En Aragua la situación de la dirección política del PSUV es crítica. Estamos en este estado ante una situación compleja y cuesta arriba para las venideras contiendas electorales. Los resultados de las pasadas elecciones parlamentarias debieron encender las alarmas en el partido. Por el contrario, parte de la dirigencia burocrática jugó por un lado al triunfalismo y, por el otro, aprovechó para desacreditar a ciertos sectores internos del PSUV que no le son afectos.
Es cierto que el resultado global de las elecciones del 26S es favorable al PSUV. Este partido es la primera fuerza, con bastante ventaja, en el seno de la nueva Asamblea Nacional que se inaugurará a comienzos del 2011. Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que en algunos estados y en algunos circuitos fuimos derrotados contundentemente, incluso en algunos de esos casos nos agarraron por sorpresa. Tal es el caso del estado Anzoátegui. Pero hay otros casos que hábilmente han sido ocultados por dirigentes burocráticos locales. Tal es el caso del estado Aragua.
El problema no es los resultados de las pasadas elecciones parlamentarias. Eso ya pasó. El problema es cuáles lecciones sacamos de esos resultados y cómo nos preparamos para las futuras elecciones, incluyendo la elección donde se decidirá la permanencia del Comandante Presidente Chávez al frente del gobierno. La oposición agrupada en la MUD por ahora tiene una ventaja, ganó en los centros urbanos y se consolidó entre la clase media. El reto para el PSUV es mantener la votación entre los campesinos y los sectores urbanos pobres, y ampliarla, y tratar de mejorar la votación entre la clase media. Esto último lo veo difícil. Lo primero no está tan fácil.
Creo que es necesario darle un cambio drástico a la dirección política en el estado Aragua. Un aspecto que requiere de mucho trabajo es la formación política. Pareciera que muchos de los que ocupan cargos en diferentes ámbitos de la burocracia no tiene muy claro que significa el socialismo, cuál es la conducta de un socialista y cómo se gobierna desde una perspectiva socialista. ¿En qué se diferencia los alcaldes del PSUV del alcalde Zambrano, el único alcalde de oposición en el estado Aragua? No puede ser que la única diferencia sea el color de las franelas que usan los empleados de las alcaldías. No basta declarar en carteles que tal o cual municipio es socialista. Las diferencias tienen que ser mucho más profundas y no pueden pasar desapercibidas, tienen que estar a la vista. Lo mismo podemos decir de la gobernación. Tenemos gobernadores vecinos de oposición, Salas Feo en Carabobo y Radonsky en Miranda. La pregunta que surge es: ¿En qué se diferencia la gestión del gobernador Isea de la de esos dos gobernadores opositores? Debería verse a simple vista, no tendríamos que explicar mucho. A mí no me queda muy claro el asunto.
La respuesta a la pregunta que sirve de título a este artículo dependerá de que las bases revolucionarias del PSUV en Aragua profundicen la democracia y la acción revolucionaria. No hay partido revolucionario sin clase revolucionaria. Tenemos muchos problemas en nuestro estado que sólo serán resueltos gracias a la intervención de esas bases revolucionarias. Sí no logramos avanzar significativamente en la resolución de esos problemas, desde el fragor de la lucha revolucionaria, tendremos que responder NO a la pregunta planteada.
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