3 Oct. 2019 - Este jueves 3 de octubre, Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, se reunió con el papa Francisco en el Vaticano
El encuentro fue a puerta cerrada. A través de un comunicado se señaló que la reunión reafirmó lazos para promover la libertad religiosa, los derechos humanos y la democracia a nivel mundial.
Medios italianos refirieron que en la cita de Pompeo y su santidad, Francisco, se analizaron los casos de Venezuela, Siria e Irán.
Al respecto, del portal www.corriere.it extraemos: "En las conversaciones también se habló de Siria, Irán, Venezuela, situaciones de crisis en las que la Santa Sede evitó ponerse del lado de las potencias que luchan "por poder". Francisco ya había hablado de ello en 2017 en Trump y hace tres meses con Putin. No es una cuestión de prudencia: el Papa llama al diálogo, un enfoque "multilateral" como la única solución. Y no se deja desanimar por las distancias, lo repitió varias veces: "Necesitamos buscar las puertas que están al menos un poco abiertas, para hablar de cosas comunes. Adelante, paso a paso. La paz es artesanal, se hace todos los días".
En la reseña del encuentro se lee: "El secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, fue recibido el jueves por la mañana por el Papa Francisco, una audiencia privada precedida en la víspera de las reuniones con el homólogo del Vaticano, Pietro Parolin, y el ministro de Asuntos Exteriores del Vaticano, Paul Richard Gallagher.
Libertad religiosa, derechos humanos, defensa de los cristianos perseguidos. Y, en el fondo, los temas que dividen el pontificado de Francisco de la administración Trump, comenzando con las políticas de migración y China. Desde el principio, la administración estadounidense ha mirado con recelo el diálogo entre el Vaticano y Beijing y el acuerdo provisional sobre el nombramiento de obispos, firmado por la Santa Sede y el Gobierno chino el 22 de septiembre de 2018.
Desde los Estados Unidos, las mayores críticas ya llegaron en los años de las largas y agotadoras negociaciones. Finalmente, Estados Unidos esperaba que el Vaticano tomara una posición clara a favor de las protestas en Hong Kong. Todavía el miércoles, durante una convención en el Vaticano, Pompeo citó a Beijing como un ejemplo de aquellos gobiernos que tienen "poder absoluto" y amenazan la libertad religiosa. Una preocupación esencialmente política y actual, mientras que la prudencia diplomática de la Iglesia se explica por la atención pastoral y se mide por la historia: China y su pueblo como "el futuro de la Iglesia", la continuación de una misión iniciada por los cohermanos jesuitas de Bergoglio. comenzando con el padre Matteo Ricci, hace más de cuatro siglos.
Pero hay más: la preocupación de Francisco por el clima planetario de una nueva "guerra fría", los temores de una "tercera guerra mundial, desgarrada" que el 24 de noviembre, como una advertencia para los poderosos de la Tierra, la traerá visitar Hiroshima y Nagasaki y pronunciar un "mensaje sobre armas nucleares".
Francisco se dirigirá a todos los poderes, comenzando por los Estados Unidos, como lo hizo a principios de año: "La escalada en términos de intimidación, así como la proliferación incontrolada de armas son contrarias a la moral y a la búsqueda de la verdadera armonía".