Irak vive tiempos sangrientos. Decenas de personas mueren diariamente en las ciudades y campos de esa nación producto de la violencia desatada por los Estados Unidos desde hace más de quince años. Todos debemos preguntarnos, ¿por que ese país fue escogido como la victima propicia del imperialismo para desatar sobre ella todas sus furias genocidas? También habría que preguntarse ¿por que continúa la guerra imperialista en Irak si todos los falsos enemigos presentados por Estados Unidos y sus aliados para justificarla han desaparecido o han muerto?.
Esta es una situación que debe ser analizada por todos los pueblos del mundo para obtener el aprendizaje necesario y dirigir exitosamente sus luchas.
No hay ninguna posibilidad en décadas de que Irak pueda tener un ejército que sea una amenaza para alguien y mucho menos disponer de “Armas de destrucción masiva”. El terrorismo como hecho concreto se va diluyendo en sus posibilidades, si es que alguna vez las tuvo, y el único terror que impera en Irak es el hambre, el Ejercito de los Estados Unidos y los de países vecinos que están prestos a devorar los restos dolientes que dejen los norteamericanos.
Que justifica entonces la presencia de las tropas norteamericanas en el país cuna de la civilización humana? ¿Cuál es la estrategia que siguen? Considero que la estrategia de los Estados Unidos en Irak tiene cuatro componentes principales los cuales no pueden desligarse ya que constituyen un sistema de objetivos.
El primer objetivo es la destrucción completa de Irak como nación. Esto se comenzó a cumplir desde el primer día de la segunda guerra en Irak, cuando todos los elementos institucionales que identifican un país fueron destruidos arrasándose con los ministerios, bibliotecas, museos, universidades, etc.
El cumplimiento de este objetivo pasa por la destrucción de todos los grupos dirigentes que adversan la presencia de Estados Unidos en ese país, lo cual representará la masacre de doscientos o trescientos mil personas en los años venideros directamente por el ejercito de los Estados Unidos y los grupos de exterminio Israelíes.
A consecuencia de ello quedará un país arrasado, dividido en dos o tres porciones que nunca puedan reconciliarse, tal como se propuso en la primera invasión. Por esta razón no hay una “fecha” para el retiro de las tropas ya que alcanzar este “objetivo” puede llevar dos o tres años de guerra. Inclusive Estados Unidos esta preparado para continuar en Irak 10 años más. El costo en sangre será de tres mil o cuatro mil soldados norteamericanos muertos al año, lo cual desde el punto de vista de los militares estadounidenses es ínfimo.
El segundo objetivo es el “botín”. Mientras en muchas partes del mundo se ve esta guerra desde un punto de vista ético, para los Estados Unidos la guerra de Irak es el asalto a la diligencia cargada de oro y con ella en las manos no la va a soltar. Ese botín no es otra cosa que las reservas petroleras que ese país posee por centenares de miles de barriles de fácil explotación, que significará un enriquecimiento adicional de la burguesía norteamericana a la par de otorgarle un colchón de seguridad para su abastecimiento energético en una etapa del desarrollo mundial donde se hacen cada vez mas estrechos los suministros que pueden garantizar los países productores.
Para alcanzar ese objetivo cuentan con el apoyo tácito de todas las potencias imperialistas que saben que explotados los pozos petroleros iraquíes a su máxima capacidad, provocarán la baja del mercado petrolero disminuyendo el poder que tienen en ese mercado los países que conforman la OPEP, bloqueando sus posibilidades de desarrollo independiente. Seria un arma contra los países exportadores de petróleo.
El tercer objetivo es la economía de los Estados Unidos. Gracias a esta guerra la economía de Estados Unidos, no entró en un proceso recesivo agudo aunque ya da muestras de ello. Sectores importantes de ese país trabajan y obtienen ganancias gracias a la guerra por lo que una suspensión de la misma impactaría negativamente los negocios y reduciría el crecimiento del país. Igualmente en un momento recesivo el regreso de decenas de miles de trabajadores empleados en la guerra incrementaría el descontento social y re-crearía confrontaciones políticas en un país altamente polarizado desde el punto de vista económico como son los Estados Unidos.
En los actuales momentos, por razones económicas, Estados Unidos no puede suspender la guerra en Irak.
El cuarto objetivo es el aliado. La seguridad de Israel es causa permanente para la política internacional de los Estados Unidos y causa de guerra en el mundo.
Esto fue una motivación importante para el inicio de la guerra ya que el crecimiento económico de Irak fue interpretado por los judíos como una amenaza contribuyendo a crear el clima necesario para presentar la imagen de Saddam Huseim como un peligro para la humanidad, justificando una invasión sobre ese país. A pesar de las masacres, Israel todavía no se siente seguro con la situación en Irak, por lo que presiona para que no se dé un retiro de las tropas norteamericanas, ya que se ha complicado el escenario regional con el fortalecimiento creciente de Irán, variable no prevista en las decisiones iniciales de la guerra.
Podríamos señalar inclusive que la continuación de la guerra es un espacio donde los militares norteamericanos están diseñando y probando sus estrategias para confrontaciones bélicas en escenarios muy complejos, a fin de aplicarlas contra otros pueblos del mundo en un momento dado.
Por lo antes expuesto considero que la retirada de las Tropas americanas de Irak ocurrirá después de varios años, tristemente para el pueblo de Irak, cuando se cumplan estos objetivos “en cadena”. Actualmente no hay una fuerza a nivel internacional o a lo interno de los Estados Unidos que le sirva de contrapeso a los designios de la burguesía norteamericana.
Oscar Rodríguez Estrada
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