Desde la perspectiva de Marx, un modelo de Comuna será necesariamente imperfecto y se interpretaría como una etapa transitoria y contradictoria dentro del proceso de lucha de clases y transformación social. Pensar que las ideas que nosotros traemos y sin más serán la base de la Comuna es caer en un error, porque solo la vida social y política de la comunidad es la que dará viabilidad al proyecto, y determinará realmente si existen las condiciones para que paso a paso se implemente la idea
Marx como todos saben, veía a la sociedad en un estado permanente de movimiento, de desarrollo pasando de las etapas más sencillas a otras más complejas, como las que vivimos actualmente, y ese movimiento social se le denomina dialéctica, filosofía basada en las ideas de Hegel, que el marxismo tomó y adecuó a sus ideas revolucionarias.
Para el marxismo una Comuna, incluyendo a la venezolana, se desarrolla dentro de la lucha de clases, y es parte de ella, y por lo tanto, la comuna estará influenciada por esa lucha de clases, con lo cual diría que no es un proyecto de consenso absoluto sino que tiene apoyadores y opositores. Marx señalaría, al igual que Hegel, que la Comuna es un proceso dinámico y evolutivo, no un estado estático, donde la practica comunitaria y la lucha de clases actúan como motores de su desarrollo en movimiento, exigiendo que el modelo teórico que se use como referente, trabajado intelectualmente, se adapte a las condiciones materiales y sociales cambiantes.
Marx veía en la Comuna de París (1871) un ejemplo concreto, aunque breve, de cómo la clase trabajadora podía organizarse para tomar el poder y construir una sociedad nueva. Para Marx, incluso un modelo imperfecto de Comuna representa un paso adelante en la lucha contra el Estado burgués y la explotación capitalista, pero tal como él lo señaló para La Comuna de Paris debía tener viabilidad y tomar las decisiones adecuadas.
La Comuna, en su esencia, es la forma política descubierta para llevar a cabo la emancipación económica del trabajo, por lo que están enmarcadas en lo que se llama la construcción del socialismo. Marx reconocía que las comunas, especialmente en sus primeras etapas, enfrentarían numerosas dificultades y contradicciones. Estas contradicciones surgirían de la persistencia de elementos de la vieja sociedad capitalista, así como de la falta de experiencia y recursos de la clase trabajadora.
Marx dejaría claro las diferencias significativas entre la Comuna de París de 1871 y las Comunas en Venezuela. La Comuna de París fue un movimiento insurreccional que surgió en un contexto de derrota militar y crisis política en Francia. Fue una experiencia breve, de solo dos meses, en la que los trabajadores parisinos intentaron establecer un gobierno basado en la democracia directa y la autogestión.
Por otro lado, las Comunas en Venezuela son parte del proyecto del Socialismo del Siglo XXI impulsado por el gobierno venezolano en función de las ideas de Hugo Chávez. Estas comunas buscan organizar a la población en unidades de autogestión y participación comunitaria, pero están enmarcadas dentro de un contexto legal y político diferente al de la Comuna de París. Además, las Comunas en Venezuela están más vinculadas a la intervención del Estado y a la estructura de los Consejos Comunales.
Por lo que aunque ambas experiencias comparten la idea de la autogestión y la participación popular, difieren en su contexto histórico, duración y relación con el Estado.
Para Marx, el objetivo final no es simplemente la creación de comunas aisladas, sino la construcción de una sociedad comunista global, sin clases y sin Estado. Las comunas son vistas como un paso importante en este proceso, pero no como el fin en sí mismo. Así que Marx vería un modelo imperfecto de Comuna como un paso adelante, lleno de contradicciones, pero un paso necesario en el camino difícil hacia una sociedad sin clases.
Considero que la mayor dificultad de la Comuna es la carencia de un modelo productivo propio y perfeccionado, lo que es una debilidad fundamental en el desarrollo de las comunas, modelo productivo que incluso debería ser mejor en eficiencia y eficacia que las propuestas capitalistas.
La producción es la base material de cualquier sociedad, y sin un modelo productivo sólido, las comunas corren el riesgo de depender excesivamente o exclusivamente del aporte del estado, con lo cual perdería su carácter social y su espíritu innovativo revolucionario en un mundo en crisis, perdería su carácter de fiesta y de voluntad de la gente de hacerse creativamente, dueños de sus vida, siempre explotadas. Perdería su carácter de propuesta rebelde.