El cártel inmobiliario en Valencia la de Venezuela

Por mas que lo intenten las cuentas no dan y es que si sumamos las viviendas construidas en los últimos años de siglo XX, a las presuntamente construidas en el siglo XXI (5 millones de unidades de vivienda) nos daría la determinante de que existe una vivienda en buenas o habitables condiciones y con servicio por cada dos habitantes.

Sin embargo, a pesar del cuento de los jerarcas venezolanos del siglo XXI y es que no creo en la narrativa de 5 millones de viviendas cuando noto que no faltan "revolucionarios a la hora de invadir, edificios, locales comerciales, antiguas construcciones, etc. Y como diría el gran Aquiles Nazoa "Desde Guachara al Cajón de carzola a Palo Santo" en cualquier parte del país existen inmuebles invadidos, generalmente etas invasiones son notoriamente dirigidas por chicos que cobijados en su militancia "revolucionaria" toman lo que no les corresponde, unos trabajadores de alcaldías, gobernaciones o cualquier espacio de gobierno que les dé "autoridad o impunidad morales" a la hora del asalto a la propiedad.

Y no son las tomas de tierras baldías, para la construcción de barrios del siglo XX donde tras largas negociaciones, batallas callejeras, luchas mediáticas se conquistaban espacios, que luego con el trabajo de sus habitantes y las diligencias de todo tipo se iniciaba el equipamiento de barrios. Calles, cloacas, alcantarillado, etc.

Hoy solo es el chapeo institucional, la impunidad, el trafico de influencias que permite que muchos espacios sean apropiados y de manera vulgar se vulnere el estado de derecho, las leyes e incluso el sentido común y terminan habitando u ocupando espacios en más de una ocasión "servidores públicos" que amparados en su poder y relaciones se asumen patrones, dueños, propietarios.

En Valencia la de Venezuela se toman incluso edificios que no podrían ser habitados por cuestiones de seguridad, como es el caso del edificio Libertador. En otros casos espacios adyacentes a la Plaza Bolívar de la ciudad para darle forma a un presunto movimiento cultural revolucionario. Es extraño que se vayan apropiando uno a uno de inmuebles en buen estado, y mientras tanto el área del centro histórico se desvaloriza por falta de iluminación, servicios, seguridad y crisis económica claro está.

El Don Pepe no es un edificio residencial, sino de oficinas comerciales, por lo cual, los invasores, quienes al parecer se sienten guapos y apoyados, le cambiaron el uso, y le han hecho remodelaciones al inmueble, de manera ilegal, como abrir el estacionamiento para meter sus lujosos carros. Hace más de cuarenta años, los legítimos propietarios habían integrado dicho estacionamiento a los locales comerciales. Pregunto quién les dio el permiso para hacer las remodelaciones. Tengo sesenta años en la construcción y para tramitar cualquier autorización se requiere la firma del propietario o del apoderado. Creo en la justicia, creo en Venezuela, pero ¿hasta cuándo vamos a esperar para que se restablezca el derecho vulnerado? http://historiadevalenciaysusforjadores.blogspot.com/2013/09/de-servir-de-residencia-al-escritor.html

El clímax de los actos de invasión ocurrió en los días del Alcalde Edgardo Parra, conocido como "alcaparra" la crónica de los últimos días de este alcalde es conocida, que termino en prisión, no precisamente por ser un perseguido político y si por hechos criminales, bastante vistos, pero no está de sobra refrescar la memoria: El ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz aseguró que por el caso fueron detenidos una ex participante del concurso Miss Venezuela, Victoria Eugenia López Pando, y Bell Romero James, contratista de la alcaldía. López Pando fue secretaria privada de Edgardo Manuel Parra Guardia, director de la Secretaría de Hacienda de Valencia. El hijo del alcalde detenido es sospechado de ser uno de los cerebros de la organización. Por ahora se encuentra fuera del país. La investigación por corrupción recayó en el Tribunal 6 de Control del estado de Carabobo. En los allanamientos realizados en diferentes propiedades de Parra, ordenados por la Fiscalía 13 Anticorrupción, se incautó dinero en moneda nacional y extranjera, además de chequeras de bancos nacionales y extranjeros.

La realidad nos da en la cara e invertir en una propiedad por modesta que sea en el centro de Valencia, es como jugar a la ruleta rusa, pero en lo crematístico ¿Quién garantiza que tu inmueble no será invadido, tomado, etc. Mientras tanto como me diría un amigo que vive en la calle Anzoátegui de la otrora Ciudad Industrial de Venezuela y que un día tomando un café unos chicos de Fruitpunch cantaban "propietarios temblad por vuestra expropiedad". Vivir en Venezuela es una tarea difícil frente a tanta calamidad, pero con cosas como las que ocurren en Valencia, el temor se transforma en pánico.

Ahí está mi ciudad resistiendo y no el cerco a Leningrado o a la antigua Troya enfrentando a quienes deseaban destruirla. Esta resistiendo a sus propios gobernantes y anexos: https://www.el-carabobeno.com/valencia-senorial-466-una-mirada-actual-a-sitios-emblematicos-de-la-ciudad/ En la avenida Bolívar también estaba el Cine El Viñedo, el Teatro Alfa, H.S Center. En el centro comercial Siglo XXI de La Viña, también estaba otra sala de cine, que sumados a los autocines, conformaban una gran variedad de este tipo de atracciones, para que el público escogiera. Ahora a Valencia solo le quedó el Cine Patio Trigal.



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Yuri Valecillo


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