Este mes de marzo la autodenominada Coalición de los Voluntarios (26 países capitalistas) se ha reunido buscando modos de presionar a Vladimir Putin. Mientras tanto en Castilla-León y Castilla-La Mancha la nieve deja blanco el paisaje y fríos a sus habitantes. Tras 9 meses en la astronave los cuatro astronautas ya están de regreso en la Tierra. La misión Crew-10 de SpaceX y la NASA ha cumplido una importante etapa. Mientras tanto la Guerra sigue en Ucrania, en Oriente Medio y otras regiones del mundo.
MARZO CARGADO DE VIOLENCIA: AYER Y HOY
El mes de Marzo está cargado de violencia tanto ayer como hoy, tanto histórica como etimológicamente. El sangriento asesinato en la antigua Roma de Julio César, asesinado el 15 de marzo del año 44 antes de la era cristiana, es considerado uno de los hitos históricos más determinantes de la Antigüedad. En la antigua Roma, los idus eran días clave en el calendario, marcando la mitad del mes lunar.
Los idus eran días de buenos augurios que tenían lugar los días 15 de marzo, mayo, julio y octubre, y los días 13 del resto de los meses del año. Los romanos estaban llenos de supersticiones y de rituales para atraer a los buenos augurios.
El magnicidio, ocurrió en los idus de marzo. Julio Cesar, de 55 años, Pontífex Máximus, era jurídicamente intocable. pues se había hecho nombrar cónsul y dictador vitalicio de Roma, pero fue asesinado en el Senado, junto a la estatua de Pompeyo.
Algunos leales seguidores le habían advertido sobre esta conspiración organizada por los optimates (o patriarcas), pero el orgullo o el exceso de confianza en sus propios méritos no inclinaron a Julio Cesar a admitir la posibilidad de que más de sesenta miembros del Senado estuviesen conjurados para darle muerte. A muchos de ellos, el mismo César les había perdonado la vida en el pasado. ¿Cómo lo iban a traicionar?
Fueron algunos de estos senadores quienes le convocaron a una reunión en el Foro, el 15 de marzo (recuerdese que a los mediados del mes, los romanos los llamaban idus) del año 44 a.C. Antes del encuentro, Julio César también fue advertido por su esposa, Calpurnia (César era amante de Cleopatra, con quien tenía un hijo en Egipto), de que había soñado que lo asesinaban. Para ella era una premonición, pero César, con su habitual autoconfianza, despreció el consejo y le contestó: "Solo se debe temer al miedo".
Al llegar al Teatro de Pompeyo, lugar donde se reunía la curia romana, fue interceptado por los conspiradores, quienes le entregaron un petitorio. Cuando comenzó a leerlo, uno de los presentes, Tulio Cimba, tiró de su túnica, provocando la ira del César. "¿Qué clase de violencia es esa?". Como Pontífex Máximus, César era jurídicamente intocable. Fue ese el momento elegido para asesinarlo.
La conspiración era de un grupo de senadores opuestos a su política autocrática. Sus asesinos le asestaron 23 puñaladas. Según cuenta el historiador Suetonio, al ver que entre los atacantes se encontraba su hijo adoptivo Marco Junio Bruto, Julio César exclamó: "Tu quoque, Brute, filii mi! ("¡Tú también, Bruto, hijo mío!").. Los conspiradores, autores del crimen, consideraban que se trataba de una "muerte necesaria" por el bien de la República, otros lo vieron como traición a Cesar..
Su ensangrentado cuerpo quedó exánime a los pies del monumento a Pompeyo, hasta que tres esclavos llevaron el cadáver a su hogar. Allí fue donde Marco Antonio vio los restos del que fuera el hombre más poderoso de Roma y organizó, con los leales miembros de la decimotercera legión, una pira funeraria. Ante su cuerpo mutilado, Marco Antonio pronunció un discurso que exaltaba las virtudes de su antiguo jefe.
Siglos más tarde, Shakespeare aprovecharía dicho momento para escribir una de las alocuciones más memorables de su obra: "Acá vengo a enterrar al César, no para alabarlo... El mal que uno ha hecho en vida vive después que ha partido, mientras que el bien frecuentemente se entierra con sus huesos. Que así sea con el César".
En cualquier caso, según fuentes informativas de la época, consta que se produjo un eclipse de sol tras la muerte del cónsul y dictador romano, eclipse que por prolongarse demasiado provocó el temor de una noche eterna a aquella "generación impía". Los dioses romanos parecían mostrar así su disgusto por el asesinato. Pero el mismo Marco Antonio reconoce en su discurso funerario que César tenía "ambiciones desmedidas". ¿Eran tales ambiciones desmesuradas cuando el pueblo de Roma ansiaba su ascenso al poder? La clase dominante romana tenía muy presente el peligro de la democracia: puede degenerar en una demagogia, tal como lo advertía Aristóteles. Cabe preguntarse si temían por la democracia o por la pérdida de sus privilegios.
Algo imprevisto para los conspiradores vendría después. Lejos de restaurar la República, su asesinato originó una guerra civil que llevaría al ascenso de Octavio Augusto como primer emperador de Roma.
ETIMOLOGÍA ROMANA DE MARZO
Etimológicamente el nombre del mes de Marzo deriva del latín Martius, que era el primer mes del calendario romano. Martius a su vez se deriva de Mars, el nombre en latín de Marte, dios romano de la guerra. Marte, dios adorado como antepasado del pueblo romano a través de sus hijos Rómulo y Remo.
Dentro del calendario romano, que fue el primer sistema para dividir el tiempo en la Antigua Roma, marzo era el primer mes del año.
Así pues el año civil romano de 304 días comenzaba en marzo (Martius), en honor al dios romano Marte. Continuaba hasta diciembre, que era la época de la cosecha en la Roma templada. Fue así hasta que el emperador Numa Pompilio en el año 700 A.C., decidiera incluir los meses de enero y febrero, pasando marzo a ser el tercer mes del calendario gregoriano con 31 días.
Shakesperare escribió su "Julio César" en 1599, en la que ya advertía con su frase. "¡Cuídate de los idus de marzo!" ("Beware of the ides of March", en su versión original en inglés). De ahí la advertencia en la frase: cuidado con los idus de marzo. El poeta italiano Dante adoptó otra postura condenatoria del asesinato y del desleal Bruto: Bruto, al matar al hombre que le perdonó la vida, estaba condenado a los niveles más bajos del infierno.
LA LUNA CAMBIA DE COLOR
La característica principal del mes de marzo del pasado año 2019 fue que el día 20 se registraría el equinoccio de primavera, que suele ser la estación más cálida y seca, con temperaturas que alcanzan hasta los 30 °C por la tarde. El 21 del mismo mes tuvo lugar la tercera superluna (coincidencia de luna llena con el máximo acercamiento de ésta a la tierra), a una distancia de 360 mil 772 kilómetros.
Este 2025 del jueves por la noche hasta el viernes por la mañana, la sombra de la Tierra cubrió gradualmente la cara blanca y brillante de la Luna y le dio un tono rojizo. Fue el primer eclipse total de luna, también conocido como luna de sangre, en más de dos años. Del jueves por la noche hasta el viernes por la mañana, la sombra de la Tierra cubrió gradualmente la cara blanca y brillante de la Luna y le dio un tono rojizo. Según Aimee Ortiz explica la luna de sangre en The New Yorker Times: "Un eclipse lunar se produce cuando el Sol, la Tierra y la Luna se alinean, en ese orden. Hay distintos tipos de eclipses lunares, pero los eclipses lunares totales hacen que la Luna brille de color rojo porque la luz solar debe atravesar la atmósfera antes de iluminarla. Las longitudes de onda de la luz azul se dispersan más fácilmente en nuestra atmósfera, pero las longitudes de onda más rojas la atraviesan, lo que crea el efecto de luna de sangre."
En las Islas Canarias algunos fotógrafos pudieron captar imágenes del eclipse lunar cuando apareció sobre las islas.
LA COMUNA DE PARIS: MARZO DE 1871
La Comuna de París (en francés: la Commune) fue un movimiento insurreccional que desde el 18 de marzo hasta el 28 de mayo de 1871 gobernó brevemente la ciudad de París, su espíritu era una forma de socialismo autogestionario.
El 18 de marzo de 1871, un grupo de artesanos, comunistas, obreros, mujeres y anarquistas, tomaron la ciudad de París e instauraron La Comuna. Este intento de autogobierno duró 72 días antes de ser aniquilado por una masacre brutal.
La guerra como partera de la revolución
En julio de 1870 Napoleón III, que había usurpado el Poder con un golpe de Estado y se había proclamado rey. declaró la guerra a la Prusia de Bismarck, con el objetivo de mantener la hegemonía francesa en Europa y afirmar la autoridad interna del Imperio francés. Este ‘intento imperialista’ de salvar el régimen se derrumbó rápidamente. El 2 de septiembre Napoleón III reconoció su derrota y se rindió en Sedán dando lugar a un vacío de poder en Francia.
La guerra suele ser partera de revoluciones al tensar al máximo las contradicciones sociales y de clase a niveles nunca vistos en "tiempos de paz". Eso fue lo que pasó entre las masas del pueblo trabajador de París.
En medio de la locura de la guerra destaca el papel jugado por la Asociación Internacional de los Trabajadores, conocida como la Primera Internacional. La misma era dirigida nada más ni nada menos que por Karl Marx. El papel de Marx como organizador, recuerda que el fundador del socialismo científico era además un "filósofo", o un "economista". Marx era un militante orgánico del movimiento obrero, muy conocido e influyente entre los trabajadores de varios países de Europa en la dificil situación entonces.
El pasado año 2024 ha estado repleto de emociones, que los franceses han compartido con el resto del mundo: Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024 fueron los más vistos de la historia. El mundo vibró al ritmo de las emociones deportivas. Pero otro tipo de emociones sacudieron Francia y Europa en 1871 como nos recordó en 1921 Angeles Maestro al cumplirse los 150 años de la Comuna parisina. Nines Maestro como dirigente del agrupamiento de Red Roja y con otros grupos presentó una Jornadas conmemorando el 150 Aniversario .
En su presentación Nines Maestro trató especialmente el papel destacado de las mujeres durante la I Internacional.
En la atmósfera inevitablemente confusa del proceso abierto por la insurrección triunfante del 18 de marzo de 1871, frente al nepotismo monrquico de Napoleón III debemos rrcordar que aquel movimiento anunciaba desde la primera hora su carácter social y obrero. Los Comuneros en un texto publicado el día 21 en el Boletín Oficial de la Comuna decían:
«Los proletarios de la capital, en medio de las debilidades y traiciones de las clases gobernantes, han comprendido que les ha llegado el momento de salvar la situación tomando las riendas de los asuntos públicos […] Los trabajadores, los que producen todo y no gozan de nada, los que padecen miseria entre montones de productos que son fruto de su trabajo y su sudor, ¿deberán seguir siendo el blanco de todas las injurias? […] El proletariado ha comprendido que era su deber imperioso y su derecho absoluto tomar en sus propias manos su destino y asegurar su triunfo haciéndose con el poder…».
El manifiesto programático del Comité de los Veinte Distritos parisinos para las elecciones del 26 de marzo defendía el vínculo de la Comuna con la República, como única forma de gobierno «compatible con la libertad y la soberanía popular»; «la libertad más completa» de expresión, reunión y asociación; «el respeto del individuo y la inviolabilidad de su pensamiento»; «la soberanía del sufragio universal [con capacidad para] convocarse y manifestarse incesantemente»; los principios de elegibilidad, responsabilidad y revocabilidad aplicados «a todos los funcionarios o magistrados». Exigen la «supresión de la Prefectura de policía», encomendándose las funciones de vigilancia pública a «la Guardia Nacional bajo las órdenes inmediatas de la Comuna»; Guardia Nacional «formada por todos sus electores, que nombran a todos sus jefes y estado mayor, conservando la organización civil y federativa representada por el Comité Central»; «supresión en París del ejército permanente»; «propagación de la enseñanza laica integral»; «organización de un sistema comunal de seguros sociales que cubra el conjunto de los riesgos, incluidos el paro y la quiebra»…
Se proclamó un Bando del decreto de moratoria de alquileres y deudas del 29 de marzo de 1871. Y uno no puede menos que ver la similitud con los desorbitados alquileres que imponen las inmobiliarias en la actualidad del 2025.
En condiciones dramáticamente difíciles, las medidas adoptadas por la Comuna, en sus escasos dos meses y medio de gobierno, evidencian con toda claridad el carácter social, a la vez obrero y popular, de su revolución: condonación de alquileres impagados; moratoria y proyecto de una solución justa para el problema de las deudas; prohibición del trabajo nocturno de los obreros panaderos; prohibición de las multas y descuentos de salario que los patronos aplicaban a los trabajadores; fijación de un tope de retribución para los funcionarios en consonancia con los salarios obreros; supresión de las casas de empeño privadas, restitución de los bienes empeñados de valor inferior a 20 francos y reforma del Monte de Piedad. El 2 de abril, la Comuna decretó la separación de la Iglesia y el Estado y la confiscación de los bienes del clero: una medida que apuntaba a «destruir la fuerza espiritual de la represión» (Marx) y que contaba con el impulso del sentimiento anticlerical fuertemente arraigado en el pueblo comunero. En el mismo sentido, la apuesta pionera y socialista de la Comuna por una escuela pública, gratuita, laica e integral; el magisterio vio incrementados sus salarios y se equipararon los de maestros y maestras.Veinte años después de la Comuna de París, escribió Federico Engels en su introducción a La guerra civil en Francia,«lo más difícil de comprender es indudablemente el santo temor con que aquellos hombres se detuvieron respetuosamente en los umbrales del Banco de Francia […], un error político muy grave»: los aportes de este al presupuesto de la Comuna (absorbido en sus tres cuartas por las urgencias de la guerra) apenas alcanzaron en total 20 millones de francos, ¡unas 13 veces menos que los librados en los mismos meses por el Banco a Versalles!
La violencia de la clase dominante refleja su pánico ante una revolución que con su «asalto a los cielos» (Marx) había amenazado las bases de su poder explotador capitalista.
Entre «crepúsculo» (de las revoluciones del siglo XIX) y «aurora» de las que no han aparecido pero están por venir, ¿en la Comuna no se ve tanto una cosa como la otra? La Comuna mostró a Marx que la primera tarea del proletariado en el poder era la de destruir y sustituir un aparato estatal que no es sino el instrumento de la opresión capitalista, es decir, cualquiera que sea su forma, el garante de la dictadura del capital. Como el propio Marx reconoció, la experiencia de la Comuna fue decisiva en su comprensión del carácter del gobierno de transición a establecer por el proletariado revolucionario triunfante. Lenin y los bolcheviques pudieron con razón afirmar que no habían olvidado la lección: el estado soviético, creado por soldados, obreros y campesinos, hizo frente a las mayores adversidades. El concepto de dictadura del proletariado que significa «dictadura democrática revolucionaria» de la clase obrera y sus aliados, y no sobre ella, es de naturaleza opuesta a la del estado burgués que, incluso en su forma más democrática y permisiva, no deja de ser dictadura del capital sobre el trabajo.
¿BAILÓ LENIN SOBRE LA NIEVE O NOS ESPERA EL FINAL?
Un frío día de enero de 1918, exactamente un día después de los primeros 72 días de haber conquistado el poder de los soviets, algunos dijeron que se vio a Lenin bailando en la nieve por el logro de haber superado la duración de la Comuna de París. La bandera de uno de los batallones de la Guardia Nacional insurrecta de 1871 está presente en su mausoleo.
La Biblia con libros tan teológicos como políticos trata a los judíos como pueblo elegido por Dios y menciona la "luna de sangre" en varias partes, especialmente en relación con hechos apocalípticos y el fin de los tiempos. En Joel 2:31-32, se describe una escena en la que "el sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre" antes del día del Señor, que será "grande y terrible".
La Luna de Sangre ha cubierto los cielos sobre nuestra madre Tierra, es de esperar que no se les ocurra a los poseedores de las bombas atómicas apretar el disparador de las mismas. Eso significaría algo "grande y terrible" y apocaliptico, es decir, el comienzo de grandes catástrofes, hecatombes, tragedias, como resultado de la guerra atómica y posible final de nuesto mundo. Será igual de terrible si quien aprieta el disparador habla francés como Macron o ruso como Putin, chino como Xi Jinping o inglés como Trump. Al final desaparecemos todos. Y eso es mejor evitarlo mediante negociaciones. Una paz deficiente es siempre mejor que una eficiente guerra mundial. Pero quizás para lograr esa Paz sea preciso una nueva Comuna de carácter mundial, lo que puede ser tan deseable como imposible. El mes de Marzo ha estado lleno de violencias pero abriendo puertas a luchas de Progreso y de Esperanza.
emiliodiazmiranda@gmail.com