¿Cuánto cuesta y cuánto vale un pasante universitario de ingeniería?

Tan solo en el Departamento de Ingeniería Electrónica de la Unexpo Antonio José de Sucre, en Puerto Ordaz, entre los años 2000 y 2020 se ejecutaron 1852 trabajos de fin de carrera, de los cuales 876 son Práctica Profesional, o lo que se conoce como pasantía, trabajo que se ejecuta en una empresa. El resto son considerados trabajos con una connotación de investigación, es decir, son trabajos que pueden ser propuestos para la industria, pero el estudiante no asiste a diario a la empresa. En todo caso, observando la totalidad, el 66% de estos trabajos de fin de carrera fueron para resolver un problema planteado para el entorno industrial de una de las cinco carreras de ingeniería que ofrece una de las cinco universidades de la región que ofertan carreras de ingeniería.

1000 ingenieros electrónicos, pues un estudiante del noveno o décimo semestre ya es un ingeniero en potencia, han dado o propuesto soluciones a no menos de 1000 problemas técnicos, prejuzgados de importantes y de alto nivel por un grupo de profesores con experiencia, en los primeros 20 años de este siglo y en las empresas básicas de Guayana, en la industria petrolera en la faja del Orinoco, en el sector de telecomunicaciones de la región, en sector salud, en los servicios de agua potable, en el sector eléctrico y en varias pequeñas, medianas y grandes industrias del sector privado.

Este análisis lo hago desde el rol que me tocó jugar como responsable de esa carrera universitaria, pero si elevamos el helicóptero para ver el vicerrectorado de Puerto Ordaz, contaremos no menos de 7000 trabajos. Los demás que hagan sus análisis.

Elévese usted en ese helicóptero para ver todas las universidades del país que tienen carreras de ingeniería y cuyo currículo o plan de estudios contempla al menos una pasantía. Yo no tengo la cifra oficial, pero mis estimaciones son de no menos de 3000 soluciones por año solo en ingeniería para el país, sin hinchar cifras, siendo extremadamente conservador, asumiendo que cada estudiante de ingeniería solo ejecutó un trabajo de fin de carrera, que en esencia es una intensión, un intento, de dar solución a un problema industrial, conformando un equipo de trabajo entre un estudiante, un ingeniero de planta, un profesor tutor y varios, pues siempre ocurre, varios profesores, ingenieros, técnicos y expertos panas al que el estudiante acude de manera no formal y a veces soterrada.

Ahora, ¿Cuántos de esos trabajos son verdaderamente efectivos?

Bueno, eso en realidad no se puede saber porque no se ha implementado, pues nadie tiene y nadie se ha preocupado por diseñar un mecanismo para medirlo. Podemos apelar a la probabilidad para aproximar una respuesta.

Planteemos que un trabajo, uno solo, es un éxito y es verdaderamente trascendente, así que podría suponerse que ese trabajo ahorró miles de dólares. Como ejercicio voy a suponer que un trabajo de los ejecutados en un año le ahorró a una empresa, por ejemplo, la empresa Sidor, que fácilmente puede recibir 50 pasantes de ingeniería y tecnología en un año, la cantidad de 20 mil dólares. Con estas cifras podemos estimar que si retribuimos esa "ganancia" para cubrir el costo de 50 ingenieros en trámite (pasantes), la empresa puede gastar 20 mil entre 50, es decir 400 dólares por pasante.

Tomando en cuenta que el gasto en pasantes jamás será en dólares sino en bolívares, podemos suponer que esos 10 mil bolívares de hoy son más que suficientes para dotar al estudiante de un par de botas, una comida diaria y una dieta monetaria por 5 meses.

Vale la pregunta, ¿qué pasaría si en lugar de uno fueran 10 los trabajos que causaran, cada uno, ahorros sobre los 10 mil dólares… y se mantiene el escueto cupo de 50 pasantes de tecnología e ingeniería al año en una empresa que tiene 7 mil trabajadores en nómina directa.

Estoy siendo absolutamente crematístico, no quiero hablar de la familia del joven que aspira verlo graduado, ni en la oportunidad que significa la formación ideológica que toca a cada joven. Aspectos humanos y aspecto de interés político a considerar.

¿Cuál es la verdad? Hay varias, pero de seguro la causa para restringir cupos o negarse a admitirlos no puede ser el costo para una empresa, ya que el costo es insignificante y el beneficio es magnífico; además, hay daño social causado por la restricción, pues limitar una fase formativa contemplada en prácticamente todos los países del mundo es violar el derecho humano a la educación y violar lo que expresa la Ley del Trabajo, pues la ley reconoce al pasante y su rol.

He minimizado la potencialidad técnica, tecnológica y científica que significa usar, palabra fea para referirse a nuestros muchachos, pero es así, usar ese ejercito de ingenieros gratis.

Espero que alguien lea esto y se siente a evocar la juventud ya pasada y la aventura que significó ser parte de un medio laboral y la experiencia que, tal vez, lo marcó, para bien o para mal…

Otra cosa, en tiempo presente, que de seguro muchos padres de hoy quieren sentir, es ese orgullo que sintieron los hoy abuelos cuando te vieron y te escucharon exponer tu trabajo de grado ante todo un calificado auditorio, pero para verlo y sentirlo, primero debes conseguirle la pasantía a tu hijo o hija.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2555 veces.



Manuel Gragirena

Profesor Universitario. Ingeniero Electricista. Especialista en Telecomunicaciones. Diploma de Estudios Avanzados en Educación. Ex Sidorista

 manuelgragirena1@gmail.com

Visite el perfil de Manuel Gragirena para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Manuel Gragirena

Manuel Gragirena

Más artículos de este autor