Actualizarse

Hay que actualizarse. Hemos perdido mucho tiempo. Vivir es actualizarse. Hasta que irrumpieron en nuestras vidas Windows y Apple, estábamos estancados. Todos los días parecían el mismo, todas las horas, los minutos y los segundos eran iguales. Sobre todo en los años de la dictadura en España. Ahora no. Aunque prácticamente no llueva en la meseta castellana donde vivo, ahora todos los días y las horas son luminosos y brillantes porque nos actualizamos. Y pobre de quien no se actualice. Porque, más o menos a partir de 1995, año en que se presentó bruscamente Windows en el mundo, estamos conminados a actualizarnos. Nuestra cabeza, nuestros pensamientos, nuestros planes… apenas pueden darse respiro. La pareja ha de actualizarse. Es indecoroso permanecer mucho tiempo con él o con ella. No como la mía que dura 62 años. Pero ¿y las ideas? Hay que actualizar las ideas casi a diario. No es normal pensar lo mismo a los 20 que a los 60. Hoy soy conservador en materia política, pero en cuestión de semanas, tengo que actualizarme y ser progresista u otra cosa. Nada de comida tradicional. Los potajes tienen que ser inéditos. Lo dulce con lo agrio. Lo amargo con lo picante… Si siguieses con la comida de siempre, te mataría. Pues si no actualizas todo, estás perdido.

Ya sé que la lata de sardinas que compré ayer en el Híper, la semana próxima tendré que rebuscarla. Ya no estará en el mismo sitio. Hoy voy al dentista de una Clínica. Ya no será el mismo que me vio la muela la pasada semana. El número de la tarjeta bancaria de mi Banco, si lo busca en la web, ya no se llama "número de la tarjeta bancaria", se llama PAN. Y la página web del mismo Banco que yo ya dominaba, habré de estudiarla el mes que viene. El ayuntamiento de Madrid me carga 9 € mensuales en mi cuenta bancaria sin motivo alguno, por las buenas. Al parecer el pago con tarjeta de una multa de tráfico está ligado cibernéticamente a ese tributo inesperado que me obliga a bloquear la tarjeta bancaria. Hay una máquina de pago con tarjeta en un peaje de autopista que no está actualizado, pero no he podido pagar el peaje porque mi tarjeta es de última generación y el artefacto, de la generación anterior. Ojo al parche. Ahora en lo que hay que fijarse es en "la generación" del aparato. Si es de ayer probablemente no funcione para ciertas utilidades. Y así sucesivamente...

Lo dicho, hay que actualizarse, tirarlo todo por la ventana y renovarse cada año o cada semana, según el material de que se trate... Porque si somos austeros, nos resistimos y no actualizamos la ropa, el coche, el televisor, el mobiliario y las ideas, lo más seguro es que el mundo dependiente de los bytes se derrumbe. Como por la guerra. Y si prescindimos de todo lo que toque la informática y deseamos vivir de espaldas a la modernidad, ya podemos retirarnos a una montaña. Claro es, me sospecho, que en poco tiempo la sociedad colapsará precisamente "gracias" a la informática. Algo así debió pasar con la civilización de las pirámides egipcias. Y la única solución será volver a empezar. Pues esta clase de vida no hay quien la aguante, es enfermiza, demasiado artificial, el sistema nervioso más sólido se viene abajo. No hay día que no nos sobrevenga un sobresalto a cuenta de esta enredosa manera de vivir. Y ya podemos prepararnos con la novedad de la inteligencia artificial… sin emociones ni sentimientos.



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Jaime Richart

Antropólogo y jurista.

 richart.jaime@gmail.com      @jjaimerichart

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