La superficie de Venus, cubierta de densas nubes, suele estar oculta a la vista. Pero en dos recientes sobrevuelos del planeta, la sonda Parker utilizó su instrumento Wide-Field Imager, o WISPR, para obtener imágenes de toda la superficie nocturna en longitudes de onda del espectro visible, el tipo de luz que el ojo humano puede ver, y que se extienden hasta el infrarrojo cercano.
"Venus es el tercer objeto más brillante del cielo, pero hasta hace poco no teníamos mucha información sobre el aspecto de su superficie porque nuestra visión está bloqueada por una espesa atmósfera", indicó Brian Wood, astrofísico y miembro del equipo WISPR, del Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos. "Ahora, por fin, vemos la superficie en longitudes de onda visibles por primera vez desde el espacio".
El WISPR tomó imágenes de todo el lado nocturno del planeta en luz visible e infrarroja, revelando regiones como continentes, llanuras y mesetas. Además, los científicos detectaron oxígeno en la atmósfera de Venus, formando un halo alrededor del planeta.
Sin embargo, esta no es la primera vez que el WISPR toma imágenes de Venus, ya que lo hizo anteriormente durante un sobrevuelo en julio del 2020, el tercero de la misión. Al combinar las nuevas imágenes con las anteriores, los científicos tienen ahora una gama más amplia de longitudes de onda para estudiar, lo que puede ayudar a identificar qué minerales hay en la superficie del planeta, indicaron desde la NASA.