equivalente a toda América del Sur se utiliza para la agricultura; y la ganadería (incluida la producción de alimentos para el ganado) consume un África. Una de las salidas obvias es la reducción sustancial del consumo de carne – en particular, bovinos.