Desde el Centauro de Los Llanos (primer gobernador de la revolución que tuvo el estado Mérida, Florencio Porras) hasta el Palomo (tercer gobernador revolucionario, Ramón Alexis Ramírez), hemos transitado por las transformaciones trascendentales más importantes en la historia del estado Mérida. No podemos obviar los logros sociales en materia de salud, educativos y culturales que hemos alcanzado; así como las obras de infraestructura, entrega de viviendas, creación de consultorios populares, entre otros frutos en este período de la revolución bolivariana. También es prohibido olvidar que esas conquistas vinieron acompañadas de grandes infortunios por culpa de la oposición. Mérida, por ser un estado estratégico, fue y ha sido uno de los más afectados de las acciones violentas jamás vividas en este período revolucionario por la insistencia de la oposición de hacerse en el poder para convertir a Mérida en la media luna de Uribe, como un acto de resistencia a los cambios sociales que se iniciaron en el país en pro de la clase invisibilizada. Los hechos del 11 y 12 de Abril de 2002, fueron la punta del iceberg que dio inicio a los métodos fascistas de la oposición para sacar a Chávez, aunque nada comparado con lo que ellos llaman "protestas pacíficas" para tumbar al gobierno de maduro. En el 2013 y el primer semestre de 2017 las técnicas fascistas cambiaron. Ésta vez los impulsadores de la "salida de Maduro" tomaron modelos de guerra sucia, para atacar y asesinar a personas por pensar distinto, causar daños al ecosistema, propiciar bloqueos económicos e intervenciones extranjeras. En Mérida estas acciones, impulsadas por los partidos de la MUD, fueron abortadas gracias a la intervención de inteligencia militar y se neutralizaron gracias a la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente, que hizo Maduro, que dio paso para alcanzar la paz.
De este proceso de la ANC fue elegido Jehyson Guzmán como constituyente del municipio Libertador, además estuvo al frente del Ministerio para la educación Universitaria y hasta hace poco fungía como Viceministro de Comunidades Educativas y Unión con el Pueblo del Ministerio para la Educación. Sin embargo, hay que destacar aquí la lucha que desde el movimiento estudiantil lideró el camarada Jehyson desde nuestra Universidad de Los Andes, a través del movimiento Utopía 78 (U-78), como presidente de la Federación de Centros Universitarios y Consejero Universitario, quien junto a su equipo de jóvenes rebeldes revolucionarios reivindicaron a la clase estudiantil en pro de los beneficios sociales y su bienestar académico; defendiendo a la ULA de la tiranía a la que la sometieron, redireccionando el concepto de autonomía universitaria, sin olvidar el compromiso que desde la ULA tenemos con el país, de darle los espacios universitarios a los estudiantes y no a una pequeña élite que tergiversó su concepto de pluralidad por dictadura y que hoy ha transformado a la ULA en centro de guarimbas, de ideóloga de golpes de Estado y experta en tumbar gobiernos regionales. Entre otros beneficios está la creación de sistemas de becas para estudiantes de bajos recursos, ayudas sociales a más de dos mil estudiantes, entrega de buses para las rutas estudiantiles, gratuidad de los cursos intensivos. Por su trabajo desde el ministerio, desde la universidad, en la ciudad que lleva la universidad por dentro, a favor de sus coterráneos, Jehyson representa la esperanza y la paz para Mérida, para la clase campesina, obrera, estudiantil, para las amas de casa, los pensionados, los hacedores de cultura y para los niños, pero también significa una esperanza para aquellos a quienes la revolución no ha llegado a brindarle los beneficios sociales y aún apuestan por el socialismo. Viene de la juventud que siguió los pasos a aquellos estudiantes universitarios de la década de los 60, 70, 80 y 90, que sufrieron las peores torturas del modelo puntofijista, que desaparecían a estudiantes por estar en contra del sistema capitalista opresor que entregó al país a las transnacionales y al imperio norteamericano, que protestaba en contra de las medidas neoliberales y que hoy día ésta pretende resucitar para seguir con sus planes intervencionistas, saqueador y cómplice de los actos más inhumanos que haya podido vivir el pueblo venezolano a principios de este año.
Ese modelo salvaje lo representa el candidato adeco de la MUD, quien dice estar rodeado del pueblo merideño, que al llegar a la gobernación hará una reestructuración de la nómina de los trabajadores del ejecutivo y que solo reconoce la constitución. Cualquier candidato de la derecha representa solo los intereses de su partido, solo saben de represión porque esa es su doctrina política, botarán a los chavistas de la administración pública y nunca reconocerán la Carta Magna ni a la nueva constituyente, porque ésta es humanista, socialista, bolivariana, y eso colide con sus perversas intenciones. Es imperativo hoy la unidad de los partidos de izquierda, del pueblo descontento, de la integración de los candidatos que participaron a la ANC por Mérida, para lograr la victoria del candidato de la patria. Una vez conquistada la gobernación, se debe reimpulsar todos los sectores de la economía merideña, rodeado de un equipo de confianza altamente comprometido con la revolución, no queremos más opositores "de confianza" que buscan destruir el proceso, que a su vez hacen imposible el contacto con el gobernador; visitar las instituciones públicas del estado y escuchar a sus trabajadores; no más coordinadores de oficina, sino que atiendan al pueblo; formar con consciencia revolucionaria a la juventud, a los trabajadores, a los campesinos para reimpulsar la revolución en el estado; crear estrategias gubernamentales que coadyuven a mejorar el sistema de salud, el turismo merideño y la economía en general. Solo así, sí rescataremos no solo a la gobernación sino a Mérida, apetito de la oposición. La verdad nos hará libres.