Desde los archivos de las Catacumbas de Roma y entre guarapazos, nuestro corresponsal ha podido averiguar algunas cosillas que tiene que ver con la elección del nuevo Papa. Al mejor estilo de las tascas de la avenida güaral se cayeron a “Ventarrón” y soltaron prenda algunos Cardenales. Al Cardenal Chongo (de la tribu de los Wambesi, archirivales de los Llongo, África.)lo dejaron vestido y alborotado porque al parecer le hacía ojitos a la Curia*, y de la manera mas brutal y descarada discriminación por los negritos(no quisieron llamarlo el Papa Chongo), se decidieron por un tal Ratzinger “Alias” Benedicti 16 (que si no es nazi, está haciendo la cola). El de los números nos decía, es que: Benedicti 16 + Paulo 6 + Juan Pablo 1= Juan 23, ¡Hic!, luego nos salió con que Cateto opuesto sobre Cateto adyacente por la hipotenusa y ¡ZUAS!, cogió piso. Apurados toditos votaron por el sucesor de Gianpaolo, ya que les ofrecieron chicharronada pa´l domingo. Como si no hubiera pasado nada, las monjitas que hasta ayer veíamos mediáticamente que lloraban a moco tendido la muerte de uno, brincaban en una pata al conocerse la noticia de la elección del otro(como carajita que cambia de novio). A ver cuánto dura este, porque está usadito el hombre(setenta y déle). Sin embargo nos informan que el apresuramiento se debe a que los negocios del Vaticano no pueden detenerse por falta de firma, ¿qué dirán los proveedores de incienso, oro y mirra, birra, vino, cacique, amapola, etc., etc., etc.?.
El Papamóvile debe ser modificado, ya que según dicen, le quedó como chaleco al Rats singer, y además hay que aceptarle algunos caprichitos, como el dispensador de hielo, soda y aguakina, el reproductor de CD y una silla pa’l carajito. ¿Cuál carajito?, coño deja el chisme. Tiene que cambiar de cauchos porque en la última visita le lanzaron tachuelitas por cariño. El aire acondicionado no funciona desde la rumba de Castelgandolfo, no supimos que pasó. En fin, Papa nuevo, todo nuevo. Acuérdate que Papa solo hay uno.
Nuestro corresponsal debió salir corriendo del Vaticano porque los servicios de inteligencia de la Guardia Suiza, detectaron el sarao y pretendieron dispersar a todos los asistentes. Les decían: “Deja el chigüireo, Cardenalito, que las mazmorras están vacías”. Y piró.