No se equivoque amigo lector en esta ocasión no saquee ni un grano de arroz como si lo hice el siglo pasado durante el Caracazo del 27 de Febrero del 89, fueron dos hechos sociales marcados por diferentes circunstancias políticas, sociales y económicas. Con propiedad puedo decir que los recientes saqueos son una comiquita al lado del Caracazo el cual fue producto del hambre que padecía el pueblo por las medidas neoliberales implementadas por el gobierno de CAP.
En esta oportunidad solo una minoría muy reducida de los habitantes de los barrios salieron a saquear, la mayoría eran los mala conducta los que causaron terror con sus motos.
Todo comenzaba con una llamada telefónica o mensaje de texto a motorizados quienes se reunían en grupos de 25 y en minutos se triplicaban ubicándose en los sitios indicados, todos con parrilleros le caían a un abasto o panadería y en 5 o 10 minutos tumbaban candados, rejas, Santa Marías o cuanta vaina encontraban a su paso.
Un 60 % de los locales panaderías, abastos, ferreterias, carnicerías, cerámicas, farmacias, fruterias etc que se encontraban en la Av. Lisandro Alvarado, desde la autopista hasta el Palacio de Justicia, unos 5 Kilometros aproximadamente, fueron saqueados por estos delincuentes motorizados de los barrios adyacentes a la CHET del Hospital Central.
Esta vez se dieron hechos curiosos que marcaron la diferencia entre los saqueos del Caracazo y los actuales, como fue, la unión de la comunidad y los propietarios de los locales en defensa de sus propiedades.
En el mercado de los Guajiros de la Av. Las Ferias algunas personas de las comunidades adyacentes y propietarios esperaron a plomo a los motorizados aquí hubo muertos y heridos que no reseñó la prensa regional y nacional.
En algunos sectores de los barrios los Chorritos, Ricardo Urriera y al sur de Valencia, comunidad y dueños de los abastos se unieron y les cayeron a plomo a los motorizados, aquí también hubo muertos y heridos que no fueron reseñados en la prensa regional y nacional.
En el mercado Periférico y en algunos locales adyacentes al mismo la Guardia Bolivariana repelieron a los moto-delincuentes.
En el mercado libre los dueños de los locales hicieron una vaca para darle a la Policías de tal manera que montará vigilancia día y noche a los locales, los mismos no fueron tocados por los moto-delincuentes, se comenta que fueron 5 millones de Bs. el costo.
El mercado de mayorista fue resguardado por la Guardia Bolivariana, motivo por el cual no fueron saqueados.
Se comenta que la Guardia Nacional Bolivariana y los Policías Municipales y del Estado también saquearon, ahuyentaban a los moto-delincuentes luego llenaban sus camionetas de comida y/o mercancía.
Fue impresionante ver como los mercados Perefericos y Libre de la zona suroeste de Valencia, una ves terminados los saqueos, estaban repletos de gentes en una cantidad que superaba la cantidad habitual de concurrencia. Las comunidades de Naguanagua, sitio donde los dueños de los locales comerciales fueron salvajemente saqueados, se volcaron a llenar de alimentos su despensa en estos mercados.
Durante los 3 días de saqueos en Valencia las zonas pudientes no guarimbiaron, sus planes, los cuales eran sacar a delincuentes de las barriadas para que saquearan funcionaron; a pesar de esto aunque exista hambre en los barrios de Valencia, más del 90 % de sus habitantes no participaron ni estuvieron de acuerdo con los saqueos.
Durante 3 días los habitantes de varios sitios de Valencia percibimos que la ciudad estaba en manos de estos bachacos moto-delincuentes, estábamos desguarnecidos de la protección de las autoridades del Estado, fue tal ese sentir que las barriadas conjuntamente con los pequeños empresarios tuvieron que armarse para caerle a plomo a estos delincuentes.
¡UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA!