I.
Analizando parámetros vitales (que fueron indicados en la entrega anterior) mediante la tecnología del Bioescaner Quántico de Resonancia Magnética y relacionando los avances de las investigaciones clínicas a nivel mundial, hemos llegado a la causa-raíz de la fibromialgia: patrones crónicos de comportamiento destructivo.
Estos generan una carga emocional capaz de desequilibrar al Sistema Nervioso Central (causa secundaria), lo cual tiene dos efectos principales (muy fáciles de medir con el Bioescaner): a) la constricción de vasos sanguíneos, que causa falta de oxígeno en músculos, tendones y nervios (efecto secundario), lo que a su vez tiene como efecto apreciable el dolor físico; y b) el desequilibrio de neurotransmisores en el cerebro, lo que produce efectos secundarios y apreciables como son: la deficiencia de serotonina/norepinefrina provocarán la sintomatología ansiosodepresiva; la alteración de las vías de modulación del dolor que producirá el dolor generalizado; el exceso de estimulación del sistema nervioso autónomo que provocará los dolores de cabeza, sintomatología intestinal, mareos, etc. Efectos que aparecen registrados en la WEB de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
Nada de bienestar se logra atendiendo los efectos principales o secundarios, poco se obtiene tratando las causas secundarias, pero mucha salud y bienestar se logra atacando la causa-raíz: patrones crónicos de comportamiento destructivo.
Entonces hay que identificar y atacar características de personalidad reconocidas por los estudiosos como comportamiento destructivo y nombradas en consenso como: elevada responsabilidad y exigencia consigo mismo, perfeccionismo, buenismo (necesidad de ser excesivamente buena gente), búsqueda de la aprobación de los demás, anteponer las necesidades de los demás a las necesidades propias, o evitar exteriorizar las incomodidades y el enojo.
II.
Para revertir la fibromialgia toca trabajar simultáneamente en dos sentidos: disminuir el dolor y abandonar la personalidad destructiva.
Lo primero pasa por descansar, hacer ejercicios físicos, sana alimentación, no fumar, cuidar el entorno social, fitoterapias, terapias manuales, manejo de estrés, flores de Bach y acupuntura, pero no dejarán de ser un atenuante mientras persista la personalidad destructiva.
Lo segundo, que es la cura definitiva, exige disciplina, constancia y perseverancia, tanto para aceptar que la personalidad mantenida está afectando la salud, como para cambiar de hábitos y llegar a "(…) ser una persona más abierta, tolerante y equilibrada en muchas áreas de la vida, y empezar a pensar y a comportarse con las características de personalidad más opuestas" al modelo destructivo.
Este cambio de hábitos, por un lado, eliminará la carga emocional que desequilibra al Sistema Nervioso Autónomo y entonces los vasos sanguíneos que están constreñidos, se dilatarán y volverá a llegar suficiente sangre con suficiente oxígeno y alimento a las células de los músculos, tendones y nervios, así cesará el dolor por carencia de oxígeno. Y por el otro, harán que se restablezca el equilibrio de los neurotransmisores del cerebro, y desaparezcan la fatiga, depresión, cansancio y los cambios bruscos de humor.
III.
Convencidos de adquirir nuevos hábitos que sustituyan los que le han debilitado y puesto a sufrir de fibromialgia, el siguiente paso es asumir un protocolo de cambio de hábitos.
En ese sentido, el Instituto Hábitos de México hace las recomendaciones siguientes:
- No se trata de restringir, sino de crear nuevos hábitos positivos que sustituyan a los actuales.
- Busca que el cambio con el que inicies sea fácil, práctico y adaptable a tu estilo de vida.
- El cambio debe ser gradual, sin prisas ni comparaciones.
- Cambia una sola cosa a la vez.
- El cambio debe ser realista y sostenible.
- Por favor, sé flexible. Si te equivocas, no pasa nada. Estará un paso más cerca del cambio definitivo.
- El cambio debe ser constante.
- El cambio debe hacerse por convicción.
- Y por último, el cambio se debe disfrutar.
Adiós a la Fibromialgia!