La lucha silenciosa entre el presidente Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, le hace tremendo daño al Psuv y al pueblo en general. Los últimos sucesos de las elecciones internas reflejan la pelea de esas dos personas que traicionaron la confianza puesta en ellos por el comandante Chávez. Claman unidad pero individualmente no pierden tiempo en manejar estrategias para apoderarse del control del partido.
La presencia de Maduro en Con El Mazo Dando después de tener 50 programas sin asistir, es producto de ese nerviosismo porque se les está escapando a los dos el control de la militancia, tuvieron que amenazar con expulsión a la alcaldesa de Barcelona, Anzoátegui, para que renunciara al cargo. Complaciendo las exigencias del protector del pueblo, convertido en el protector de Sugei Herrera candidata a alcaldesa. La presencia de Nicolás se hizo como una sorpresa, llegó felicitando a Diosdado por cumplir un año de la salida del Covid-19. No obstante por dos ocasiones resaltaron la posición de Erika Farías y Francisco Ameliá, la primera por no salir electa como precandidata, aceptando disciplinadamente sin criticar, ni ponerse a apoyar a otro precandidato, y el segundo que a pesar de ser amigo y exjefe de Diosdado aceptó tranquilamente una suspensión por seis meses de la militancia.
Esa fue la verdadera razón de la visita “sorpresa”, advertir sobre las sanciones. Allí había hasta un guion preparado, porque de ir a felicitar lo lógico era que se apareciera al final cuando fuesen a cantar cumpleaños y picar la torta. Ese es el gran problema de estos jefes revolucionarios, aún piensan que lo habitantes no han madurado políticamente y pueden montar shows ingenuos sin que nadie los descubra. Están preocupados, sobre todo Maduro que permitió la aplicación de este método que en principio acabará con lo poco que queda del madurismo dándole el control a Diosdado Cabello. En el mejor de los casos. Porque también pueden dividirse oficialmente en dos toletes, de eso está llena la historia política venezolana.
Lo del estado Anzoátegui tiene ese olor a los propios jefes máximos. El caso de la alcaldesa destituida en Barcelona, hecho por lo demás ilegal, es digno de análisis puesto que la señora era persona de confianza del Luis José Marcano, hasta había sido jefa del despacho de este funcionario cuando ejercía la alcaldía de Barcelona, al ser nombrada en esa posición le hace caso a Ángel Luis Rodríguez, ahijado de Maduro para enfrentar a Marcano y a Sugei Herrera precandidata a la alcaldía barcelonesa. Angito como le dicen popularmente es miembro de un clan familiar, integrado por su padre del mismo nombre, famoso por estar tres días solamente encargado de una empresa de energía eléctrica, también está el tío William Rodríguez y Lizet Sabino diputada a La Asamblea Nacional, siendo a la vez pareja de William.
Resulta que Ángel Luis, a la hora de presentarse el problema se quedó neutral, no apoyó a Joanna Pérez, dejándola sola después de ser destituida como alcaldesa. Mientras el representante de Diosdado, alcalde Cantaura renunció a la precandidatura a gobernador, ya que lo pusieron a escoger entre seguir siendo secretario de organización o precandidato, pudiendo así manejar parte de los hilos de los personajes que actúan en las elecciones. Diosdado encendió la mecha con la denuncia de una mafia oriental que pretende adueñarse de candidaturas, presuntamente a punta de dinero. Él se maneja muy bien, Maduro por su parte no se descuida, inteligentemente le asigna muchas responsabilidades a Diosdado para que no disponga de tiempo de pensar en la sucesión de Maduro. Acaso que cuando el presidente fallecido vino de Cuba a dar instrucciones, eran para el pueblo, no, la idea era comprometer a Diosdado con su palabra de militar en eterna lealtad a Nicolás. La gran ventaja del presidente Maduro sobre Diosdado en esta contienda muy personal, no es el hecho de mandar en Miraflores, su arma secreta es la compañía de Cilia Flores, quien es una operadora las 24 horas del día. Desde cuidarle el sueño hasta prepararle los discursos.
