No es común, en el mundo político, que una organización política de corta existencia -11 años- se caracterice por la realización de un Sexto Pleno, evento que tendrá lugar en Barquisimeto el 17 del presente mes. En nuestro Manifiesto del 11 aniversario dijimos que no somos muchos, que seguimos siendo pocos pero hemos andado una parte del camino, hemos aprendido muchas cosas de otras organizaciones revolucionarias o de personas que exponen sus conocimientos sin cortapisas y hemos enseñado algunas pocas cosas a otros u otras. Hoy, a diferencia del pasado, mantenemos excelentes relaciones políticas con otras organizaciones políticas. Nos identifican el mismo pensamiento aunque no lo expongamos con las mismas palabras. Sabemos que no nacimos para ser eternos. Cuando consideremos que ha llegado la hora de desaparecer las siglas que nos identifican (EPA), lo asumiremos con mucha satisfacción por los deberes cumplidos sin que ello nos exculpe de nuestros errores. Ya no vivimos aislados por voluntad propia. Entendimos que el mundo es un conjunto de naciones, de pueblos, con características muchas diferentes y muchas similares, que existe un sueño común de redención social en la mayoría de la humanidad y que ese es también nuestro sueño.
Muchas realidades han cambiado desde que nacimos hasta la actualidad pero las características esenciales del mundo, por las cuales nacimos, siguen siendo las mismas e, incluso, más agravadas, más visibles, más atenuantes. Somos optimistas en que se avecinan grandes acontecimientos donde el proletariado, unido sin fronteras ni nacionalismos sofocantes, sabrá cumplir su misión histórica para la cual nació y se ha desarrollado. Nada es eterno en el universo. Nosotros consideramos que nacimos en un momento en que mucho tiempo tuvimos a nuestra disposición para la formación política e ideológica. Hemos tratado de aprovecharlo al máximo posible. Lo único que nos ha faltado es más aportes desde fuera que desde dentro.
Nosotros, quisiéramos invitar a muchas organizaciones revolucionarias, a muchos camaradas sin distingo de ningún género, tanto de fuera como de dentro, para que nos ilustren, nos enriquezcan con sus análisis, con sus reflexiones, con sus conocimientos. Pero, lamentablemente, no poseemos la logística para garantizarles su permanencia en nuestro evento o Pleno. No nos gusta causar molestias o incomodades a otros camaradas porque con las nuestras es suficiente. Por esa razón, han sido pocos los invitados. Sabemos de camaradas, que viven lejos del lugar donde realizaremos el Pleno, que nos han expresado su deseo de compartir con nosotros los debates, los análisis o las reflexiones que haremos en el Sexto Pleno. Eso, para nosotros, representa un inmenso regocijo aunque no sea posible hacerlo realidad.
Lo hemos dicho y no nos avergüenza que en nuestra organización no existan lumbreras científicas ni ideológicas. Cada quien tiene su nivel de conocimientos pero todo lo pone al servicio de la causa que hemos abrazado: la lucha por el socialismo. Pero nos congratula, nos llena de una satisfacción infinita que la mayoría de los camaradas que asistirán al Sexto Pleno del EPA vienen de las filas obreras y campesinas, lo cual le imprime al evento una gigantesca riqueza de experiencias. Eso nos hace recordar que cuando se dividió la socialdemocracia y nacieron el bolchevismo y el menchevismo, con el primero se fueron los únicos tres obreros delegados al Congreso, lo cual hizo que el camarada Lenin exclamara: obtuvimos la victoria. Nosotros creemos en el proletariado que sueña y lucha por el porvenir en la Tierra como el feligrés tiene su esperanza en que desde el Cielo le vendrá su salvación divina. No jugamos con el tiempo, lo respetamos y lo valoramos como un factor primario en la vida social. Así vamos haciendo el camino hacia nuestro Sexto Pleno. Confiamos en el éxito del mismo aunque hace poco surgieron tropiezos que no los habíamos pensado ni deseado, porque jamás fueron planificados por la mayoría de nuestra dirigencia y militancia. Cada cabeza es un mundo pero nosotros tratados que el mundo sea uno solo para cada cabeza de nuestra militancia. No andamos detrás de cada militante con un látigo en la mano amenazándolo o sometiéndole como si fuera esclavo de designios autoritarios. Quien quiera irse, pues, que se vaya aunque mucho lo lamentemos pero mucho lo valoramos cuando con sinceridad lo notifica y no nos da la espalda de forma clandestina dejándonos en el aire. Es todo. En el Sexto Pleno nos diremos muchas verdades aunque muy crudas sean y aunque a muchos o pocos no les agraden.