Las acciones delictivas de la añeja corona de Inglaterra siguen su curso en este siglo XXI. Los robos, saqueos, piratería y la ocupación de territorios aún están vigentes. Estas prácticas de pillaje datan desde mediados del siglo XV con piratas al servicio de la Reina. Hoy no reviven sino que se han mantenido en el tiempo. Las reservas internacionales, incluyendo el oro nuestro, en toneladas, fue secuestrado por los delincuentes británicos bajo el ropaje de legalidad de una Corte Suprema de Justicia (¿?) del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte que dejó sin vigencia un recurso legal, además impide que utilicemos esos recursos para combatir la pandemia de la Covid-19.
El Gobierno de Gran Bretaña presionó al alto tribunal y éste obedeció quebrantando su propia legalidad y violentado el Derecho Internacional. La trampa "legal" montada por el Ejecutivo británico, trama guiada por el Gobierno de los Estados Unidos con el respaldo del usurpador y mafioso Juan Guaidó, es para quedarse con nuestro oro que seguirá en manos de una Corona que ha hecho del pillaje su práctica favorita desde hace siglos. Mientras que el "autoproclamado" sigue en libertad a pesar de los numerosos delitos cometidos contra el pueblo venezolano.
La agresión contra nuestra patria es constante. La industria de la propaganda contra el Gobierno legal del presidente, Nicolás Maduro Moros, es permanente, donde los medios de comunicación y las redes digitales llevan la batuta de mentir, engañar y manipular en el ámbito mundial.
La piratería británica sigue vigente y el usurpador en plena libertad.