Hoy domingo 15 de septiembre y desde el viernes 13 el sentimiento de arrechera de los trabajadores es elocuente por decir lo menos. Con el 80% y más del salario bonificado es desesperante la espera de un p…. bono para cumplir con las obligaciones familiares de pagos de comida, servicios, recreación, y por la época, de las fulanas listas escolares. Las clases de los muchachos supuestamente inician el 30 de septiembre. Dan lastima los trabajadores venezolanos por su vulnerabilidad y precariedad, Dependen de un bono que discrecionalmente el gobierno deposita a través de la plataforma PATRIA (BONO CONTRA LA GUERRA ECONOMICA). La situación de desesperación se hace palpable al consultarse las diferentes redes sociales y los diferentes grupos de interés común. No es para menos. Un trabajador lo ejemplificaba de una manera magistral: "nosotros no somos importantes, ni les importamos, ni al gobierno ni a la oposición, de hecho, nunca estuvo en el debate electoral reciente el problema salarial porque somos carne de cañón, nos echaron a los leones. Solo seremos importantes, organizados, juntos y movilizados en la calle para darle al traste a esta política nefasta de sueldos y salarios. De lo único que esta pendiente el gobierno es de mantenerse en el poder. De lo único que se habla es de elecciones, no hay otro tema. Mientras los trabajadores literalmente se desesperan por las necesidades que un salario mensual de menos de 25$ no resuelven. Digo 25$ mensuales y estoy siendo generoso con el gobierno".
Recientemente hubo cambios importantes en el tren ministerial del actual gobierno. Entre esos cambios está el del ministro del trabajo, el flamante ministro entrante Eduardo Piñate fue el mismo que implemento el denominado memorándum 2792 de fecha 11 de octubre de 2018 y que dejo sin efecto las convenciones colectivas e inicio la bonificación del salario. No es casual que vuelva al despacho de la mano del actual presidente de la república. Él pertenece al círculo íntimo de Nicolas Maduro junto a Francisco Torrealba, Oswaldo Vera y Carlos López entre otras joyas del actual gobierno. Son los responsables directos de toda la desgracia de la clase trabajadora venezolana. Por lo tanto, no hay buenas noticias para la clase trabajadora venezolana, ni este año, ni el entrante con respecto a una mejora salarial por decir lo mínimo, a menos que se organice y se movilice en función de sus intereses de clase.
Si tuviéramos que caracterizar la situación actual de la clase trabajadora venezolana debemos decir que es una clase trabajadora semi esclava, neoesclava, precaria, sobreviviente y criminalizada. Sin expectativas de vida en el futuro mediante el valor del trabajo. Retrotraída a mas de cincuenta años atrás, inclusive, no exageramos si decimos, que las condiciones son la de hace setenta años atrás.
La única salida es y como siempre ha sido la organización y la movilización de los trabajadores mediante la unidad de acción en la calle a la par de acudir a la Organización Internacional del Trabajo (la O.I.T) a solicitar la activación de una comisión de encuestas para Venezuela de aquí al próximo año 2025.
Los trabajadores deben desengancharse de la polémica poselectoral y centrarse en el punto nuclear de sus intereses como lo son: LOS SALARIO, LAS PRESTACIONES SOCIALES, LAS CONVENCIONES COLECTIVAS, LA SEGURIDAD SOCIAL QUE INCLUYE LOS SEGUROS DE HOSPITALIZACION, CIRUGIA Y MATERNIDAD, LOS SEGUROS FUNERARIOS, LA VIVIENDA Y LA RECREACION ENTRE OTROS ASPECTOS.
Al carajo con la paz que pregona el gobierno de Nicolás Maduro. Parafraseando a la declaración contenida en la constitución de la organización Internacional del Trabajo "la paz permanente solo puede basarse en la justicia social". Sin lucha social, sin movilización, sin unidad, no habrá salarios dignos. No solo debemos luchar por alcanzar nuevas metas, sino recuperar lo que nos han quitado. Volveremos sobre el tema. Por ahora solo quisiera invitar a cada trabajador venezolano a la reflexión sobre lo acá expuesto, que nos convoquemos y luchemos juntos por alcanzar como meta fundamental, un salario justo, de esperanza y progreso para todos, y no solo, de una clase empresarial defendida por el presidente Nicolas Maduro, y enriquecida hasta limites inimaginables a costilla del empobrecimiento de los trabajadores venezolanos.
Hacia la ASAMBLEA GENERAL DE LOS TRABAJADORES VENEZOLANOS Y SUS ORGANIZACIONES SINDICALES. Nos seguimos escribiendo y acordando por esta misma vía. Hasta la victoria siempre. Caracas 15 de septiembre de 2024.
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