En Bagdad, capital de Irak un 14 de septiembre de 1960, se crea el organismo que deberá planificar y coordinar políticas de producción de petróleo, por ello, en estos días se celebra un año más de la creación de la Organización de Países exportadores de Petróleo (OPEP), sin duda un acontecimiento internacional que dará mucho que hablar. Las noticias más relevantes sin duda en los medios internacionales y nacionales son los precios del crudo. Bajas y altas al cierra de los mercados, así como la tensión en el oriente medio, que influye fuertemente en este vaivén económico.
Para EEUU la necesidad de energía los ha llevado ciegamente a ciertas aventuras belicistas, como el caso de Irak en 2003. Injustificada invasión con pretexto de supuestas armas químicas que serían usadas contra civiles. Pero lo cierto es que nunca hubo tales armas biológicas; solo hubo invasión para adueñarse del “oro negro”. Sin embargo, cada vez es más complejo lanzar invasiones que logren con la aprobación de la comunidad internacional la obtención de sus fines. Saciar su más innegable necesidad: energía. Ya se vio esta situación en un país miembro de la organización como fue Libia.
Pero ahora bien, la situación en Siria es clara, al imperio le urge expandir su poderío en esa zona para continuar planes invasivos contra países que generan, no sólo petróleo, sino gas o simplemente enlazan con oleoductos extensos a medio oriente con Europa, como es el caso de siria. En este agravamiento de una inminente invasión se podrían incorporar Irán, Rusia, China continental contra los nobeles de la paz “Estados Unidos” y su aliado Israel. Causas suficientes para una catastrófica III Guerra mundial vinculada ahora con el tema de la energía. Lógicamente.
La energía del mundo esta básicamente producida por los países que integran la OPEP, si bien sólo producen el 40 a 50 % del petróleo mundial, políticamente controlan la situación en el plano internacional. Países como Venezuela, miembro de la organización posee las reservas más grandes del mundo en petróleo (unos 297.570 millones de barriles, lo que representa un poco más del 18% de los recursos mundiales) y una importante reserva de gas. Lo cual hace apetecible a los intereses gringos por controlar su energía. Realidad que toca asumir con responsabilidad.
Según señala la estatal petrolera venezolana PDVSA, actualmente, “la OPEP está integrada por 13 países productores y exportadores de petróleo, ubicados en América, Asía y África, los cuales agrupan una población de alrededor de 554 millones de personas y cuyo principal producto de exportación es el petróleo: Angola, Arabia Saudita, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irak, Kuwait, Nigeria, Qatar, República Islámica de Irán, República Socialista de Libia y Venezuela. Para estas naciones el petróleo constituye el principal motor de desarrollo económico, político social y la renta petrolera no sólo contribuye a la expansión de su plataforma económica e industrial, sino constituye el motor fundamental para proveer a sus habitantes de empleo, educación, salud, y calidad de vida”. Aquí en Venezuela el plan “siembra del petróleo” ha permitido el desarrollo sostenido en áreas como la salud, lo social, lo económico, entre otras. Políticas acertadas del Comandante supremo de la Revolución, Hugo Chávez.