Al analizar las constantes agresiones de las distintas administraciones de EEUU, desde George Bush a Barak Obama, contra la revolución bolivariana, los ataques despiadados contra el comandante supremo Hugo Chávez Frías, así como los ataques contra el presidente Nicolás Maduro, los continuos sabotajes a PDVSA, la Electricidad, el golpe militar y económico, vemos que han sido parte de una estrategia imperialista, de una visión hegemónica de EEUU, sobre los países latinoamericanos, en la búsqueda de recuperar su “patio trasero” para imponer su modelo neoliberal y el poder de las trasnacionales.
Pero para poder caracterizar esta políticas de intervencionismo de EEUU, se hace necesario recordar el surgimiento del nuevo imperialismo mundial a través de James Monroe quien fue el presidente de esta nación que anunció la doctrina en 1823, pero realmente quién la formuló fue John Quincy Adams, uno sus asesores, quien posteriormente también llegó a la Casa Blanca de los Estados Unidos. En esta etapa de la independencia de las 13 colonias, estas se enfrentaban a peligroso desafíos, ante las apetencias coloniales de los colonizadores europeos, que intentaban volver a dominar a los recientes países latinoamericanos que habían logrado la independencia.
Ante el debate entre los asesores de Monroe, algunos aconsejaban establecer una fuerte cooperación con Inglaterra, mientras que Adams aconsejaba que EEUU debiera mantener su independencia y su fuerza actuando por sí solo, siendo esta última opción la adoptada por el presidente Monroe. El contenido relativamente anticolonial que tuvo la doctrina en sus orígenes implicó la aplicación de conceptos concretos, la de las dos esferas. La esfera europea y la esfera americana, y el principio de la no intervención de ninguna parte en la otra esfera. Sin embargo, con apoyo u omisión cómplice de Estados Unidos, después de la adopción de la doctrina Monroe, se produjeron intervenciones europeas en países americanos.
Theodore Roosevelt aplicó la política del Gran Garrote
Con su nueva realidad imperialista a principios del siglo XX Estados Unidos reafirmó la doctrina Monroe, y el presidente Theodore Roosevelt emitió el Corolario de 1904 (Corolario Roosevelt) para la interpretación de la doctrina Monroe. Es decir, la política del Gran Garrote o Big Stick. La expresión es del presidente de Estados Unidos, tomada de un proverbio africano: “Habla suavemente y lleva un gran garrote, así llegaras lejos” (Speak softly and carry a big stick, you will go far).
Con Roosevelt se ampliaba la doctrina a una retórica proteccionista e intervencionista, ya que este presidente afirma que si un país latinoamericano o del Caribe situado bajo la influencia de EEUU amenazaba o ponía en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses, el Gobierno de EEUU estaba obligado a intervenir en los asuntos internos del país “desquiciado” para reordenarlo, restableciendo los derechos y el patrimonio de su ciudadanía y sus empresas. Bajo la política del Gran Garrote se legitimó el uso de la fuerza como medio para defender los intereses en el sentido más amplio de los EEUU, lo que ha resultado en numerosas intervenciones políticas y militares en todo el continente.
El Gran Garrote también se refiere a las intervenciones estadounidenses ocasionadas por la “discapacidad” de los Gobiernos locales de resolver asuntos internos desde el punto de vista del Gobierno de Estados Unidos, y protegiendo los intereses de ciudadanos y entidades estadounidenses. En tal sentido, Roosevelt postulaba que los desórdenes internos de las repúblicas latinoamericanas constituían un problema para el funcionamiento de las compañías comerciales estadounidenses establecidas en dichos países, y que en consecuencia los Estados Unidos debían atribuirse la potestad de “restablecer el orden”, primero presionando a los caudillos locales con las ventajas que representaba gozar del apoyo político y económico de Washington (“hablar de manera suave”), y finalmente recurriendo a la intervención armada (el Gran Garrote), en caso de no obtener resultados favorables a sus intereses militares.
Muestras de las múltiples intervenciones de EEUU
1835-1836, México. Durante la Guerra de la Independencia de Texas, rancheros y esclavistas toman grandes extensiones de México, al Norte del río Bravo.
1846-1848, México. Estados Unidos le declara formalmente la guerra a México con el objetivo de conquistar más tierras; los militares ocupan, por orden del presidente Polk, el territorio entre los ríos Bravo y Nueces para provocar a México. Le arrebatan la mitad de su territorio. En una lucha encarnizada entran en Ciudad de México.
1890, Estados Unidos forma la Unión Panamericana para acelerar sus planes de convertir a Latinoamérica en su “patio trasero”.
1898, Guerra España-EEUU. Los Estados Unidos declaran la guerra a España en el momento en que los independentistas cubanos tenían prácticamente derrotada a la fuerza militar colonial. Las tropas norteamericanas ocupan la isla de Cuba, desconocen a los patriotas, y España se ve obligada a ceder a Estados Unidos los territorios de Puerto Rico, Guam, Filipinas y Hawai. En Puerto Rico, desde 1898 hasta 1947, Estados Unidos impuso el gobernador colonial (siempre estadounidense), y éste designaba los funcionarios de su administración, generalmente estadounidenses. El 25 de julio de 2012 se cumplieron 60 años de la fundación del Estado Libre Asociado, fórmula que permitió la elección de gobernador puertorriqueño, reconoció bandera e himno, pero que no alteró su condición colonial.
1903, Colombia. Estados Unidos promueve la segregación de Panamá, que entonces era parte de Colombia, y adquiere derechos para abrir el Canal de Panamá. Años después, el ex presidente Teodoro Roosevelt el real segregador de Panamá diría: “Yo tomé la zona del Canal mientras el Congreso debatía.” A Colombia se le pagó posteriormente la ridícula suma de $25 millones en compensación.
1912, Nicaragua. 2.700 marines norteamericanos invaden Nicaragua “para proteger los intereses de Estados Unidos durante un conato de revolución”, dando comienzo a una ocupación que se mantendría casi continuamente hasta 1933.
1926, Nicaragua. Augusto César Sandino se propone crear un ejército popular para combatir a los ocupantes extranjeros. 1926-33, un repunte de actividad revolucionaria provoca el desembarco de 5.000 infantes de marina “para proteger los intereses de Estados Unidos”. Se forma la Guardia Nacional de la familia Somoza. Los infantes de marina realizan grandes operaciones contra el revolucionario Sandino. Estados Unidos realiza entonces el primer bombardeo aéreo en América Latina. Ataca la aldea El Ocotal. Mueren 300 nicaragüenses por las bombas y ametralladoras yanquis. (1928). Después de su retirada, la Guardia Nacional atrapa y finalmente fusila a Sandino (1934). La dictadura militar gobierna por 45 años.
1947, Estados Unidos comienza a imponer paulatinamente el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
1948, Fundación de la Organización de Estados Americanos (OEA).
1954, Guatemala. La CIA orquesta el derrocamiento del gobierno democráticamente electo de Jacobo Arbenz en Guatemala. Organiza un ejército de exilados derechistas, que, con la ayuda de bombardeos aéreos, ataca la ciudad de Guatemala
1960, Cuba. El presidente Eisenhower autoriza la realización en gran escala de acciones encubiertas para derribar al gobierno de Fidel Castro. 1961, Cuba. Invasión de Bahía de Cochinos. Una brigada de mercenarios entrenados y dirigidos por EEUU, con apoyo aéreo y logístico, desembarcan en la isla. Los invasores son derrotados en menos de 72 horas en Playa Girón. Desde entonces, las fuerzas de la CIA han desembarcado muchas veces en Cuba para realizar sabotaje, guerra bacteriológica, asesinato, ponerse en contacto con sus agentes, y otros actos hostiles y armados.
1965, República Dominicana. Estados Unidos envía 42.000 efectivos marines al país para reprimir un movimiento que intentaba restaurar en el poder al anteriormente derrocado presidente progresista y democráticamente electo Juan Bosch; alrededor de 3.000 muertos.
1973, Chile. El militar Augusto Pinochet toma el poder en un golpe de Estado apoyado por la CIA en contra del presidente electo socialista Salvador Allende.
1989, Panamá. Fue la invasión décima tercera de EEUU a Panamá. Las autoridades norteamericanas, dirigidas por George H.W. Bush, justificaron la muerte estimada de más de siete mil panameños con la intención de capturar al general Manuel Antonio Noriega por sus presuntos vínculos con el narcotráfico.
1994, Haití. Más de 24 mil efectivos norteamericanos con apoyo de barcos de guerra, helicópteros y modernos medios bélicos invaden Haití con el pretexto de garantizar la transferencia de poder de la cúpula golpista, encabezada por el general Raúl Cedras, al presidente electo Jean Bertrand Aristide.
La realidad es que hemos obviado por espacio de este articulo infinidad de otras acciones intervencionistas, sobre golpes militares en América Latina financiados por la CIA, así como las acciones de mercenarios en atentados en Cuba, Venezuela. La idea fue poner en blanco y negro la inmoralidad de un gobierno como el de Obama.
Venezuela repudia intervencionismo del Senado estadounidense ante la OEA
El presidente venezolano Nicolás Maduro expresó su repudio ante una reciente resolución emitida por el Senado estadounidense, que solicita a la Organización de Estados Americanos (OEA) un reporte detallado sobre supuestas irregularidades presentadas en las elecciones presidenciales del pasado 14 de abril. "Quiero repudiar este comunicado insolente", expresó el Jefe de Estado venezolano sobre la resolución, presentada por los líderes demócratas Bob Menéndez, de Nueva Jersey; Bill Nelson, de Florida; Tim Kaine, de Virginia; y Mark Udall, de Colorado, así como por los republicanos Marco Rubio, de Florida; John McCain, de Arizona, y Mark Kirk, de Illinois.
El proyecto de resolución fue presentado en el Senado dos meses después de que la diputada opositora venezolana María Corina Machado visitara la capital estadounidense y exhortara al Congreso a pronunciarse en contra de Maduro, vencedor en los comicios de abril. "Ellos (EEUU) creen que son amos de América", repudió hoy el presidente Maduro en un acto cívico-militar, efectuado en el Campo de Carabobo (Estado Carabobo, centro). ademas el mandatario hizo “un llamado al pueblo a prepararse ante la guerra psicológica que la derecha internacional prepara en Miami, Estados Unidos, con el objetivo de entristecer, deprimir y confundir al pueblo, con el objetivo de destruir la Revolución a corto plazo y están llenos de mucho odio".
Tambien Maduro planteó que “la Diplomática estadounidense Kelly Keiderling no podrá volver a Venezuela, se tenía que ir y no vuelve más a esta patria, esta patria no la pisa más", porque se reunió con miembros de la derecha local relacionados con las acciones desestabilizadoras.
Keiderling y otros dos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos fueron expulsados del territorio nacional por estar incursos en actos de conspiración y sabotaje contra el país, a quienes se les dio un plazo de 48 horas para irse del país, ya que estos estadounidenses visitaron el pasado 27 de septiembre la sede de la plataforma electoral opositora Súmate, ubicada en el suroriental Bolívar, para recibir de sectores de oposición información sobre la situación política actual de esa provincia, los conflictos laborales y de distribución del servicio eléctrico, de acuerdo con un vídeo mostrado el pasado martes por el presidente Maduro.
Es imposible dejar de calificar la hipocresía del senado de EEUU, como al presidente Obama al solicitar a la OEA un informe sobre las elecciones del 14 de abril en Venezuela, las cuales fueron avaladas por UNASUR, organismos internacionales, la Fundación Carter, además siendo reconocidas por la mayoría de la naciones del mundo. Sólo la ultraderecha de denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), y el gobierno de Obama han desconocido, al presidente Nicolás Maduro como presidente constitucional. Este plan intervencionista pone al descubierto una vez mas el carácter antidemocrático y expansionista del gobierno de EEUU, a la vez que desenmascara a la derecha criolla antipatria, que sólo busca entregar a Venezuela a las trasnacionales, tal como lo hicieron en la década del 80, al privatizar las principales empresas e industrias del estado. Además ya tenían planificado el mismo destino a PDVSA La defensa de la soberanía, la independencia, la Patria, sólo se logra en la lucha por el socialismo.
diegojolivera@gmail.com