Para nadie es un secreto que la apertura Petrolera gestada bajo la vieja PDVSA y sus directivas corruptas, apátridas y extranjerizantes, en componenda con los gobiernos de AD y COPEI, pretendieron colocar al país de rodilla, bajo las pezuñas del imperio, bajo las patas y dominio de los grandes consorcios y países consumidores hambreadores de los pueblos.
Actualmente, los diferentes medios nacionales e internacionales magnificando y tergiversando la información, dándole carácter de escándalo, han publicitado en sus páginas, radio y televisión la controversia existente entre Venezuela y la ExxonMobil. Problema o diferencia que no es más que la manifestación de la prepotencia más rancia de las grandes transnacionales avaladas por la oligarquía norteamericana, que no conciben que los países despierten y quieran ser libres y soberanos, que no permiten que los países se les escapen de sus garras planteándose la firme intención de oponerse contra cualquier obstáculo que les violente los avances hacia una patria libre y resuelta a ser feliz.
Esta controversia es la pretensión explotadora de los grandes consorcios económicos que quieren conducir y tener las riendas del mundo en sus garras para manejarlo a sus anchas y como les dé la gana. Sin embargo, profundizando y buceando entre las entretelas de la situación confrontada, se puede ver que además de la prepotencia y grosería de la ExxonMobil, está por medio el tinte político, que es el meollo del problema, corazón de todo. Querer enmarcar esta arrogancia y pretensión de la ExxonMobil fuera del contexto político es pecar de ingenuos y de bolsas. Aquí lo que está en juego es la soberanía del país, es la fractura de la continuidad de la construcción de una patria socialista, humana y libre, aquí lo que está de manifiesto es una estrategia más de las muchas utilizadas por el imperio y los cipayos y vende patria internos para salir de nuestro presidente Hugo Rafael Chavez Frías y poner al país nuevamente de rodilla y al servicio del gobierno norteamericano. La idea es desprestigiar una vez más al gobierno, a su empresa petrolera y por ende, crear el caos y el desconcierto dentro del pueblo, para generar la salida del poder de una vez por todas de Chavez. Es otra vía más que toma el imperialismo norteamericano para desestabilizar al país, salir de Chavez y adueñarse de nuestro petróleo.
Lo lamentable y nauseabundo es que unas ratas, desgraciadas y desvergonzadas estén alegres y aplaudan las pretensiones de acorralamiento que nos vienen del extranjero, en este caso de la ExxonMobil. Es vergonzante, da pena ajena, que unos desgraciados que nacieron o mejor dicho, los mal parieron en esta tierra, anden de orgasmo en orgasmo porque desde afuera, específicamente desde la casa blanca, el gobierno norteamericano quiera adueñarse de nuestro petróleo, de nuestra soberanía y de nuestro derecho a ser libres. Ellos, la oligarquía criolla en franca componenda con el gobierno de estados unidos, quieren derrocar a nuestro presidente y máximo líder por el sólo hecho de no haberseles rendido a sus pies, no haberse postrado ante la planta insolente del invasor y de aquellos que se han autodenominados dueños del mundo, por haber mantenido un comportamiento digno y no haberse arrastrado ante el imperio. El presidente ha mantenido un carácter recio, una actitud patriótica, revolucionaria y bolivariana ante cualquier intento en contra de nuestro más simple y elemental derecho de querer ser libres y soberanos venga de dónde venga
Aplaudo y felicito a la junta directiva de PDVSA, al gobierno nacional y a todos aquellos protagonistas que unidos a una misma voz han optado por cortar las relaciones y el suministro de petróleo a la ExxonMobil, de no enviarle un barril más de petróleo a esta empresa, porque sería indigno seguir alimentado sus apetencias energéticas con nuestro petróleo, mientras fraguan la mejor manera de jodernos. Soy partidario de ir mas allá, de extender esa decisión en caso de que el gobierno norteamericano siga jodiendo, que de Venezuela no salga un barril más de petróleo hacia los Estados Unidos, y de ser posible, suprimir todas aquellas relaciones comerciales que se puedan suprimir, se nacionalicen todos los bienes que sean posible nacionalizar, mientras que por otro lado, se saquen del país todo a los ciudadanos norteamericanos a los que se les comprueben actos y acciones delictivas, conspiradoras y terroristas en contra de la soberanía venezolana.
NO A LAS APETENCIAS DE LAS TRANSNACIONALES.
NO AL ATOSIGAMIENTO DEL GOBIERNO NORTEAMERICANO.
CARCEL A LOS COMPLICE Y A LOS TRAIDORES DE LA PATRIA
PATRIA SOCIALISMO O MUERTE… VENCEREMOS
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