Los continuos (todos criminales asesinatos diarios) que el narcosionismo comete en Palestina, Irak y Afganistán, demuestran que el imperio está atravesando por un alto y peligroso nivel de desesperación. Con el asalto genocida a Libia, la desesperación narcosionista de la arruinada alianza imperial prueba que cualquier horror terrorista es posible. Esta pandilla criminal llamada "primer mundo", en la tecnológica agresión contra la nación Libia (igual que antes hicieron contra la gloriosa Palestina, Irak y Afganistán) han puesto en práctica todas las formas criminales de exterminio masivo para asaltar naciones -a nombre de Dios y de la libertad- ha asesinado a millones de ciudadanos del mundo. A mansalva, con el más descarado cinismo sionista, ante las narices de la mafia ONU-OEA-OTAN-CEE, han derramado mares de sangre inocente.
Después del ataque a Libia, el planeta Tierra entró en su fase de mayor riesgo (y estamos hablando de algo peor que una tercera guerra mundial). Ante el asedio de los "aliados" el planeta entero corre peligro, porque ahora queda demostrado que no hay mayor riesgo que la actitud cómplice de clanes proimperialistas como OEA, ONU, OTAN, CEE... Y es que la agresión bélica de los "aliados" es peor que las pestes, epidemias, hambrunas y mortandades por desnutrición.
A partir de ahora, la amenaza del narcosionismo imperial es cuestión de días... A partir de la invasión a Libia todo mal es posible.
Y no es que la malignidad del imperio sea invencible (otros imperios han caído por su propio despecho)... Lo grave, lo que pone en peligro la paz y la existencia humana en el planeta, es la cobarde -contradictoria- complicidad de los organismos creados para frenar a los saqueadores del mundo. Porque a medida que aumenta la ruina y la bancarrota de la alianza capitalista, cualquier lugar del planeta donde haya agua y recursos energéticos está en la mira cruel y depredadora del narcoimperio. Porque estas naciones criminales no han utilizado la inteligencia para resolver los problemas vitales que aquejan a sus ciudadanos, pero han derrochado astucia para inventar las suficientes armas de exterminio que en cuestión de horas pueden acabar con la humanidad. Por eso saquean a los pueblos del planeta Tierra. Y si el imperio está desesperado -a pesar del auge exitoso que en sus propios países tiene el mercado de la cocaína, entre otros rubros impulsores del genocidio- es porque su NASAs y CIAs no han hallado la fórmula mágica que les resuelva a corto plazo el inevitable desmadre económico que hoy afecta a millones de ciudadanos primermundistas.
Si el imperio ataca a mansalva es porque está consciente de su crisis... La alianza narcosionista que desde Washington dirige a los aliados hematófagos, terrófagos y hidrocarburófagos, aparte de asesinar al pueblo libio siguen desangrando a Irak, Afganistán y Palestina.
Y si ahora le toca a Libia enfrentar la carnicera apetencia narcoimperial, es irónico que los clanes internacionales (ONU,OEA,OTAN,CEE) se hagan de la vista gorda cuando el imperio económicamente quebrado asalta y pretende apoderarse de países como Libia, que no esconde su avance socioeconómico. ¿Será que su vecina Europa no soporta ver en Libia un país autónomo, con grandes avances logrados por un Estado revolucionario capaz de darle a sus ciudadanos una vida socialmente más segura y protegida? Da la impresión de que a Libia no le perdonan su avance estas naciones aliadas del primer mundo que, ante la quiebra de sus economías capitalistas, han optado por el robo, el hurto, el saqueo, la masacre. Saqueo inhumano, despiadado, sanguinario, contra pueblos que como Libia socialista trabajan sin tregua para mejorar la vida de sus ciudadanos. Porque la criminal agresión contra el pueblo libibio refleja un odio descomunal, una venganza...
El primer mundo no perdona que en sus narices, al otro lado del Mediterráneo, un país socialista se desarrolle honrosa y soberanamente. Por eso es doloroso ver la sádica agresión que contra Libia han desatado los aliados de la bancarrota. Países criminales del primer mundo que se lo gastaron todo en desarrollo armamentista (guerras), vida suntuosa, vacía, superficial, y en pagar su adicción enfermiza a todos los lujos posibles (incluso el patológico consumo de todas las drogas habidas y por haber). La cocaína es hoy la gran industria del primer mundo, pues Europa y Norteamérica se han convertido en la gran lavandería del narcosionismo. Sin embargo, hoy 10 de abril-2011, en Estados Unidos está a punto de reventar una rebelión social sin precedentes en la historia, pues 800 mil empleados públicos están a punto de ser despedidos de sus puestos de trabajo... ¡por falta de presupuesto!
Y si después del asalto a Libia es Venezuela el siguiente país en la lista de los agredidos, ¿no deberíamos retirarnos bolivarianamente de clanes proyanquis sionistas como OEA, ONU? ¿No queda demostrado hoy que ONU y OEA son siglas de la misma complicidad? ¿No son estos clanes financiados por el narcosionismo internacional los que le dan ínfulas de impunidad a los aliados de la bancarrota? Entonces, ¿permaneciendo en estos organismos no contribuimos -aunque no lo queramos- con la salvaje impunidad del bárbaro imperio?
No más preguntas...
*Escritor surmerideño.
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