Desde hace meses, al parecer, la Dirección
Nacional del PSUV llegó a entender la
importancia de los distintos frentes
sociales. Se llegó a esa comprensión
después que la realidad de la lucha de
clase le dio esa lección, y
particularmente luego de observado el
papel que jugaron los frentes en la
campana por la enmienda constitucional.
No bastaba con una estructuración
territorial, como originalmente se
concibió el funcionamiento del partido.
Desde que se llegó asimilar eso, se
incorporarón los frentes sociales, un poco más, a la vida
de su estructura y organización.
No obstante, transcurrido el tiempo,
pareciera que no hay una comprensión
general por parte de una mayoría de las
autoridades del partido, de la
importancia y necesidad de estos
frentes, en especial, el de los
trabajadores.
Más apropiado pudiera ser, decir,
que los sectores burocráticos dentro del
partido y la administración pública,
sabiendo de la fuerza creadora y poder
revolucionario de los frentes, hacen
todo lo posible para no pararle a estos
o buscan de minimizar sus acciones lo
más que puedan.
Congreso del PSUV
Uno de los grandes problemas que en
los próximos meses enfrentará el Frente
Socialista de Trabajadores (FST) en su
relación con el partido, es saber de qué
manera participarán los trabajadores y
los dirigentes en el próximo Congreso
del PSUV.
Es un hecho que los trabajadores
organizados no participan activamente
de la vida del partido. Para esto ha
servido también la creación de los
frentes. Pero no es suficiente usar esta
organización como apoyo para la
movilización.
Es imprescindible, crear
espacios de discusión, donde los
integrantes de los frentes sociales
puedan expresar sus puntos de vista y
encontrar los mecanismos para que los
trabajadores y demás sectores sociales
oprimidos organizados participen e
influyan en el Congreso del partido.
Se debería tomar en cuenta el documento
del Encuentro de los Trabajadores del
PSUV realizado en la Universidad
Bolivariana el ano pasado, como un
aporte para la discusión en el Congreso
del PSUV.
Sin embargo, hasta ahora, a
pesar de existir importantes diferencias
dentro de él, el FST ha venido
cumpliendo un papel protagónico, en
medio de los últimos acontecimientos
que depara la prolongada y feroz lucha
de clase que se escenifica en nuestro
país.
El FST, mejor dicho parte de él, ha
hecho aportes para la comprensión del
momento político por los que está
pasando el proceso revolucionario
venezolano y latinoamericano; ha
contribuido para lograr acuerdos de
convenciones colectivas en distintos
sectores de la clase obrera; es baluarte
en lucha y para el grado de conciencia
que los trabajadores y trabajadoras,
deberíamos tener en la participación de
dirección en las empresas; y ha sido
instrumento insuperable en el
enfrentamiento contra los viejos
cascarones sindicales y los nuevos
aparatos que infructuosamente quieren
montar, como lo es el llamado Movimiento de Solidaridad Laboral, para derrotar la Revolución
Bolivariana y su aspiración legitima de
ser socialista.
Son muchos los debates que debemos
hacer dentro del Frente. Por ejemplo,
no todos tenemos la misma posición
frente a los Consejos de Trabajadores y
su relación con los sindicatos. Algunos
creen equivocada la participación directa
de los trabajadores en el control y la
gestión obreras en las empresas
estatales, mientras que otros opinan que
estos deben suplantar a los sindicatos.
Nuestra posición es que ambas
organizaciones tienen sus funciones
distintas y por esto son importantes para
la etapa de transición en la que estamos.
Entonces, podemos decir que, a pesar
de los grandes obstáculos, el FST es un
instrumento válido del Partido Socialista
Unido de Venezuela (PSUV) para su
política entre la clase obrera y con ello,
el campesinado. Hecho estas
observaciones, pasamos a subrayar propuestas que algunos miembros del FST miembros del frente compartimos.
Algunas propuestas
En esta etapa inicial el comité operativa
del FST, lamentablemente, no ha sido
electo por los propios trabajadores sino
ha sido escogido por la dirección nacional
tomando como referencia a los militantes
del partido de las distintas corrientes
sindicales existentes en el movimiento
sindical. Inmediatamente realizado el
próximo Congreso del PSUV, se debe
buscar la formular para unas elecciones
democráticas del comité operativo.
El FST debe superar pronto un gran
déficit que tiene hasta ahora: no existe
orgánicamente en los estados del país, ni
en los sitios de trabajo. Deberá entonces,
constituirse en todas las instancias
territoriales y en los sectores económicos
del país. Dentro del partido, el FST debe
ser una herramienta de carácter nacional,
regional, municipal y local, siempre
respetando las diversas posiciones existentes.
El FST por intermedio de los sindicatos
y federaciones, y en conjunto con el
Frente Campesino, debería crear una
central unitaria de obreros y campesinos,
que tenga como objetivo estratégico
organizar a las y los explotadas y
oprimidos, para que nuestra clase
conquiste sus beneficios económicos y
sociales.
El FST es el más indicado para
impulsar la unidad, con los afiliados de los
partidos políticos aliados ó sin militancia
partidista, para llevar a cabo una política
revolucionaria antiimperialista, de
solidaridad nacional e internacional, y
para realizar la tarea histórica: construir
el socialismo en Venezuela.
Para el FST, el internacionalismo
proletario debe ser bandera permanente,
así como la integración latinoamericana
y del Caribe, teniendo como base a la
clase obrera y el campesinado. Ahora,
el ALBA, con el golpe de Honduras, nos ha demostrado ser el
escenario inmediato, que nos servirá de
base para la integración continental y
mundial.
*Miembro del Comité Operativo
Nacional del FST-PSUV. Coordinador Nacional de la UNETE e
Integrantes del Equipo
de Redacción de Marea Socialista
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