Hemos dicho que el bien común es el fin que se propone la Comuna. Estudiarlo y reconocerlo es imprescindible para conocer tanto la estructura como los elementos que integran la vida cotidiana de la Comuna. El bien común tiende a concretarse en el conjunto de condiciones sociales que favorecen el desarrollo pleno del ser humano como individuo y como ser social. Podemos afirmar que el bien común es aquel bien que conviniendo a cada persona, constituye siempre el bien de una comunidad de personas y que sólo en dicha comunidad de personas puede ser alcanzado. El bien común, entonces, no conviene a una persona en particular o incluso a un grupo de personas, sólo, sino a cada una de las personas que integran la Comuna y a todas ellas, he allí su grandeza. El hombre se reúne en comunidad para alcanzar un bien vivir en conjunto que no podría alcanzar nunca como ser aislado.

Se busca la plenitud de aquello que es específicamente humano en el mundo (bienes, virtudes, conocimiento, paz, amistad y progreso hacia la perfección). El bien común no es la simple colección de logros individuales yuxtapuestos, sino algo más profundo, concreto y humano que es participado en cierta medida por cada uno de los individuos, haciendo posible así, su perfección y libertad personal.

CARACTERISTICAS DEL BIEN COMÚN

a) Debe ser Universal. Conviene a toda persona en cuanto tal sin acepción de sexo, edad o nivel académico.

b) Debe ser Supraindividual. Vale decir que supera el bien particular de cada uno de los miembros de la Comuna así como la suma y el conjunto de todos los bienes privados de los individuos que integran la Comuna, haciéndose pleno sólo cuando el bien es colectivo.

c) Debe ser participable. De este bien común deben participar todas las personas que forman la Comuna. La libertad, por ejemplo, no será un bien común de una determinada Comuna si todos sus miembros no son libres. Igual puede decirse de cualquier otro bien como la igualdad o la justicia.

d) Debe ser progresivo. El bien común colectivo se halla condicionado por las exigencias del tiempo, de la historia, y la historia tiene un carácter progresivo. El bien común va progresando con el progreso de la Comuna. El bien común no es algo que ya es sino algo que va siendo y que siempre está en camino de ser.

En este sentido el bien común ofrece un aspecto realizado y un aspecto realizable. Realizado, en cuanto está representado por el conjunto de bienes materiales y espirituales de que goza la Comuna. Realizable, en cuanto tiene de conservación y acrecentamiento del bien común en el quehacer de la Comuna. Todos los miembros de la Comuna tienen que tener derecho a participar plenamente del bien común realizado, así como el ineludible deber de participar en el esfuerzo por el bien común realizable.

En la Comuna Socialista la primacía del bien común debe ser claramente percibida y practicada sobre cualquier bien individual o particular, no como imposición sino como plenitud de conocimiento, conscientes de que ningún bien particular puede conducir a la vida plena de la persona si este bien no armoniza plenamente con el bien colectivo. Sólo la Comuna Socialista, como etapa previa a la plenitud, puede y debe garantizar el ansiado logro de la plenitud humana en armonía con los otros y con la naturaleza.

Sin estos valores y principios fundamentales que encontramos en la Comuna de Damasco y en algún que otro espléndido Kibutz, Soviet o algunas de nuestras Comunidades Aborígenes en vano nos esforzaremos por trascender los reflejos condicionados inculturados por siglos de la brutal cultura del egoísmo. ¿Qué es difícil?, ¿Quién podría pensar alguien que no lo será la conquista de un mundo nuevo? Asumir que bastarán unas cuantas consignas y algunos elementos organizativos o la presencia de "recursos" para edificar ese mundo nuevo es más que una ingenuidad un crimen de lesa humanidad y lo es porque lo que está en juego es la humanidad. Nada más y nada menos.

¡Comuna o nada!

¡VENCEREMOS!