Qué ironías tiene la vida, nuestro magisterio es producto del esfuerzo de una generación de valientes hombres y mujeres. Esa honra, ese respeto ganado por la dirigencia gremial durante la dictadura gomecista, perejimenista y en tiempos de la democracia contrasta con el descrédito de la actual alta dirigencia sindical.
Qué impresionante es pensar en la absoluta indefensión de estos tiempos, en este momento la dirigencia sindical puede firmar un Contrato Colectivo solo por firmarlo sin ocultar su verdadero interés.
En contraparte, la base presionó en enero del 2019 para visibilizar la protesta, el descontento y el malestar ante el incumplimiento de la II CCUU. La base conjuntamente con el movimiento Docente Ponte Pilas, Contrato Colectivo y FORDISI forzaron la huelga de octubre y noviembre del 2019. No era para menos, en el segundo semestre del 2018, el salario se redujo en $262 al cambio tomando como referencia el BCV.
En el fondo, estábamos creyendo que la dirigencia sindical se la jugaría a Rosa Linda por el Gremio Docente. Hemos pasado por muchas etapas con varias generaciones de dirigentes, pero ¿Cómo confiar en esta dirigencia?
Si para nada les importó la violación del anterior contrato, fueron los últimos en reaccionar con el Instructivo ONAPRE. En cuanto a los arbitrarios Cambios de Modalidad de Pago pudieron haber hecho más. Con el pago chucuto de las vacaciones del 2022, se valora la reacción de algunos presidentes de Federaciones, pero no fue suficiente.
Sin duda que la rectificación del Pago del Bono Vacacional fue una victoria, aunque resultó parcial fue de la base y nuevamente de los activistas de siempre en estos últimos años. Algunos quisieron atribuirse ese triunfo gremial, con declaraciones populistas y/o con un lenguaje soez, sin decir ni pio de esta "guabinosa" alta dirigencia sindical como diría Oscar Yáñez.
El futuro del Magisterio no está escrito, sino que se va escribiendo cada día, puede escribirse con la inspiración que produce cada vivencia.
¿Qué inspiración puede producir esta dirigencia que ni lava, ni presta la batea?
Si luego de los paros escalonados de octubre y noviembre del 2019, abortaron la huelga indefinida.
¿Cómo pueden suscribir comunicados con dirigentes que calificaron a los docentes que salieron a la calle a manifestar en julio y agosto de "tarifados"?
No ha habido mea culpa, que no se olvide que algunos federativos a su paso por el IPASME y también por el INCE dejando un oscuro legado de corrupción personajes como José Teolindo Jimenez Pallerol y Orlando Alzuru Mendoza ambos inhabilitados por la Contraloría General de la República, no lo digo yo lo dice la respectiva resolución por asuntos relacionados a la corrupción y el daño al patrimonio público. Muchos no saben que el mismo Teolindo Jimenez pro huelguista del 2019, luego de ser sancionado dos veces por la Contraloría General de la República, no solo es premiado con la presidencia del IPASME en donde aplicó al pie de la letra el tan cuestionado Memorándum Circular 2792.
El andar del Magisterio no depende del patrono sino de la conducción sindical ¿Cuánto se ha perdido o cuánto se ha ganado en los últimos 30 años? ¿Cuántas traiciones? Mejor saquen ustedes sus propias conclusiones.
Quizás la historia sería otra, si esta dirigencia sindical, se pareciera aquella de la Primera Huelga del Magisterio venezolano de 1969. Como necesitamos de ese sindicalismo protector del docente, honesto, aguerrido, solidario, ético y democrático que algún día tuvimos.
La base añora a esos dignos educadores. Cuánta falta hace Luis Beltrán Prieto Figueroa, Amparo Monroy Power, Argelia Laya, Isacc Olivera entre otros.
No permitamos que esta minoría audaz tome decisiones que vayan nuevamente a perjudicar a la mayoría del Magisterio venezolano.
