En noviembre de 1989 el economista estadounidense John Williamson, incluyó en un documento de trabajo una lista de diez políticas que consideraba aceptadas por los grupos económicos con sede en Washington, y lo tituló el Consenso de Washington para algunas personas representaban los puntos claves de la globalización. La creación en 1995 de la Organización Mundial de Comercio es realmente el momento decisivo de la globalización. Por estar conformada por amplia mayoría de los países, incluye la propiedad intelectual, regulación de las empresas y capitales, subsidios, tratados de libre comercio y de integración económica, régimen de servicios comerciales.
Crisis económicas del capitalismo. La velocidad y libertad alcanzada por los capitales para entrar y salir de países y empresas está asociada a una serie de crisis eco-financieras locales de impacto global. La primera de la serie se presentó en México en 1994/1995 y su impacto global se conoció como efecto Tequila. Con posterioridad se produjeron la crisis asiática en 1995/1997 (efecto Dragón), la crisis rusa en 1998 (efecto Vodka), la crisis brasileña en 1998/1999 (efecto Samba) y la crisis argentina en 2001/2002 (efecto Tango). Las reiteradas crisis económicas han generado una amplia discusión mundial sobre el papel desempeñado por el Fondo Monetario Internacional. Simultáneamente en 1998 se firmó el Estatuto de Roma creando la Corte Penal Internacional, que comenzó el 1 de julio de 2002, luego de alcanzar la cantidad de ratificaciones necesarias. En 2003 la Corte penal Internacional quedó constituida.
El problema para el funcionamiento de la misma es la posición de los Estados Unidos, opuesto a su jurisdicción. Ingreso de China en la OMC: En 2001 (Ronda de Doha) y después de 15 años de duras negociaciones, China ingresó en la OMC. El país más poblado del mundo (22 % de la humanidad), quinta economía mundial para aquella época, y la de mayor crecimiento en los últimos 30 años, se incorporó plenamente al mercado mundial. Los enormes desplazamientos de capital y trabajo que está causando la economía china, así como las consecuencias para el sistema mundial que tendrá la vinculación de una gigantesca y pujante economía de "mercado" (ver también socialismo de mercado) con el sistema capitalista mundial, son discutidas apasionadamente por los estudiosos de todo el mundo.
Existe el consenso de que China, y su creciente liderazgo económico en Asia, está impulsando un proceso histórico que será determinante en el siglo XXI y la orientación de la globalización mundial. La globalización es un fenómeno complejo, no debería ser sorpresa por lo tanto que provoque diferentes reacciones entre diferentes individuos o grupos. Para algunos como la canadiense, amenaza la estructura misma de la "Nación estado" y el concepto moderno de democracia, mientras que para otros, tales como los partidarios del Islamismo político, busca imponer estructuras políticas no islámicas (laicas) sobre países que lo rechazan. Para otros promete una nueva era de riquezas para todos, para otros, tales como Eduardo Galeano es la seducción de un consumismo que arruinará la económica y la mayoría.
El libre comercio de la globalización no solo se refiere al libre movimiento de capitales sino que también al libre movimiento de los bienes y de las personas. Por lo tanto los globalistas consideran inaceptable las barreras aduaneras y tratos preferenciales que los países desarrollados imponen o practican cuando así les conviene. Las mismas objeciones se aplican a las barreras de todo tipo a la migración y los movimientos de los trabajadores: ¿cómo pueden los recursos ser distribuidos racionalmente o las sociedades derivar el máximo de beneficio del sistema cuando se imponen condiciones que son últimamente irracionales en términos económicos.
Las críticas a la globalización han surgidos de los ciudadanos de la mayor parte de los países del mundo, a partir de la caída del muro de Berlín. Joseph E. Stiglitz nobel de economía, propone alternativas de solución a la globalización: cambiar el gobierno de la globalización y trasladar a todos los países pobres el intervencionismo de los países ricos. Por otro lado, habemos quienes pensamos que se debe controlar la globalización, ya que el mundo estaría dominado por las empresas multinacionales, por lo tanto es importante la creación de un gobierno mundial que sea capaz de crear una nueva y poderosa ONU, que incentive y promueva el diálogo o permita la alianza entre las civilizaciones.
En cuanto a las finanzas, de nuevo Stiglitz argumenta que los organismos internacionales, como el FMI y el BM han fracasado en ese aspecto, por lo que la solución es corregir su intervencionismo. En el caso del comercio internacional es conveniente fomentar el proteccionismo entre los países con la creación de uniones como es el caso de la Unión Europea o el Mercosur. Una alternativa de solución para la globalización es debilitar la intervención económica y política de los países ricos hacia los países subdesarrollados. Ninguna de estas soluciones se ha implementado todavía.
La aplicación de las políticas neoliberales a escala global ha provocado nefastas consecuencias económicas y sociales. Incrementos descomunales de la deuda externa para respaldar fugas de capitales de los sectores privados más concentrados, un inédito proceso de apertura comercial y financiera que destruyó el aparato productivo vigente desde la posguerra y un conjunto de políticas de privatización de las empresas públicas, flexibilización laboral y desregulación de los mercados han generado, especialmente en América Latina, la región más castigada, niveles de desempleo y subempleo históricos, una pobreza alarmante, una desigualdad de riquezas inédita y una precarización social vergonzantes.
Afortunadamente, surgieron liderazgos como el Comandante Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador, pero también otros más moderados como fueron Michelle Bachelet en Chile, Néstor Kirchner en Argentina y "Lula" Da Silva en Brasil, que criticaron muchas de las principales ideas del modelo hegemónico de globalización neoliberal. La idea de que el mercado mundial es el ámbito eficiente por excelencia y la culpa de todo la tiene la burocracia, la ineficiencia y la corrupción del Estado, siguen siendo defendidas por algunos de los líderes como Donald Trump que han emergido ahora en los Estados Unidos y que nos pueden conducir a una guerra mundial con sus políticas guerreristas.