No pude estar en el momento en que la marcha de mujeres del PSUV-Anzoátegui debía estar entrando al palacio de justicia. Necesitaba ver de cerca; el final de esta marcha, pero sobre todo, tenía la necesidad de conocer su pliego conflictivo o de lucha. No llego a pensar, que realizada la marcha, ella pudo ser una mala obra de teatro. Una "movilización" que lleva por dentro ese germen de la violencia simbólica.
Sabía por la publicidad que leí y que me facilitó el tuqueque, que la marcha era "por el día de la erradicación de la violencia contra la mujer" y aunque este término está (comercialmente) muy claro, quería verle el queso a la tostada. Debo decir, que uso el término publicidad, con motivo. La palabra la coloco con absoluta conciencia. No uso el término propaganda porque sinceramente esta palabra le va grande.
Al leer la publicidad, tuve la intención de sugerir a las mujeres del PSUV-Anzoátegui leer o releer nuevamente un viejo texto, que aborda en profundidad este punto de la violencia. El libro es de Pierre Bourdieu y tiene por título la violencia simbólica. Es un libro clásico sobre el tema, escrito por un intelectual que puso a vibrar el mundo con sus obras. Fue coautor de una obra (La Reproducción) que ocupó un espacio importante en el ámbito académico y particularmente en el campo educativo.
La violencia simbólica, según este clásico, tiene mayor fiereza. Es un tipo de violencia que no es muy muy perceptible y que a veces (como es nuestro caso) la gente milita en ella. Es un tipo de violencia que apaga, aunque te veas vibrando. Es el tipo de violencia, que requiere del concurso de la víctima. La víctima se hace militante de ella. Así lo dibuja Pierre Bourdieu en esta obra.
Me imagino, que esta marcha debió llevar una gran pancarta, donde se podía leer: 'No a la pobreza," que es en el fondo, una forma cruel de violencia. Otra gran pancarta debía leerse: Una mejor salud, porque esta que tenemos, es otra gran forma de violencia, que ya se justifica.
Otra pancarta, en este caso de Anzoátegui, debía leerse: "No más palo para Petra Pérez", que es un personaje de un gran poeta de Anzoátegui. Petra Pérez ha llevado (en este capitalismo) más palo que una gata ladrona. Seguro estoy o certeza tengo, que en el caso de esta marcha de las mujeres del Psuv, estaban llevando en los alto estás tres pancartas y la otra gran pancarta que debía verse atrás pero muy vistosa, podía decir: No más, a este y otros capitalismos, que son un foco de violencia.