Después de 200 años del inicio del fin para su presencia en Venezuela y 189 años de la partida definitiva con la gran victoria del Ejército Patriota en Carabobo. Después de las tertulias del General español Morillo en los palacios reales donde alababa la fuerza de los llaneros venezolanos en combate. Después de permanecer desde 1492 dominando, expoliando, asesinando, explotando, robando, usurpando y cambiando hasta el origen ancestral de nuestros primeros pobladores con el cruce de las razas negras, esclavos y el mismo europeo de bajo nivel que embarcaban en sus viajes de conquistas.

Después de llevarse el oro y los minerales que para la época manejaban nuestros indígenas y de conducir un pueblo como si fuera una bodega o una pulpería por más de 4 siglos y que hoy le dan base para ser una de las potencias mundiales, la novena economía, en estos momentos en serios apuros, con poder económico que venden al mundo subdesarrollado, como la banca, las comunicaciones, tecnologías de avanzada, las armas y hasta con pasos avanzados en el dominio del espacio.

Después de acabar con los pueblos africanos trayendo a la fuerza, cruzando los mares, a la mano de obra que en los países de la América le llenaban las arcas con bajos costos de operación y después, hoy, en pleno siglo xxI, pretenden seguir haciéndolo con un nuevo sistema. Te ofrezco grandes capitales, te regalo barcos y aviones para que combatas el narcotráfico y la guerrilla y de allí en adelante eres mi cliente forzado. Te llevo capitales para producir empleo a cambio del pellejo y el arma del ciudadano local y las grandes ganancias surcan los mares y se depositan en la banca española.

Te desestabilizo el gobierno a través de los grandes medios de comunicación privados para que accedan al mismos los que puedan abrir las puertas del erario y de las ingentes riquezas que aun, a pesar de los años de explotación, quedan en nuestros subsuelos. Te insulto, te ridiculizo, no dejo que entres a los grandes conclaves económicos o políticos; te preparo planes de guerra para invasiones locales que se distribuyen públicamente a nivel mundial y a raves de los vasallos del rey consigo que los legisladores de la Europa unida formulen acuerdos de censura a gobiernos de países donde todo se decide a través del voto democrático.

Hoy, a mes y medio de la Gran celebración de la América al deslastrarse del yugo imperial español vemos con asombro que a lo interno de la España se organiza una celebración que contara con la presencia de los sucesores de aquellos pisoteados siglos atrás. Estos, muchos, después sabremos cuantos serán, se rendirán y aplaudirán que el bien y no el mal vino con el paso y la espada del soldado ibérico a nuestras tierras vírgenes. Incluso, producto del ataque perverso a través de los medios y el uso de la propaganda, vemos con asombro como ciudadanos con niveles de estudios se pliegan a las políticas de carácter neoliberal que nos ofrece el gran capital,

Esto es apenas un abreboca para recordar un pasado que está escrito, con una iglesia como punta de lanza para socavar hace cientos de años y seguir intentándolo hacer ante la mirada incrédula de los que tienen la razón en la lucha por la independencia definitiva, por la dignificación del hombre y de la mujer, del manejo del recurso y su administración y forma de hacerlo.

Muchos hoy se preguntan que vendrán a hacer El rey de España y su príncipe heredero, sus damas de compañía y los dueños del capital que siempre le acompañan en busca de mas, a esta Venezuela abierta al mundo, a la gente, a la práctica de una nueva sociedad, de un nuevo hombre. No estaremos pensando en condecorarlo o en todo caso prepararles una obra de teatro viviente alusiva a los desmanes que cometieron, cometen y seguirán cometiendo con el más débil porque ese es su destino. No tienen otro. Y si no hay que ver el desplante con que atienden al vulgo ex presidentes como Aznar, con la señal de costumbre…

Después de todo, no debería de pisar tierra venezolana, la tierra de Bolívar, la tierra de la libertad, del amor al prójimo, la tierra donde se atiende al desvalido, al pobre e incluso donde el rico o medio rico se opone abiertamente a esto. Quédense en su tierra, ríanse de los que quieran que ustedes lo hagan pero no pisen esta tierra sagrada.


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