A Hugo Chávez Frías y Efraín Castro
Ya es casi de dominio universal que el trabajo voluntario se convirtió en Cuba en un emblema de sentimiento patriótico y revolucionario a raíz que el propio Ernesto Che Guevara dedicara largas jornadas para con su ejemplo poder exigir y mostrar el camino para trascender el individualismo que se había entronizado en ese país ubicado a tan sólo 90 millas de Estados Unidos y contribuir a acelerar la construcción de una sociedad nueva: el socialismo.
Pero lo que quizás no sea suficientemente conocido en el mundo es que el Che también habló de la importancia de los estímulos morales y materiales para el trabajador como una forma de llevar a la práctica la máxima socialista: “De cada quien según su capacidad, a cada quien según su trabajo” y a partir de su aplicación, ir superando los esquemas de explotación en las relaciones laborales heredadas del capitalismo.
¿Trabajo voluntario vs. reconocimiento material y moral?
En Cuba se ha sido en extremo riguroso con los estímulos materiales, a pesar de ser el trabajo voluntario unos de los ejes básicos a través de los cuales se ha podido levantar la Revolución, y del férreo bloqueo económico impuesto por el gobierno de EEUU. Sin embargo, fui testigo en mis cinco años de estudios de periodismo en esa isla, cómo nunca se descuidó el darle al trabajador su correspondiente y justa recompensa en bienes y servicios, que podían ir desde una casa, un carro, una lavadora, nevera, equipos de cocina, juego de muebles, viajes, hospedaje en hoteles, etc., descontando que en la mayoría de los centros de trabajo se vende almuerzo a muy bajo costo. Estas retribuciones no sustituían el pago en metálico de las horas extras cuando estas no estaban consideradas dentro de una planificación general de trabajo voluntario.
De allí que el trabajo voluntario en el socialismo no sea producto de la espontaneidad o de la buena fe de quien decida hacerlo. Tampoco para tapar huecos por la ineficiencia de una dirección, ni mucho menos para justificar la holgazanería de algunos. Este se planifica de manera racional según las necesidades del trabajador, del centro de trabajo donde se está, del conjunto de la sociedad y su resultado es muy tomado en cuenta, justamente a la hora de repartir los estímulos materiales ya mencionados.
Trabajo voluntario o voluntarismo
Es decir, no es el voluntarismo lo que se propugna. Es el trabajo voluntario consciente, productivo dentro de un plan de mediano y largo alcance en beneficio del colectivo. Es la combinación de estos estímulos materiales con los estímulos morales, estos últimos tan importantes o más porque elevan la moral y la conciencia, los que en una dinámica de emulación (sana competencia) se introducen en una política dirigida a promover el trabajo voluntario. Se trata, no de descalificar al que no hace, sino de reconocer al que hace, pues en realidad son los estímulos morales y los valores humanos los que forjan la alta conciencia de un pueblo al extraer de su conciencia su verdadera identidad.
Es precisamente esta visión la que supuestamente diferencia al socialismo del capitalismo. La que le brinda al trabajador la seguridad que le da no sólo la estabilidad económica, porque cuenta con su trabajo, sino porque sabe a ciencia cierta que está contribuyendo al desarrollo de la nación y se siente parte de un todo. Es el comienzo de la desalineación y de recuperar el sentido de quién es.
En la vieja usanza, típica del capitalismo clásico, se busca desmoralizar al trabajador buscando su desmotivación pues de lo que se trata es que este genere ganancias pero no adquiera conciencia y se identifique con lo que hace y produce. Esta contradicción, esencial de las relaciones de explotación, se ha tratado de encubrir por las grandes empresas trasnacionales en la actualidad, con el objetivo de aumentar sus ganancias, tomando del socialismo, aunque jamás lo reconocerán, lo que el Che propusiera y ya se estaba aplicando tímidamente en la URSS.
Ya es normal encontrar, por ejemplo que Procter and Gamble tenga jornadas de trabajo voluntario con sus trabajadores en la comunidad donde se ubiquen. O que por ejemplo, lo que ya es hartamente conocido, Mac Donalds estimule moralmente a sus trabajadores poniendo las fotos del mejor en las carteleras públicas de la franquicia donde se trabaja. Y que en muchas corporaciones conocidas como de venta multinivel se estimule con viajes de placer el esfuerzo de sus ejecutivos y se les reconozca de diferentes maneras no materiales su trabajo.
¿Qué estamos haciendo nosotros en las diferentes instancias gubernamentales, además del buen ejemplo que están dando los candidatos del PSUV, para desarrollar el trabajo voluntario con el propósito de que los valores y las cualidades florezcan en el ser humano?
clarac8@cantv.net