Comienzos de mayo, el MINPPTRASS convoca las centrales de trabajadores y trabajadoras a reunión, el motivo: designar la representación de trabajadores y trabajadoras a participar en la 101 Conferencia Internacional de la OIT. Allí estaban presentes, representantes de la derecha sindical: la CTV, Codesa, CGT; de la Central Socialista CST y, por supuesto de la Únete. El debate sobre la recién decretada nueva Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, apenas se iniciaba; las críticas a determinados artículos de dicha Ley, también se colocaban sobre el tapete de la discusión. La delegación de la Únete apenas aparecía en la escena, cuando el aristocrático dirigente de Fetrauve, Carlos López, ve entrar al dirigente de SinatraUCV y Fetrauniversitarios, Marco García, a la reunión, acompañando a Marcela Máspero, coordinadora general de la central clasista Únete, se levanta como si estuviera su resorte y sale disparado del salón de reuniones, cual si hubiese visto a Jesús con su látigo entrando al templo de los fariseos y castigándolos en consecuencia. Quién diría que ese gesto de cobardía, típico en el personaje en cuestión, sería el santo y seña de la guerra que se libraría, desde entonces, para intentar impedir la participación de la central clasista de trabajadores y trabajadoras, Únete, en dicha Conferencia.
Desde ese momento, en todos los entes de trabajo en que desarrollan su actividad las/los camaradas propuestos para integrar la representación de Únete, las trabas para lograr los recursos para el viaje y manutención se multiplicaron, lo que, de hecho, al fin de cuentas, imposibilitó una nutrida representación de la central de trabajadores y trabajadores que, en estos 13 años de Revolución Bolivariana, ha defendido con gallardía y honorabilidad los sagrados intereses de nuestra Patria en esa instancia de Naciones Unidas que es la Organización Internacional del Trabajo, en que hacen vida países, organizaciones empresariales y de trabajadores y trabajadoras. De hecho, uno de los diez camaradas acreditados por el MINPPTRASS, el dirigente de SinatraUCV, Marco García, no tuvo apoyo financiero para costear el viaje ni de parte de la UCV como del MPPEU, imposibilitándose su participación en esa Conferencia Internacional.
Antes de iniciarse los debates de la Conferencia, el tema de la elección del director general de la OIT acaparó la atención mundial, la participación del vicepresidente de la República hermana de Colombia, Angelino Garzón. El mismísimo Juan Manuel Santos, le había solicitado al Presidente Chávez el apoyo venezolano a dicha aspiración. En una jugada diplomática, nuestro gobierno –en este período- fue suplente para permitirle a Colombia ser principal en el Consejo de Administración y presentar su candidato a dirigir la OIT, jugada que, en todo caso, es una forma de apoyar la aspiración colombiana. Para contrariedad nuestra, el candidato del gobierno colombiano contó con el aval del tóxico de Álvaro Uribe Vélez, el Dr. Varito, como lo llamaba su antiguo jefe, Pablo Escovar Gaviria, el capo supremo del narcotráfico colombiano: “En una entrevista concedida a una emisora en Cali, el ex presidente Álvaro Uribe dijo que respalda la candidatura del vicepresidente Angelino Garzón a la dirección de la Organización Internacional del Trabajo. “Si lo nombran director de la OIT, está muy bien para él y para Colombia. Una persona como el doctor Angelino nos tiene que ayudar a que no haya sindicalismo armado, a que no haya confrontación entre empresarios y trabajadores”, afirmó Uribe durante la entrevista…” ( http://www.radiomunera.com/contenidos/contenidos/uribe_respalda_a_angelino_garzon_en_su_candidatura_a_la_oit.php).
Un país como Colombia, en que, por lo menos, en sus últimas tres décadas el movimiento sindical y las/los sindicalistas han sido sometidos/sometidas a un verdadero genocidio por la patronal derechista y sus gobiernos, solo en 2010 fueron asesinados 48 sindicalistas, la cifra más alta en el mundo, lo cual sitúa a Colombia como el país más peligroso para ejercer la actividad sindical. Recuerdese que, a pesar de que Álvaro Uribe postuló la tesis de "Ni un sindicalista más asesinado", en sus ocho años de gobierno, asesinaron a más de 500 sindicalistas. Esta situación, fue duramente criticada por instancias internacionales y fue el principal argumento de los demócratas en EEUU para no dar su aprobación al Tratado de Libre Comercio. Por otro lado, un informe coordinado por la Oficina del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) en Colombia ha vuelto a colocar en la agenda mediática este continuo drama, normalmente, demasiado silencioso. El estudio recoge información desde 1984 hasta la actualidad. Las cifras son escalofriantes. 2.800 dirigentes sindicales han sido asesinados, lo que supone una media de 100 al año, y el 94,4% de los crímenes permanecen impunes. La Oficina ha registrado también 216 desapariciones forzadas, 83 casos de torturas y 163 secuestros de sindicalistas.
Se imaginan, al país donde se violan más los derechos laborales en nuestro planeta, dirigiendo el organismo de Naciones Unidas en donde se dilucidan las divergencias de tipo laboral, mediante el diálogo y la concertación entre gobiernos, empresarios/empresarias y trabajadores/trabajadoras, siendo dirigido por un paraco, un medio pollo de Álvaro Uribe, como él mismo lo reconoce sin tapujos de ningún tipo: “El vicepresidente Angelino Garzón respondió este lunes a los rumores que advierten que él sería el candidato del uribismo para las elecciones presidenciales de 2014. En medio de tanto cotilleo político que anticipa esa situación, el alto funcionario admitió que sí ha sostenido varios acercamientos con el ex presidente Álvaro Uribe Vélez. “Con el ex presidente Uribe la última vez que hablé fue hace como mes y medio”, reconoció Garzón en rueda de prensa en Bogotá…” (Elespectador.com, 30-04-2012). Por fortuna, dicha tentativa no tuvo éxito, gobiernos y trabajadores/trabajadoras coincidieron en que la candidatura del inglés Guy Rider, presentada por consenso por la representación de trabajadores y trabajadoras en el Consejo de Administración, era la más idónea para dirigir la OIT en los años por venir. Duro golpe al uribismo que, con esa candidatura y, de haber quedado victoriosos, hubieran utilizado la OIT para lavar el rostro al genocidio que, contra el movimiento sindical y las/los sindicalistas vienen ejecutando y que, aún persiste. Política derechista que, en todo caso, hubiese tenido el apoyo de un gobierno que se ha trazado un destino manifiesto revolucionario y humanista. Por fortuna nuestra, Garzón no fue electo.
Pero la batalla contra la derecha y la aristocracia sindical apenas se iniciaba. Un nuevo round estaba por darse, la participación de la Únete, a través de la camarada Marcela Máspero en el buró de la Comisión de Normas de la OIT. Esa propuesta originó que la aristocracia sindical de la Central Socialista (CST), se movilizara en función de impedir dicha designación, una actuación realmente vergonzante, la Únete, en fin de cuentas, es Venezuela, es la Patria la que está representada en la vocería de Marcela Máspero. La nueva aristocracia sindical, “bolivariana”, no piensa igual. Esa nueva pretensión de la nueva aristocracia sindical fue derrotada, gracias a la dirigencia de la clase trabajadora internacional, la Federación Sindical Mundial, la FSM, quien dio su apoyo a la camarada Máspero y, con ello, una bofetada a la actitud antipatriótica, antivenezolana, de una aristocracia sindical desvergonzada y ultrasectaria.
La conferencia internacional de la OIT sigue su curso, aún le quedan nuevas batallas a la pequeña pero poderosa representación clasista de la Únete por dar; ya no es, como años previos, en que los enemigos de la Patria: CTV y Fedecámaras eran los factores a derrotar, un nuevo peligro ha entrado en acción, la CST, la nueva aristocracia sindical, amparada en el poder del Estado burgués en transición, desplazándose en autos diplomáticos, derrochando lujos y placeres, que ve en la Únete el enemigo a desplazar y si, para ello, deben unirse a la vieja aristocracia sindical cetevista, estimamos no dudarán en hacerlo. Pero, al final, la Únete vencerá!!!