Lamentablemente, hemos visto como en algunos entes públicos llegan a ocupar cargos de gerencia o dirección personas sin formación política revolucionaria y cuyas prácticas están en contradicción con la conducta revolucionaria. Una o un gerente que constantemente ofenda a las trabajadoras y trabajadores, cuya práctica de dirección esté signada por el capricho, por la limitada capacidad para la evaluación y la autocrítica, por la poca capacidad para oír sugerencias y recomendaciones, por el autoritarismo, por la limitación de los espacios para la participación y la expresión de las y los trabajadores, por una incapacidad manifiesta en el manejo de un lenguaje culto y educado, en especial en el ámbito cultural, para comunicarse con las y los trabajadores, por la creación de conflictos con otros entes dedicados a la misma actividad, por la desarticulación con otros niveles del gobierno, y por la falta de dominio de los lineamientos políticos de la Revolución Bolivariana es un gerente contrarrevolucionario. Por si fuera poco, este tipo de gerente desprecia a las personas inteligentes, talentosas y trabajadoras. Una persona cuyo estilo de gerencia cumpla con las características antes mencionadas le hace más daño a la revolución que cien escuálidos juntos.
La gente del campo de la cultura pareciera tener unas características peculiares, como por ejemplo la especial sensibilidad por el buen gusto y la estética, que le hacen sentir a uno que una gerencia del estilo arriba descrito sería casi imposible en ese medio. Pero no. Resulta, que como en el país al revés de Galeano, si se encuentran esos ejemplares en al ámbito de la cultura. Al parecer ese es el caso del Gabinete Cultural del Estado Aragua, ente dependiente del Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Contrario a todos los principios revolucionarios y humanistas, en el gabinete se instaló el peor de los estilos antirrevolucionarios de gerencia. La gerencia actual se caracteriza por el desprecio a las personas, el maltrato a los trabajadores, la ofensa constante a los compatriotas que se dedican a la labor cultural desplegados por todo el estado, el desconocimiento del trabajo de los demás, el uso más degradado del lenguaje y la desarticulación con otros entes gubernamentales dedicados al fomento de la cultura.
Este tipo de gerencia no sólo hace daño a las personas bajo su influencia directa e indirecta, siino que hace un gran daño al trabajo cultural en el Estado Aragua. Es más, no sólo no permite avanzar a la revolución en materia cultural sino que la hace retroceder. Urge profundizar en la aplicación de las tres Rs. Nuestro Comandante Presidente ha solicitado hasta el cansancio que se revise la gestión de los funcionarios públicos y que se rectifique a tiempo, antes de que el daño sea mayor. El camarada Chávez nos ha llamado a profundizar la revolución, nos ha pedido que seamos radicales. ¿Qué seguimos esperando?
Twitter: @mosqueraj